La mayoría de estas mediciones reflejan que Guatemala está enferma y débil, pues se posiciona en los niveles medio y bajo en áreas como desarrollo humano, democracia, transparencia y seguridad. Paradójicamente, el índice de felicidad es el único rubro en el que se encuentra en los primeros puestos.
Gustavo Arriola, investigador del Índice de Desarrollo Humano (Idh), del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Guatemala (Pnud), explica que cada organización lleva a cabo distintas evaluaciones con enfoques particulares en las variables de su interés, tales como calidad de vida, democracia o clima de negocios. “Puede calificar la salud desde la temperatura, la presión, o las lágrimas para determinado tópico; al final, los informes nunca serán completos”, sostiene.
A raíz de esto, considera importante que cada país analice las razones de su rezago y, sobre todo, que las bajas puntuaciones sirvan para incidir en la transformación de las políticas públicas.
Desarrollo humano
Los Informes de Desarrollo Humano —desde 1990—, evidencian que en el mundo hay avances en tecnología, educación y generación de ingresos “con la promesa cada vez mayor de tener vidas más saludables y seguras (…) pero también hay un sentimiento generalizado de precariedad actual”, cita el Informe sobre Desarrollo Humano 2014, que parte de las variables de esperanza de vida al nacer, promedio de años de escolaridad, años de escolarización previstos y el Producto Interno Bruto per cápita, para evaluar el progreso de 187 países, encabezados por Noruega, Australia y Suiza. Guatemala se posiciona en el grupo de países con desarrollo medio, en la casilla 125, con un indicador de 0.628.
Para Arriola, la visión de este gran proyecto es poner a la persona en el centro del estudio. “Intenta superar la visión monetarista de centrar la medición del desarrollo de un país solo en el crecimiento económico, pues ello no refleja qué tanto se tradujo esta cifra en una mejora en el bienestar de la población.
Este crecimiento se enfoca en tres grandes dimensiones: calidad de vida, acceso a conocimientos y capacidad de tener una vida prolongada”, expone.
Economía
En el ranking elaborado por The Global Economy, del Banco Mundial, la riqueza nacional en el 2013, conforme al Producto Interno Bruto (PIB) se ubicó en el puesto 71, — US$53 mil 80 millones en precios actuales—, entre un total de 170 países. El primer puesto fue para Estados Unidos con US$16 mil 800 millones, seguido de China con US$9 mil 240 millones.
En cuanto al crecimiento del PIB, el país quedó en la casilla 85 (3.69 por ciento) entre un total de 196.
Sin embargo, al evaluar cómo la riqueza del país se divide entre el número de habitantes, en el PIB per cápita se situó en US$3 mil 478.1 al año, según datos del Banco de Guatemala en el 2013. En este rubro, se descendió al lugar 113 entre 184 países.
“La economía formal ha crecido casi un 4 por ciento, a pesar de que solo emplea el 30 por ciento de la población económicamente activa (el resto se mueve en la informalidad o ilegalidad), sin embargo, no se traduce en una mejor calidad de vida para la mayoría de la población”, explica Arriola.
Clima de negocios
Aunque la economía nacional es medianamente fuerte, en contraste, el clima de negocios presenta las condiciones más desfavorables de la región para la inversión extranjera.
Según el Índice de Competitividad Global, del Foro Económico Mundial, los empresarios guatemaltecos pagan un alto costo para enfrentar el crimen y la violencia. Está en la posición 142 entre 144 países. La corrupción es la segunda variable.
La evaluación de Doing Businees, del Banco Mundial, presenta un panorama más favorable para los negocios, donde destaca tres variables positivas: facilidad para obtener créditos, electricidad e impuestos. En esta clasificación, Guatemala está en el puesto 73 en un total de 189. A nivel centroamericano, se posiciona abajo de Panamá y Costa Rica.
¿Qué significa esto para el inversionista? se pregunta Wálter Menchú, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), en un escenario con mano de obra poco calificada debido a la baja escolaridad (4.1 años) y altos costos en seguridad. “No creo que la facilidad de obtener electricidad sea relevante. Ahora, si nos comparamos con África por supuesto es diferente”, señala Menchú.
Violentos y malnutridos
El escenario anterior se confirma cuando el país está entre los 10 países con los más altos niveles de violencia homicida, de acuerdo con el informe de la oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Crimen, publicado en el 2012.
El estudio ofrece el análisis por continentes. En América los números rojos resaltan la violencia en Venezuela, Belice, Honduras y El Salvador.
