En el área habitan varias especies en peligro de extinción —patos silvestres, armadillos, conejos silvestres y en las áreas más boscosas el quetzal—, también venados.
En la frontera
Se encuentra a unos 355 kilómetros de la capital, en la aldea El Limonar, Jacaltenago. La manera más fácil de llegar es dirigirse a la aldea La Mesilla, La Democracia, frontera con México y en la comunidad Camojá, en el kilómetro 325, cruzar a la derecha y avanzar unos 30 kilómetros.
Para que los visitantes disfruten sin mayores contratiempos la aventura, en la aldea funciona un comité que se encarga de organizar los recorridos y proporciona guías. También prestan el servicio de alimentación y cabañas para los que desean pernoctar, o si se tiene el espíritu aventurero, acampar a la orilla del río y escuchar su murmullo.
El principal atractivo es el agua turquesa del afluente, la cual forma algunas pozas propicias para nadar. También se puede visitar la cueva El Limón, la que, según los guías, aún no han encontrado dónde finaliza.
Para llegar a esta caverna se debe cruzar el paso peatonal de madera El Puentón, de unos 80 metros de largo, construido por los vecinos a mediados del siglo XX. Algunos afirman que se edificó durante el gobierno del general Jorge Ubico (1931-1944).
Este río nace en Concepción Huista, atraviesa una parte de Todos Santos Cuchumatán y llega a Jacaltenango. En su trayecto se une a los ríos Lagartero, Selegua y Cuilco, que en territorio mexicano se integran al caudaloso Grijalva, en Chiapas.
Su recorrido es vigilado por enormes ahuehuetl, famosos porque bajo uno de esta especie Hernán Cortés lloró su derrota a manos del ejército mexica, la noche del 30 de junio de 1520, en las afueras de Tenochtitlan, por lo cual se le denomina árbol de La Noche Triste, según describe Francisco López de Gómara en su Historia general de las Indias.
