Las posibilidades son enormes: desde navegar por internet, hasta enviar emails, escribir y editar textos o compartir cualquier tipo de archivo.
Pero la verdad es que pasar demasiado tiempo delante de una pantalla tan pequeña puede ser agotador.
Aunque a veces no queda otra opción, ¿qué puedes hacer si tienes que trabajar desde casa y te quedaste sin computadora?
Puedes optar por una sencilla solución: convertir tu smartphone en una computadora de escritorio.
Solo tienes que seguir tres sencillos pasos. Te contamos cuáles son y cómo hacerlo.
1. La pantalla
El primer paso es conectar el celular al monitor a través de un cable HDMI (que permite conectar un dispositivo a otro para transmitir audio y video).
Si tu teléfono es un iPhone, dependiendo del modelo, deberás comprobar si utiliza un puerto “Lightning” (existente en iPhone 5 o superior).
A través de un cable HDMI puedes conectar el celular a una pantalla. (Foto Prensa Libre:GETTY IMAGES)
Si tienes un Windows Phone, puedes usar una herramienta de Microsoft que se llama Display Dock y te permite transformar el dispositivo en una computadora de manera más directa para conectarla a un monitor, teclado y mouse.Esa es una de las soluciones más avanzadas.
En el caso de los celulares con sistema operativo Android, sin embargo, solo pueden conectarse a una pantalla si tienen salida de televisión.
Si tienes un Android, puedes conectar el teclado y el mouse mediante USB (con un adaptador de salida OTG) o por Bluetooth.
También puedes utilizar la aplicación Andronium, una vez conectado el teléfono al teclado, ratón y monitor. Otras aplicaciones útiles son Sentio Desktop y Null Keyboard, las cuales te permitirán aprovechar al máximo las capacidades del celular como una computadora de escritorio.
Pero si tienes un iPhone, solo podrás unirlo a un teclado y a un mouse que tengan conexión Bluetooth ya que no existe la opción de usar cables en este caso.
La opción más sencilla es conectar un ratón y un teclado inalámbricos. (Foto Prensa Libre:GETTY IMAGES)
3. El almacenamiento
Por último, puedes compartir los archivos en la nube y… ¡voilá! Tu nuevo smartphone-computadora estará listo para que lo puedas usar cuando quieras.
Recuerda que tu teléfono consumirá más batería, por lo que es mejor que tengas un cable a mano y mantengas el celular conectado al cargador.
Y ten en cuenta que, aunque podrás usar muchos programas como Word, PowerPoint o Photoshop, un smartphone no tiene la potencia de una computadora, por lo que es posible que tenga algunas limitaciones.
Pero, sin duda, es una forma de darle una nueva vida a un teléfono que no utilices o cuya pantalla se haya estropeado y no puedas arreglar.
También puedes aplicar esto a la inversa: si lo que quieres es controlar tu PC desde tu teléfono o acceder a la computadora de manera remota desde el celular, estas son algunas opciones:
Usar la versión remota de Chrome (Remote Desktop).