Pero si uno se adentra un poco inmediatamente escucha el zumbido de una máquina que trabaja duro. Y, al abrir la puerta, se encuentra un espacio atiborrado de equipamiento y líneas de aislamiento de aluminio en las paredes.
BBC NEWS MUNDO
Las coloridas prótesis para niños que dos voluntarios fabrican gratis en el jardín de su casa
A primera vista, el cobertizo, ubicado en un jardín trasero de una casa de Swansea, en Gales (Reino Unido), no parece nada destacable.
Familias de todo el mundo mandan fotos de sus hijos con los brazos fabricados en el jardín de una casa de Gales.
Es la sede de una pareja extraordinaria que se llama “Team Unlimbited” (un juego de palabras en inglés con la palabra ilimitado y extremidades), avocada a una misión autofinanciada para proporcionar manos y brazos prostéticos a niños que nacen sin estas extremidades.
Los niños pueden diseñar sus propios colores y patrones, y el equipo, Stephen Davies y Drew Murray, hacen el resto.
La demanda es alta y el cobertizo está lleno de fotos de niños de todo el mundo con su distintivo diseño.
Gracias a una heliografía, la pareja ha hecho público y abierto el diseño, lo que implica que cualquiera con acceso a una impresora 3D, un poco de hilo de pescar y de Velcro, pueden hacer uno.
Stephen Davies, el dueño, es ingeniero de diseños por computadora y padre de tres niños. Él mismo nació sin una mano.
Fue su propia búsqueda de una prótesis lo que lo llevó hasta Drew Murray, un consultor de tecnología de la información que forma parte de una red de voluntarios llamada e-Nable que hace prótesis gratis en 3D para niños.
Davis dice que la prótesis que le ofreció el sistema de salud británico lo hizo llorar. Y si ven la foto, entenderán por qué.
Desesperado, recurrió a internet, donde descubrió e-Nable y pidió a Murray, quien era el único voluntario de la red en todo Reino Unido, que le hiciera una mano.
Era la primera mano adulta que creaba.
“Nunca pensé que pudiera permitirme algo así”, dice Davis.
“Me sentí como si midiera tres metros, caminando por la calle, fue una graninyección de confianza”, recuerda.
“Me impresionó tanto que supe que tenía que involucrarme”, cuenta.
Así que ambos se asociaron y Davies invirtió cientos de libras esterlinas en comprar materiales y dos impresoras 3D.
Con el conocimiento basado en su propia experiencia, pronto crearon su propio diseño, arreglando algunos fallos que tenía el modelo de e-Nable.
Así nació Team Unlimbited.
“Todo lo que hacemos está financiado por mi y Stephen y por generosas donaciones”, explica Murray.
“No somos una organización caritativa, sino solo dos hombres en un cobertizo. Es gratificante utilizar nuestras habilidades profesionales de otra manera”.
La primera receptora fue Isabella, quien tiene ahora nueve años.
Isabella puede hacer muchas cosas con el que llama su “pequeño brazo”, pero la prótesis le ha permitido hacer actividades como aprender a tocar el piano, sacar a pasear a su perro, jugar a la pelota con su hermano William o pasar páginas de un libro con mucha más facilidad.
Su padre descubrió Team Unlimbited en Facebook e Isabella escogió un tema rosa y púrpura para su primer brazo.
“La confianza que le dio fue increíble”,explica su madre, Sarah.
“Dejó de sentirse cohibida. Cada persona es diferente a su manera, pero para ella hace que su diferencia sea un poco más especial”.
“Me ayuda mucho con cosas que no puedo hacer normalmente y con otras que aun no he probado”, dice Isabella.
Un video de la niña recibiendo su primera mano ha sido visto casi dos millones de veces en Youtube y fue incluido en los destacados del año por Google.
La niña también apareció en la campaña publicitaria para los Juegos Paralímpicos de este año.
Hasta ahora ha recibido tres brazos, y la plantilla de Stephen y Drew lleva su nombre.
Cada mano cuesta unos US$36 en materiales y hacerla lleva 12 horas. Ambos admiten estar abrumados por las peticiones.
“Yo trabajo a tiempo completo, tengo hijos, un bebé de 10 meses. Pasamos todas nuestras tardes y fines de semana haciendo esto”, dice Davies.
“Lo hacemos todo gratis, ni siquiera cobramos el envío”.
El diseño no ha sido aprobado por la Unión Europea, por lo que no puede venderse.
Murray dice que ellos se han centrado en mantener el brazo en “open source” y disponible gratis.
Aunque el dispositivo no es tan robusto como las prótesis tradicionales, que pueden costar miles de libras, los niños crecen rápido y requieren nuevos con regularidad de todas formas, así que no es necesario que duren mucho.
Y Glyn Heath, profesor de prostética y órtesis en la Universidad de Salford, en Reino Unido, explica que la impresión en 3D no funciona para todas las prótesis, especialmente para las de las extremidades inferiores.
“Los materiales que se pueden usar son limitados y las propiedades de esos materiales no son necesariamente apropiadas para tomar grandes pesos”, le dice a la BBC.
El coste de las prótesis tradicionales es elevado debido al largo proceso que supone sacarlas al mercado, añade.
“Lleva mucho tiempo desarrollar las prótesis y tienen que ser evaluadas según estándares médicos específicos”.
Mientras que “no mucha gente usa prótesis para extremidades superiores, por lo que el coste de manufactura es alto en relación a la cantidad producida”, explica.