Vida

Albach

Tres punto...: Son pocos los ejemplos que se pueden localizar de su trabajo

Alberto Aguilar Chacón nació en la ciudad de Quetzaltenango el 22 de mayo de 1885. De su formación se conoce poco.

Hay datos escuetos, como la publicación ?Pintores de Guatemala 2? (1968), que señala estudios en Guatemala y Europa, probablemente becado por el gobierno de Manuel Estrada Cabrera, al igual que muchos otros artistas a principios del siglo XX.

También se le puede listar como compañero de Rafael Yela Günther y Carlos Valenti.

En su producción destacan óleos y acuarelas de temas folclóricos y panorámicas regionales. También se le conoce como retratista. Tanto en esta disciplina como en los paisajes se caracterizó principalmente por utilizar pinceladas largas y empastadas de tipo impresionista, en las que enfocaba su atención a la luz más que al detalle. Otra característica que comparte con muchos de su generación.

Aunque son pocos los ejemplos que se pueden localizar de su trabajo, hay que mencionar el ?Paisaje? (1916), que se encuentra en la colección del Museo Nacional de Arte Moderno, y el retrato de Osmundo Arriola (1920), que aparece en libros como ?Pintores de Guatemala 2? y ?Arte contemporáneo Occidente-Guatemala?, compilado por Josefina Alonso de Rodríguez.

De él se puede señalar con certeza que fue una de las influencias que determinó la carrera de artistas que se formaron en la Escuela Nacional de Artes Plásticas en los años cercanos a la Revolución de Octubre del 44. Institución de la que llegó a ser director interino en 1946 a la muerte de Ovidio Rodas Corzo, antes de asumir el puesto Antonio Tejeda Fonseca. En este centro impartió las clases de pintura representativa, paisaje, desnudo a color, teoría del color y composición.

Una serie de coincidencias le hace compartir espacios con distinguidos artistas nacionales y extranjeros dentro del lapso revolucionario. Aunque su creación no parece haber sido modificada en el intercambio, su interés le llevó hacia otros derroteros que hoy son fuentes para entender aquel período y sus protagonistas.

Albach, seudónimo con el que firmaba sus creaciones, también aportó varios artículos críticos que fueron publicados en El Imparcial. En éstos, el autor subrayaba aquellas actividades que a su criterio denotaban cambios en materia del arte. Es probable que como respuesta a sus escritos surja el silencio en que el presente ha envuelto su nombre y labor. Hay que recordar que la crítica nunca ha sido bien recibida en Guatemala.

Un ejemplo de su labor en el campo crítico es citado por Josefina Alonso de Rodríguez. Éste hacía referencia a la producción de Eugenio Fernández Granell: ?un caso mental de luz, un fenómeno espiritual en acción, cuya obra, por más que fijada con eficiencia y elocuente plasticidad, siempre guarda detrás de sí, cual musitante rumor, la condición primaria de su génesis mental?.

Albach también habló de lo que hacían los jóvenes de aquel momento, 1948, indicando: ?La epifanía del nuevo arte está en los labios de la subjetividad?. Alberto Aguilar Chacón murió el 1 de mayo de 1952.

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