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10 consejos para las madres que vuelven al trabajo (y cómo aprovechar las lecciones de la maternidad)

A quienes les ha tocado enfrentar esta experiencia, dicen que el regreso de las madres al trabajo puede ser duro.

Especialmente para las que renuncian a sus empleos, se dedican a criar a los hijos mientras son pequeños y luego tienen que recorrer un difícil camino para lograr la reinserción laboral.

A veces es como empezar de nuevo, pero con restricciones y dificultades que antes no existían. Aunque al mismo tiempo, es asumir un desafío con nuevas habilidades.

Fiona Small, fundadora y directora ejecutiva de la organización británica Young Mums Support Network, ofrece algunos consejos prácticos que pueden ser útiles para quienes deben enfrentar este desafío.

1) Evalúa dónde estás

Pregúntate, ¿soy solamente una persona desempleada? La respuesta es no, porque como madre, estuviste trabajando.
Es fácil sentir que no estás haciendo nada profesionalmente, después de todo no estás recibiendo un salario, pero ser madre es un duro trabajo de tiempo completo.

No has estado inactiva, has estado muy ocupada haciendo algo que es importante para toda la sociedad.

2) ¿Qué habilidades te enseñó la maternidad?

Tu viaje por la maternidad te enseñó todo un set de nuevas habilidades.

¿Puedes llegar al médico a todas las citas? Eso es control del tiempo.

¿Puedes mantener un orden de actividades? Eso es habilidades organizacionales.

¿Ayudaste a alguna otra madre a recoger los niños en caso de una emergencia? Eso es trabajo en equipo.

¿Te conectaste con otras madres que están en la misma situación que tú? Eso es una red de contactos.

¿No te parece que esas cualidades son deseables en un empleado?

Cuando vayas a una entrevista, no solo tienes que limitarte a los trabajos pagados que tuviste.

Piensa en lo que tuviste que aprender para ser una buena madre y encuentra una manera de integrarlo a tu discurso.

Tener experiencia laboral tiene que ver con probar que eres capaz de hacer lo que el trabajo requiere, y todas las cosas que haces como madre pueden demostrar lo competente que eres, siempre que encuentres la manera correcta de presentarlo.

3) Reduce tu aislamiento

Cuando tus hijos vuelven al colegio tienes horas libres, úsalas como si fueran una ventana de oportunidades.

No tienes que entrar inmediatamente a un empleo pagado. Ser voluntaria puede convertirse en un camino para salir de casa e integrarte en un grupo de gente que trabaja en equipo.

Si te preguntas muchas veces si alguna vez volverás a hablar de otros temas que no sean comida, dibujos animados o juguetes, el voluntariado te permitirá conectar con otros adultos y funcionará como un restaurador del equilibrio mental.

También se ve bien en tu currículum: demuestra que estás activa y emprendedora.

4)Ábrete a cambiar de profesión

Si el trabajo que tenías antes de la maternidad ya no está disponible, no te desesperes: eres capaz de hacer muchas cosas.

Esto no significa que tengas que tomar cualquier trabajo que te ofrezcan: piénsalo como una oportunidad para explorar diferentes aspectos de tu personalidad.

Puedes descubrir nuevos intereses o nuevos talentos. Y si eso ocurre, ¿por qué no desarrollarlos?

5) Sé amable contigo

No te mortifiques.

Si estás recibiendo ayuda económica, no pienses que es lo único que puedes esperar. Es solo un período y no tiene que durar para siempre.

Y si la maternidad no ha sido un tiempo de completa alegría, aquí un secreto: eso no le pasa a nadie.

Tu vida no se acabó con la maternidad. Enfrentaste uno de los mayores desafíos que puede enfrentar una persona, y sin duda te va a tomar tiempo recuperar tu vida profesional.

No se trata de ti. Se trata de lo difícil que es ese trabajo.

Es posible que mires a tus amigas “más exitosas” y te sientas incompetente, especialmente si estás mirando las redes sociales. ¡Las redes sociales son una mentira!

