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Hace 50 años en el país se llevaron a cabo eventos que estaban presentes en la agenda cultural de la ciudad y que transformaron el espíritu de más de una persona. Hoy, son recuerdos llenos de nostalgia.
Durante ese año surgieron varios hitos para la historia del arte de Guatemala ya que en 1971 se realizó la XI Bienal Internacional de Arte de São Paulo (Brasil), donde participaron los artistas plásticos guatemaltecos Arnoldo Ramírez Amaya -posteriormente conocido como “El Tecolote” y Luis Díaz.
Díaz presentó la obra el Gran Gucumatz que ganó el Gran Premio Latinoamericano en la bienal. Por su parte, “El Tecolote” presentó unas esculturas en el certamen, que luego fueron expuestas en Guatemala.
Ese año destacó que, bajo auspicios del Museo de arte moderno de Nueva York (MoMA), se inauguró en el Instituto Guatemalteco Americano una exposición-homenaje a la litografía, en la cual se exhibieron obras del guatemalteco Rodolfo Abularach, el uruguayo Antonio Frasconi y el mexicano José Luis Cuevas.
Las galerías eran varias y se hacían constantes invitaciones a conocerlas. Una de esas fue la llamada Galería Etcétera, ubicada en la séptima avenida de la zona 9, que se caracterizaba por mostrar obras vanguardistas. En 1971 exhibieron a artistas de Israel.
Otra galería era la von Zimmerman, que pertenecía al pintor estadounidense Roberto von Zimmerman. En ese espacio ubicado en la quinta avenida de la zona 1 se llevaron a cabo exposiciones del artista con motivo de temas nacionales como Tikal o Quiriguá.
Otras muestras interesantes de la muestra también abordaban temáticas del país, como una propuesta por el artista nacional Alfredo Guzmán Schwart quien, entre tanto, pintó una serie de acuarelas basada en el Ferrocarril.
El evento se llevó a cabo en la Escuela de artes plásticas y fue patrocinado por la Dirección de cultura y bellas artes, entidad que en aquella época solía montar varias exposiciones.
El ballet también tuvo su público. De esa época destaca una presentación realizada por la longeva compañia Ballet Guatemala en el cine Capitol. El evento que presentó la obra Las Sílfides con música basada en la obra de Chopin fue todo un éxito, apunta una nota de Prensa Libre.
La música de cámara estaba muy presente en la agenda cultural. Un evento que destacó bastante fue la actuación del pianista nacional Eddie Wunderlich, quien interpretó en un concierto del Conservatorio Nacional junto a la mezzosoprano guatemalteca Valentina Sobalvarro. Se dice fue uno de los conciertos más exitosos del año.
Era común ver en ese entonces convocatorias para integrar orquestas como la del Conservatorio Nacional, donde se invitaba a la vez a que las personas se instruyeran en esta institución.
El mismo año se llevaron a cabo exposiciones que abordaban el arte desde otras latitudes. Prueba de ello fue una muestra fotográfica que se realizó a propósito del movimiento de arquitectura brasileña.
En la exposición se contó con fotografías de obras hechas por el urbanista Lucio Costa, Oscar Niemeyer -diseñador del plan piloto de Brasilia-, Francisco Petracco, Mauricio Tuck Schnelder y Jorge O Caron; quienes ganaron gran atención en el mundo por la magnitud de los diseños que hicieron.
También se llevó a cabo una presentación de la primera compañía de danza de cámara de Nueva York que en 1971 realizaba una gira por once países latinoamericanos, entre ellos Guatemala. La agrupación también se presentó en las salas del cine Capitol.
Otro artista internacional que se presentó en aquel entonces fue el declamador de poesía argentino Juan Carlos Pacheco, quien había viajado por todo el mundo, fue condecorado por el gobierno de Bolivia y en Guatemala se presentó en la Biblioteca Nacional donde ofreció un exitoso recital.