Primero hay que hacer la elección correcta de la raza, la cual debe ajustarse al estilo de vida del amo, así como al espacio del hogar, explicó Hernández.
El cachorro Zizu de seis meses.
El perro deja de ser cachorro según la talla: los pequeños, al año de edad; los medianos, al año y medio, y los grandes, a los dos años. A los 9 meses estos últimos ya alcanzan su tamaño de adulto.
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CONSIDERACIONES
Para evitar riesgos en su salud y asegurarse de que tuvo el suficiente contacto con su madre, el cachorro debe darse en adopción a partir los 2 meses de edad, después de que es destetado.
Si por alguna razón la madre no pudo amamantar a sus crías, hay que recurrir a fórmulas lácteas para cachorros, y alimentarlos cada tres horas. Además, hay que estimular los esfínteres del cachorro con un algodón tibio, después de cada toma, para que orine o defeque.
La alimentación consiste solo en concentrado, y el tipo depende de sus necesidades nutricionales. La transición al alimento de adulto, a los 2 meses de edad, debe ser gradual, para evitar cambios drásticos, expuso Polanco.
El cachorro de pastor alemán Sam, de dos meses.
En lo que respecta al baño, este debe ser lo más espaciado posible, una vez al mes, para que el pelaje produzca la cantidad de grasa adecuada, que lo protege contra bacterias.
Hay que tener paciencia para enseñarle a hacer sus necesidades fisiológicas. Se escoge un lugar de la casa con ese fin y se coloca ahí papel periódico. El olor de orín que este absorbe orientará al animal de que solo ese sitio debe usar. Nunca corregirlo con golpes si se orina o defeca en otro lugar.
Hay que recordar que es mejor adoptar que comprar mascotas, de raza o no, porque todas ellas merecen una familia que les dé amor y cuidados.
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