El nombre del elefante estrella era Jumbo y arribó en la capital británica en 1865 procedente de África, donde fue capturado cuando era bebé.
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La trágica vida de Jumbo, el elefante “más famoso del mundo” que inspiró el personaje Dumbo de Disney
Se transformó en una celebridad apenas llegó a Londres, donde se congregaban multitudes para ver al "elefante más grande del mundo".
El naturalista David Attenborough y un grupo de científicos examinaron el esqueleto de Jumbo para un documental de la BBC. Foto: Humble Bee Films
Jumbo fue tan famoso en su tiempo que hasta los hijos de la Reina Victoria fueron sus admiradores.
El elefante inspiró uno de los films más recordados de Disney, Dumbo, que relata las aventuras de un pequeño elefante volador.
Un documental de la BBC, presentado por el conocido naturalista británico David Attenborough, reunió expertos de diferentes disciplinas para examinar el esqueleto de Jumbo en un museo estadounidense y resolver algunos de los misterios en torno al elefante.
¿Cómo murió exactamente? ¿Por qué padecía ataques de furia? ¿Era realmente el “elefante más grande del mundo”?
Los resultados de la investigación causaron a los especialistas tanto sorpresa como tristeza.
La corta vida del Jumbo real fue muy diferente a la fantasía de Disney.
Whisky para calmarlo
Fotos y grabados de la época muestran a Jumbo en el Zoológico de Londres transportando en su lomo a numerosos pasajeros, niños y adultos.
Tener la oportunidad de “andar en Jumbo” era seguramente una de las aventuras más emocionantes para los niños londinenses.
Pero el elefante manso de día sufría de terribles “ataques de furia” durante la noche, que obligaron a reparar en numerosas ocasiones las vallas de madera en torno al animal.
Algunos relatos señalan que su fiel cuidador, Matthew Scott, solía dar whisky al elefante para calmarlo.
El zoológico decidió que Jumbo podría convertirse en una amenaza para el público y decidió venderlo a PT Barnum, un circo estadounidense en 1882.
El elefante se negó a entrar en un corral de madera para ser transportado al barco y rompió varias veces las cadenas con que intentaban sujetarlo.
Solo accedió a entrar en el corral cuando los dueños del circo aceptaron que Scott viajara con él, tras lo cual el cuidador calmó al elefante.
Cientos de personas se acercaron al puerto para despedir a Jumbo, que dos semanas después desembarcó en la costa este de Estados Unidos.
Allí siguió siendo inmensamente popular, recorriendo el país y llegando incluso a Canadá. Pero falleció aún joven, con apenas 24 años, cuando fue atropellado por un tren en un pueblo canadiense en un incidente rodeado de misterio.
“Increíblemente dolorosas”
Attenborough y un grupo de científicos examinaron el esqueleto de Jumbo, que se encuentra en el Museo de Historia Natural de Nueva York.
Richard Thomas, arqueólogo de la Universidad de Leicester en Reino Unido, observó que Jumbo tenía en sus caderas una superposición inusual de capas de hueso nuevo y viejo.
“Son señales de lesiones que su organismo intentaba reparar”, señaló Thomas en el documental de la BBC.
“Estas lesiones deben haber sido increíblemente dolorosas y fueron resultado del peso que Jumbo debía cargar, paseando grupos de visitantes”.
Ese peso le causó también lesiones en las rodillas, según Thomas.
“Cuando miramos sus rodillas vemos todo tipo de modificaciones en el hueso que uno no esperaría ver en un elefante de esa edad. No se olviden que Jumbo tenía sólo 24 años y todavía estaba creciendo”.
“Sus huesos parecen más de un elefante de 40 o 50 años”.
Furia nocturna
Los ataques de rabia de Jumbo durante la noche eran tan violentos que el animal desesperado quebró en una ocasión sus colmillos.
Y cuando éstos comenzaban a crecer el elefante los desgastaba frotándolos contra las vallas.
Una de las autoridades del zoológico, Abraham Bartlett, atribuyó el comportamiento nocturno de Jumbo a un fenómeno conocido como must, un periodo de comportamiento agresivo de los elefantes machos acompañado de un gran aumento en los niveles de hormonas.
Pero Vicki Fishlock, una investigadora de elefantes basada en Kenia, no está de acuerdo.
