¿Cuál fue su papel como director del Rufino Tamayo?
?Cuando eres director de un museo, lo que haces más que nada es hacer que la institución juegue un papel de activación, de provocación, de votar clisés, de provocar las reacciones más controvertidas, de servir de conducto para catarsis sociales y culturales mucho más amplias y de ir contra todos los conformismos y todas las legitimaciones que funcionan por inercia en un contexto?.
¿Y encontró apoyo para hacer todo esto?
?Lo pude hacer hasta que renuncié cuando pensé que no lo podía hacer. Pero precisamente la batalla de uno es esa, tratar de finalmente jugar un papel crítico en relación a un contexto. Ser autocomplaciente no tiene sentido, la propia mediocridad se encarga de eso?.
Y desde un museo ¿cómo se puede lograr?
?A nivel de programación, es decir, formando como un nivel profesional, formando un vínculo muy crítico y muy activo con la comunidad artística. Estar dispuesto a buscarse problemas con la comunidad artística, estar dispuesto a buscarse problemas con la mentalidad conservadora que a veces es la que apuntala un mercado, un nivel de coleccionismo que realmente es malo y conservador.
Apuntala a los políticos que siempre quieren hacer un uso totalmente pedestre de la cultura y apuntar a los artistas que finalmente se creen dioses y se creen dotados de dios cuando finalmente muchas obras son secreciones banales de personalidades carentes de interés.
?Yo creo que hay que estar dispuesto a echarse todas esas luchas en todos esos terrenos gústeles o no les guste?.
¿Cómo se logra que el efecto de esa lucha realmente llegue al público?
?Bueno, es que no es una labor sólo de museo, es una labor de los críticos de arte, es una labor de los patrocinadores, de los coleccionistas, de los propios artistas tratando de superarse cada vez más y de interactuar cada vez más con la complejidad del contexto a nivel nacional e internacional.
?Por eso es importante un evento como este. Pero un evento acompañado de que exista en los periódicos una crítica seria de que no exista un conformismo en determinada manera que no tengamos miedo a buscarnos problemas con determinados círculos?.
Haydee
Haydée Venegas, profesora de la Escuela de Artes Plástica de Puerto Rico.
¿Cual es la función del arte?
?Me parece que hoy día el arte fluctúa dentro de lo personal y lo colectivo. Todo artista debe buscar dentro de su persona qué tiene él que dar porque ya las vanguardias dejaron de ser y lo único que no está hecho es lo que tú no has dicho.
Solamente tú sabes lo que no se ha dicho y si miras adentro y sabes cómo eres, qué es lo que tú quieres, creas el mapa de lo que eres y lo ofreces al mundo, pues vas a sacar una obra buena. O si no miras a tu alrededor y comparas tu colectivo, con tu persona tampoco lo vas a poder hacer?.
¿Sucede eso en el arte latinoamericano?
?Yo creo que el arte latinoamericano esta diciendo muchas cosas de todo el mundo. Si tú comparas lo que están haciendo los artistas asiáticos con lo que están haciendo los artistas del nuevo mundo es muy similar. Están mirando hacia adentro, están mirando su cultura y están dando lo que ellos son en lo personal o colectivo, cada uno decide a donde va?.
¿Hacia dónde se encamina el arte entonces?
?A expresar lo que somos. El artista mira al futuro, el artista nos plantea cosas del futuro que a veces nosotros los curadores, ni por innovadores que seamos, a veces lo vemos. Lo vemos unos días después o a veces tenemos la luz de reconocer todo.
?Pero yo creo que el arte sigue por donde mismo. El artista es el visionario que tiene que conocer todo lo que tiene a su alrededor, todo lo que tiene dentro y reflexionar e ir a buscar soluciones futuras o a plantear cosas?.
¿Qué es lo que hace a un artista ser?
?Es toda una mezcla. Yo tengo una teoría que le llamó la teoría de las tres ?T?. Esta es como los tres mosqueteros, que habían cuatro. El talento es el cuarto mosquetero. Los otros son desarrollo de una buena técnica, selección y visión de un tema y lo más importante hoy día, la creación de una pieza.
?La tesis es crear un concepto y revisarlo y estar en constante revisión de eso que tu quieres decir: a quién lo quieres decir y para qué lo quieres decir y por qué lo quieres decir. Si tu no sabes a quién le hablas, porqué le hablas y para que hablas, no hables?.