Además, los niveles de pobreza, especialmente rural, continúan situándonos entre los países con más altos niveles de desnutrición crónica. Conforme el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Guatemala tiene la tasa más alta de desnutrición crónica en la región. Del 2007 al 2011, con una cifra del 48 por ciento en menores de cinco años. Esto solo es superado por Burundi (58 por ciento) Timor-Leste (58 ciento), Nigeria (51 por ciento) y Madagascar (50 por ciento).
Esta condición provoca en los niños menor retención escolar, menor productividad, propensión a adquirir enfermedades y hasta pérdida del coeficiente intelectual, efectos irreversibles durante toda la vida. En los niños indígenas afecta a ocho de cada 10.
Progreso social
Una de las mediciones más recientes es el Índice de Progreso Social, de la organización Social Progress Imperative, con sede en Wáshington D.C. El enfoque, liderado por economistas de las mejores universidades del mundo, es evaluar las necesidades sociales y ambientales de los ciudadanos con un total de 54 indicadores.
De 132 países, Guatemala se ubicó en el puesto 76 con 61.37 puntos, es decir, un poco más abajo de la mitad.
“La intención es elevar la calidad de la discusión acerca de las prioridades nacionales y guiar las decisiones de inversión social”, indica en su página oficial, en donde Nueva Zelanda, Suiza e Islandia obtuvieron los primeros lugares.
Parte de los hallazgos es que el desarrollo económico es necesario, mas no suficiente para lograr el progreso social.
Sebastián Soliz, investigador de dicha organización en Guatemala, informa que la próxima semana presentarán los resultados del 2015.
Democracia
Dos indicadores, entre otros más, que evalúan el sistema político del país, son el Índice de Percepción de Corrupción de Transparencia Internacional; y el Índice de Paz Global.
La medición de transparencia posiciona a Guatemala en los últimos puestos, en la casilla 115 de 175. No obstante, el mapa mundial ubica a la mayoría de naciones latinoamericanas, al igual que a las asiáticas y africanas, con grandes rezagos en esta materia.
Alejandro Salas, analista regional de la organización, indica que, en general, se han logrado reformas anticorrupción pero no se avanza en los temas clave. “…sin embargo, los grandes esquemas de corrupción que involucran a individuos en el más alto nivel de poder y la falta de castigo a los corruptos siguen prevaleciendo en las Américas”.
En el Índice de Paz Global (Gpi) del 2014, Guatemala está en la posición 115 de 162. Los parámetros considerados en el estudio incluyen variables internas como los niveles de violencia y criminalidad, pero también externas, como el gasto militar y las guerras en las que se está participando. El estudio, en su 8a. edición, lo elabora el Institute for Economics and Peace.
Grandes desafíos
Al tomar como parámetro general el IDH, el Informe agrupa en cuatro grandes grupos de países el nivel de desarrollo humano. Guatemala se encuentra en el tercero —desarrollo medio—, con riesgo de caer al último grupo. “En 25 años bajaremos si no se acelera el desarrollo humano”, asegura Arriola.
Entre los mayores tropiezos para lograr estos avances se encuentra la inequidad, que genera tanta violencia y tener una de las tasas tributarias más bajas. “Tenemos una economía robusta pero inflexible en donde no se rompe con los círculos de desigualdad”, comenta.
El gran desafío para que este conjunto de informes tengan impacto no depende solo de los gobernantes, sino que la participación se accione en tres ejes clave: “Se necesita un Estado fuerte, una ciudadanía fuerte y una economía fuerte. Y los tres están mal”, concluye Arriola.
Diez en Felicidad
- El ingreso económico de un país no va de la mano con la felicidad. La única medición en la que Guatemala tiene una mejor posición: 10 lugar (56.9 puntos) entre 151 países es en el Índice de Planeta Feliz 2012, una medición de New Economic Foundation (Nef) cada tres años.
- La expectativa de vida, la percepción subjetiva de felicidad y la huella ecológica son los tres factores a medir. Además, se complementa con el PIB y el IDH de los países, aunque reconocen el dato económico como inadecuado. En el 2009 y en esta última, Costa Rica se situó a la cabeza. Y en la última medición fue seguido de Vietnam y Colombia.
- Otras mediciones como Better Life Index encuentran que los habitantes de los países nórdicos y europeos tienen indicadores altos de bienestar.
- “Este ranking denota el conformismo de la mayoría de población, que en gran medida se da por la falta de ciudadanía, en donde no se participa para lograr cambios políticos”, comenta Gustavo Arriola del Pnud.