La investigación se inició el pasado 24 de marzo, cuando la policía recibió una llamada de emergencia que alertaba de que una joven salvadoreña estaba secuestrada en la ciudad.
Los agentes contactaron con la madre de la supuesta víctima, que vive en El Salvador, y esta les comentó que había hablado con su hija ese mismo día y que se encontraba bien.
La Policía se puso en contacto con la mujer que realizó la llamada de emergencia, una amiga de la joven, que les aseguró que estaba secuestrada y les dio una fotografía que había recibido de la víctima atada y amordazada.
Ante los indicios de que se podía tratar de un secuestro real, la Policía española contactó con familiares de la víctima en Barcelona, que les indicaron que habían recibido la fotografía de la joven atada y amordazada, pero también sabían que otras personas habían estado con ella y no apreciaron que estuviera retenida contra su voluntad.
Agentes de la Policía se desplazaron el pasado 26 de marzo a un piso donde supuestamente estaba la joven salvadoreña, donde la localizaron sana y salva.
Los agentes comprobaron entonces que todo había sido una invención de la víctima, por lo que fue detenida por un delito de simulación de delito.
La mujer alegó ante los agentes que había actuado así por su resistencia a obedecer las órdenes de su familia para que regresara a su país, donde le espera su marido, ya que ha rehecho su vida en España.