Si las hormonas hubieran sido la causa de la furia de Jumbo el elefante hubiera sido violento incluso con sus cuidadores, algo que no sucedió, según Fishlock.
Dientes deformados
Los científicos encontraron una clave para explicar la violencia del elefante en su cráneo, donde constataron malformaciones muy pronunciadas en los dientes.
“Los elefantes tienen seis dientes, pero sólo uno de cada lado se desgasta en un determinado momento. Cuando el diente cae otro viene emergiendo para reemplazarlo, pero si el diente viejo no se desgasta lo suficiente no cae, haciendo que el diente nuevo se deforme”, explicó Thomas.
La dieta de Jumbo en el zoológico y el circo distaba mucho de la de los elefantes en su medio natural, donde estos animales comen una variedad de vegetación que les permite desgastar sus dientes.
La conclusión de Thomas es que los terribles ataques de Jumbo se debían a que el animal “sufría de un dolor de dientes espantoso”, que en la noche, sin distracciones, se hacía más pronunciado.
Tamaño
¿Era Jumbo realmente el elefante más grande del mundo?
Tal vez sí, según los investigadores del documental de la BBC.
Una grieta en la cabeza del fémur de Jumbo indica que el elefante todavía estaba creciendo cuando falleció.
Analizando sus huesos, los científicos determinaron que Jumbo tenía una altura de 3,45 metros desde el hombro al piso.
Un elefante africano salvaje de su misma edad mide un promedio de 2,84 metros.
Y Jumbo aún estaba creciendo, por lo que podría haber llegado a ser el elefante africano más grande del mundo, según Thomas.
Pelos de la cola
Luego de la muerte de Jumbo su cuerpo embalsamado fue guardado en la Universidad Tuffts en Massachussetts.
Un incendio destruyó los restos, salvo la cola, que la investigadora Holly Miller, de la Universidad de Nottingham en Inglaterra analizó para descubrir cual fue la dieta del elefante.
Miller encontró en los pelos de la cola grandes niveles de nitrógeno en los pelos de la cola y esto indica que el animal no era saludable.
Su cuerpo no recibía los nutrientes necesarios y su organismo extraía niveles anormales de nitrógeno de los alimentos para intentar cumplir tareas de reparación de las lesiones constantes, según Miller.
El misterio de la muerte
La vida de Jumbo llegó a su fin cuando él y otro elefante más pequeño estaban siendo embarcados en un tren luego de una visita del circo al pueblo de St Thomas, en Ontario, Canadá.
Hay una estatua de Jumbo en el pueblo y el museo local es casi un memorial al elefante.
Entre las muchas fotografías y grabados que alberga hay uno que llamó especialmente la atención de Attenborough.
En la imagen se ve a Jumbo muerto luego de la colisión con el tren y en su cadera se ven marcas profundas.
El dueño del circo había dicho inicialmente que el elefante arremetió de frente contra el tren para proteger heroicamente al elefante más pequeño.
Pero las marcas indican que en realidad el tren atropelló a Jumbo desde atrás cuando el elefante estaba siendo embarcado en un vagón de tren.
El esqueleto en el Museo de Historia Natural de Nueva York no tiene fracturas, por lo que los científicos concluyeron que Jumbo murió de sangrado interno.
Elefantes “jubilados”
La historia de Jumbo tiene connotaciones muy vigentes.
Attenborough visitó en el documental un santuario en Tennessee para elefantes “jubilados” de circos en Estados Unidos y muchos de los animales allí muestran síntomas similares a los de Jumbo.
Los elefantes del santuario tienen sus colmillos gastados por frotarlos constantemente en señal de agitación y estrés.
Ni un zoológico ni un circo deben ser hogar de elefantes como Jumbo o como los actuales, según Vicki Fishlock.
Los elefantes deben vivir en su medio natural y son además animales sociales, que necesitan el contacto con sus pares, de acuerdo a la investigadora.
En la foto tomada tras la muerte de Jumbo se ve junto a su trompa a su fiel cuidador, Matthew Scott, quien según relatos lloró desconsoladamente ante el fallecimiento de su amigo inseparable.
La empatía de Scott fue seguramente el gran aliciente que consoló a Jumbo a lo largo de su vida tan célebre como trágica.