Un poncho de la lujosa marca Michael Kors ha despertado suspicacias en México al ser muy similar a una prenda que artesanos han elaborado de forma tradicional durante muchos años.
BBC NEWS MUNDO
La “jerga” de Michael Kors y otros diseños muuuy parecidos a prendas de artesanos mexicanos
Las similitudes son llamativas.
Un poncho de la colección primavera 2019 de Michael Kors (izq) tiene similitudes con una prenda mexicana artesanal llamada "jerga". AFP/SANTIAGOGMP
La firma del diseñador estadounidense presentó el miércoles su poncho como parte de su colección de primavera 2019, en la famosa Semana de la Moda de Nueva York.
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Se trata de una prenda de un tejido gris con franjas negras verticales y horizontales, que tiene una capucha y una bolsa delantera.
Tras su lanzamiento, algunos usuarios de redes sociales notaron las similitudes con el poncho artesanal que en México se conoce como “jerga”, el cual se vende en mercados de México.
Una de las publicaciones que más reacciones en Facebook ha causado es la del reconocido fotógrafo Santiago PGM, compartida más de más de 30.000 veces.
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Señaló que hace dos años compró la prenda mexicana en el barrio de Coyoacán, uno de los lugares tradicionales de venta de artesanías en Ciudad de México.
En su caso, asegura que pagó 180 pesos por ella, lo que es menos de US$10.
“Mi sudadera de 100 pesos de hace 4 años del tianguis (mercado ambulante) es de diseñador”, escribió con ironía David Ríos en un video de Michael Kors en Facebook.
BBC Mundo solicitó un comentario a Michael Kors, pero no hubo respuesta de forma inmediata.
Isabel Marant y Tlahuitoltepec
Este caso no es el primero en el que prendas de grandes marcas y fabricantes tienen parecidos a la ropa artesanal en México.
Uno de los casos más conocidos a nivel internacional fue el de la diseñadora Isabel Marant, hace tres años.
Isabel Marant ¿inspiración en indígenas o plagio? https://t.co/AttaD46Jo4 #Oaxaca #Tlahuitoltepec pic.twitter.com/1Sb9zp5nzy
— Debate (@ELDEBATE) November 20, 2015
Prendas de su colección de primavera-verano Etoile 2015 tenían un diseño muy similar a los blusones elaborados por artesanos indígenas del estado de Oaxaca, en el sur de México.
“Isabel Marant está cometiendo un plagio porque la colección primavera/verano Etoile 2015 contiene los elementos gráficos específicos de la blusa Tlahuitoltepec”, dijeron artesanos en una conferencia de prensa en 2015 en la que exigieron una reparación económica.
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En un comunicado al diario The Guardian, la casa de la diseñadora expresó que ciertamente se inspiraron en los diseños de esa comunidad.
“Ante el tribunal de distrito de París, Isabel Marant está luchando por dejar las cosas claras: ha presentado comunicaciones que expresamente señalan que estos diseños provienen del pueblo de Santa María Tlahuitoltepec”, escribió.
“Isabel Marrant no pretende ser la autora de esta túnica y de estos diseños”, añadió.
Mango, Rapsodia, Dior, Matel…
Los “tenangos”, un diseño de bordado originario de Tenango de Doria, en Hidalgo, son inconfundibles por la representación de flora y fauna con un hilado de colores muy vivos.
#LoQueAmoDeMexico son sus hermosas artesanías. Bordados de Tenangos, #Hidalgo @ruizmassieu @SECTUR_mx pic.twitter.com/5OyHxVMZlm
— Hidalgo Travel (@HgoTravel) January 1, 2015
La cadena de ropa Mango puso a la venta desde 2017 un suéter que es vendido como “jersey bordado floral” y el cual es muy similar al bordado de los “tenangos”.
Hasta la actualidad, el suéter sigue en su catálogo en línea.
También la marca argentina Rapsodia ha sido criticada por usar un diseño muy similar al que artesanos de la comunidad San Antonino Castillo Velasco, en Oaxaca.
Otras marcas sí han reconocido directamente que retomaron diseños de las artesanías mexicanas, como la casa Dior que presentó este año su bolso “Book tote” similares a las de las comunidades huichol y chamula, del sureste mexicano.
El diseño, dijo la empresa en Facebook, está “inspirado en la artesanía mexicana tradicional”.
Las muñecas de trapo otomíes son elaboradas en el estado de Querétaro, en el centro de México. GETTY IMAGES
Además de ropa, el diseño de una muñeca de trapo elaborada tradicionalmente por artesanos de la comunidad otomí, del centro de México, fueron retomadas por un fabricante chino.
La tienda departamental Liverpool las puso a la venta las muñecas que fue identificada como “Muñeca mexicana Christmas Spirit“.
En Liverpool están vendiendo la muñeca Queretana
Hecha en china.
No es posible, no la compren por favor! pic.twitter.com/kp5GAfbrT8— Carlos (@Dicther79) December 8, 2017
El rechazo llegó hasta el Senado, donde los legisladores aprobaron un exhorto a la cadena Liverpool para detener su venta.
“Estas muñecas otomíes no solo representan un juguete para las niñas de las comunidades indígenas, sino son una artesanía que refleja tradición, raíces, cultura e idiosincrasia”, dijo la senadora Sonia Rocha.
Y Matel presentó en marzo una muñeca inspirada en Frida Kahlo la cual desató una polémica ya que la familia de la artista mexicana dijo que no había autorizado a usar su imagen.
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¿Cómo se pueden proteger?
Para algunas ONG que han tratado el tema, el problema es que las comunidades artesanales no han registrado sus diseños, lo cual abre la posibilidad a que aparezcan prendas muy similares o “inspiradas” en sus trabajos.
La situación no es sencilla, según la asociación civil Impacto, pues en el caso de las comunidades indígenas se trata de un arte colectivo y no individual, transmitido de generación en generación.
“Al ser una creación artesanal, cada artesana tiene su propio diseño, es una pieza única”, dijo Adriana Aguerrebere al sitio de noticias mexicano Animal Político.
Las muñecas de trapo otomíes son elaboradas en el estado de Querétaro, en el centro de México. (Foto Prensa Libre:GETTY IMAGES)
Una solución es la que busca establecer el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En agosto informó que está trabajando en el Registro de Patrimonio Cultural y Mercado para proteger las creaciones auténticas de México.
“Se trata de un mapa en el que documentaremos qué pueblo es el afectado, en qué modo y por quién, a fin de que esto sirva para investigaciones dentro del INAH, y como fuente de información para futuras reglamentaciones”, dijo María Elisa Velázquez, del INAH, en una conferencia.
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