Se fue a su nueva casa en Waterloo con sus abuelos maternos Modesto y Berta Jiménez, en un arreglo que, según la portavoz, fue aprobado por el padre del niño.
Ángel pesó poco más de un kilo (3 libras) cuando nació por medio de una operación de cesárea el 4 de abril recién pasado y ha aumentado casi 4 libras desde entonces. Su madre, Karla Pérez, de 22 años, perdió el sentido en su casa en Waterloo a principios de febrero recién pasado tras sufrir un fuerte dolor de cabeza.
Los médicos descubrieron que sufría una hemorragia cerebral y llegaron a la conclusión de que presentaba un coma irreversible.
Los médicos dijeron que miembros de la familia les pidieron que hicieran todo lo posible por salvar a su bebé. El feto tenía 22 semanas de gestación y no podía sobrevivir fuera del útero materno cuando murió la mujer, agregaron.
Un equipo de más de cien médicos, enfermeras y personal de apoyo mantuvo a Pérez viva durante casi dos meses, y cuando su estado empeoró el 4 de abril, la hicieron dar a luz.
El pequeño fue ingresado en la unidad de terapia intensiva neonatal.
Según el hospital, ha habido solo 33 casos similares reportados en la literatura médica desde 1982.
Días después del procedimiento, se comprobó el fallecimiento de Pérez y sus órganos fueron donados.