En la actualidad, por ejemplo, decora con motivos navideños y diversidad de sabores y figuras.
Su gusto por la repostería nació cuando tenía 17 años y asistió a un curso de vacaciones, impulsada por sus padres. Luego empezó a hacer galletas y pasteles para cumpleaños o reuniones de amigos.
En el 2015, con 43 años de edad, Galindo instaló su negocio. Para ello se preparó y desde el 2013 cursó una carrera técnica en Repostería y Decoración de Pasteles y el módulo de modelado de figuras en la academia Pasteles Artesanales.
En el 2016 cursó decoración de pasteles en el Intecap.
Galindo cataloga su negocio como familiar, porque lo instaló con el apoyo de su esposo, Édgar Ramírez, y varios amigos, que ayudan con el capital, mientras logra obtener ganancias.
Otro amigo hace la labor de publicitarlo, para lo cual creó una página en Facebook. Con ellos revisa metas y el giro del negocio, ya que buscan definir si se especializarán en algun tipo de evento.
La mayor demanda que ha tenido hasta ahora es de pasteles, principalmente para cumpleaños. El tipo de decoración y personajes cambia constantemente y debe actualizarse, innovar y personalizar, tanto la decoración como la combinación de sabores.
El negocio se encuentra en Facebook como Dulce Creación Guatemala.
Se pueden hacer pedidos por esa vía o al Whatsapp 59361900.
Conozca los precios: Q5 por unidad es el precio del macarrons; cup cake con forma de bombón, Q6; galletas decoradas, Q10; cup cake con crema, Q12, con figuras en tercera dimensión, Q18. Los pasteles varían de precio según tamaño, sabor y decoración, y la porción va de Q13 a Q15.
Algunos clientes prefieren los sabores tradicionales, otros experimentan con sabores de amapola pero combinados con uno tradicional, como chocolate o piña, comenta la emprendedora.
Para bodas, trabaja el Red Velvet, que consiste en un pastel con masa color escarlata que se mezcla con vainilla, un toque de chocolate y queso crema.
Para Galindo, se debe tratar de conocer tanto la moda como el gusto del cliente. Uno de los puntos con los que debe trabajar cada día es que los precios son un poco mayores a los de productos industriales, porque se trata de una producción artesanal y personalizada, “aspecto que a los clientes aún les es difícil comprender”, refiere.
Aparte de los detalles y el tiempo que se invierte en moldear cada figura, uno de los postres que más cuesta preparar son los macarrons —postre francés con la consistencia como de una espumilla y sabor a almendra—, debido al clima húmedo de Guatemala.
Los consejos de Galindo son creer en uno mismo y tener paciencia para desarrollar el negocio, ya que se necesita tiempo para crear el producto, hacer crecer su cartera de clientes y aprender a responder a cada demanda del cliente.
