Lleva días sin afeitarse, pero el vello en su barbilla y mejillas todavía es suave. Y su elegante americana azul marino e impoluta camisa blanca hacen que parezca que lleve puesto un uniforme escolar.
BBC NEWS MUNDO
La ciudad europea que hizo una fortuna a base de crear noticias falsas sobre las elecciones de Estados Unidos
El joven muchacho sentado en esa cafetería parece apenas un niño.
En Veles, una pequeña ciudad de Macedonia, muchos jóvenes se están enriqueciendo con un negocio que despierta polémicas.
No es la imagen que Goran, un estudiante universitario de 19, quiere transmitir.
“A los estadounidenses les encantan nuestras historias y nosotros hacemos dinero con ellas”, se jacta, asegurándose de que reparo en el reloj de diseño con el que juguetea. “¿A quién le importa si son verdaderas o falsas?”.
Goran -no es su verdadero nombre- es uno de los cientos de adolescentes macedonios detrás de una industria artesanal en la pequeña ciudad de Veles, desde donde se produjeron múltiples noticias falsas favorables a Donald Trump durante la campaña electoral estadounidense.
El joven comenzó a publicar historias sensacionalistas, plagiadas de sitios web estadounidenses derechistas, el pasado verano.
Luego de copiar y pegar varios artículos, los adornó con un título sugerente y llamativo, pagó una campaña en Facebook para hacerlos llegar a una audiencia hambrienta de noticias sobre Trump y, cuando ese público comenzó a hacer clic en sus historias y a compartirlas, empezó a hacer dinero de ingresos publicitarios en su página web.
Goran dice que trabajó en esa farsa durante solo un mes y que ganócerca de 1.800 euros (unos US$1.900).
Pero sus compañeros, asegura, han estado ganando miles de euros al día.
La fiebre del oro digital
Cuando le pregunto si le preocupa que su página de noticias falsas haya influenciado de manera injusta a los votantes estadounidenses, se burla.
“A los adolescentes de nuestra ciudad no les importa cómo votan los estadounidenses. Simplemente se sienten satisfechos de hacer dinero y de comprar ropa cara y bebidas”, sostiene.
La fiebre del oro digital ha provocado un boom consumista en Veles, donde el salario mínimo son 350 euros al mes (cerca de US$380).
A medida que nos adentramos en la ciudad, observo autos nuevos y elegantes en las calles, y bares de mala muerte llenos de jóvenes tomando sofisticados cócteles.
Cuando era parte de la antigua Yugoslavia, esta ciudad se llamaba Titov Veles, en honor al presidente yugoslavo Josip Tito.
Hoy, me dicen, ha sido rebautizada jocosamente como”Trump Veles”.
En las puertas de la escuela, uno de cada tres estudiantes de los últimos años de secundaria admite conocer a alguien implicado en la fabricación de sitios web de noticias falsas o incluso estar gestionando uno propio.
Un chico me cuenta que trabaja ocho horas cada noche en su plataforma digital de noticias y, después, va a la escuela.
El tráfico de noticias falsas en páginas web que parecen estadounidenses no es ilegal, pero ese juego de confundir a los lectores es algo sucio y deshonesto.
Irónicamente, es día de puertas abiertas en el ayuntamiento , así que me reúno con el alcalde de Veles, Slavco Chediev, quien me señala con el dedo, enojado, y me dice: “No hay dinero sucio en Veles”.
Y, después, añade -curiosamente- que se siente orgullosode los emprendedores de su diminuta ciudadquienes, a miles de kilómetros de EE.UU., han influido de alguna manera en los resultados de las elecciones estadounidenses.
Ubavka Janevska, una periodista de investigación que tiene su propia página web de noticias, se atraganta cuando le cuento esta historia, aunque no estoy segura de si simplemente le cuesta respirar por el denso humo de cigarrillo que impregna su oficina y que hace que mis lentes de contacto se me queden pegadas a los ojos.
Me cuenta que ha identificado siete grupos independientes que venden información falsa en internet. Y calcula que hay también cientos de niños en edad escolar que trabajan de manera individual.
“Me preocupa la moralidad de la gente joven de Veles”, me confiesa.
“Desde las elecciones presidenciales de EE.UU., en lo único que piensan es en mentir y en hacer dinero rápido de esas mentiras”.
“Tenemos elecciones parlamentarias en Macedonia este mes de diciembre. Y he encontrado tres dominios fasos registrados en Serbia o Croacia que ya están publicando mentiras sobre el partido de la oposición, las cuales podrían perjudicar seriamente la campaña”, advierte.
Goran insiste en que ya no hace más noticias falsas, aunque deja escapar que se acaba de comprar una nueva computadora portátil muy moderna.
Mientras le dejamos con el auto en la casa de sus padres, le pregunto qué piensa su madre de sus oscuros negocios digitales.
Me mira como si estuviera loca.
“¿Crees que si tu hijo hiciera 30.000 euros (unos US$32.000) al mes tendías algún problema?”, me pregunta, incrédulo. “¡Por favor! Estarías rebosante de alegría… estarías…. (busca las palabras adecuadas)”.
“¿Incrédula de felicidad?”, ofrezco yo.