Todos presentan su mejor imagen y ocultan sus inseguridades. Recuerda: no eres la única persona en el mundo con dudas y preocupaciones.

Las personas a veces se sienten mal, eso nos pasa a todos. Pero sentirse mal no significa que eres inútil.

Eres mucho más fuerte de lo que te imaginas.

6) Sé honesta con las personas que te ayudan

Cuando le pides consejo a una persona o a una organización para encontrar trabajo, no trates de esconder tus problemas.

Sé honesta y piensa que lo peor que puede ocurrir es que alguien te diga que no. Y puedes reponerte a eso. Sé valiente.

Revisa las cosas que le ponen dificultades a tu búsqueda laboral y habla sobre ellas con quienes te están aconsejando.

7) Investiga

Es fácil ponerse nerviosa y no hacer las averiguaciones necesarias sobre la empresa a la que estás postulando.

Sé valiente, porque los nervios son buenos: un poco de ansiedad produce adrenalina y te pone en alerta. Usa esa energía a tu favor, y ponte a investigar.

Mientras más sepas lo que está buscando la compañía, más posibilidades tendrás de convencerlos de que eres la persona correcta.

Si no tienes la oportunidad de preparar tu entrevista laboral, sé honesta. Te verás mejor diciendo la verdad en lugar de mentir.

Di que te gustaría saber más sobre el empleo y que te encantaría tener más antecedentes sobre qué están buscando.

No tienes que ser una experta, sino más bien una persona que está dispuesta a escuchar.

8) No te avergüences de decir que eres madre

Ponlo sobre la mesa en un momento adecuado, pero hacia el inicio de la entrevista. No lo retrases.

Si el potencial empleador se entera a la mitad de la entrevista de que tienes hijos, quizás se pregunte por qué no fuiste honesta desde el inicio. Menciónalo.

La maternidad es algo positivo: siéntete orgullosa de eso.

Además de ser transparente, debes saber si tus limitaciones de tiempo son compatibles con las necesidades del empleador.

Si no lo son, no es el trabajo para ti. Sé realista sobre lo que puedes hacer con las limitaciones de tiempo que existen y pregunta por márgenes de flexibilidad horaria.

Utilizar el concepto de “trabajo flexible”, es una buena forma de saber si el empleo puede funcionar fuera de las jornadas convencionales.

Necesitas un trabajo que realmente puedas hacer, por lo tanto, negocia buenas condiciones desde el comienzo.

9) Piensa “fuera de la caja”

Tener un trabajo no significa necesariamente estar en una oficina de 9:00 a 17:00. Como eres una madre que trabaja, vale la pena mirar otras opciones.

El trabajo a distancia es una buena alternativa que ha crecido en los últimos años. Y si quizás tienes una afición o una habilidad que puede promover mejor tu imagen, no olvides mencionarla.

Busca oportunidades que sean buenas para las madres. Como emprendimientos que te den la flexibilidad que necesitas. El término que se usa en inglés es “mumpreneurs”, para referirse a madres que son emprendedoras.

Nunca sabes en qué se puede transformar una idea. Que seas madre no significa que no puedes pensar en grande.

10) Cuídate a ti misma

“Confía en tus creencias. Eres un individuo único y valioso, confía en tu juicio y cree en tus habilidades.

Rodéate de una red de individuos positivos que puedan ayudarte.

Si solo pasas el tiempo con personas que son negativas o no te valoran o suficiente, es imposible sentirse confiada como trabajadora o en cualquier otro plano.

Encuentra personas que mejoren tu vida, ya sea porque te pueden ayudar prácticamente recogiendo a los niños, o dándote apoyo emocional.

Aprovecha las oportunidades en la escuela de tus hijos: habrá otras madres en la misma situación que tú, aunque tengas que hacer un poco de investigación para encontrarlas.

Apóyate en familiares con los que mantengas una buena relación.

Recuerda que tienes que cuidarte y compartir con la gente que puede ver lo mejor de ti.

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