Además, un español fue hospitalizado con lesiones en las costillas y un francés recibió atención por varias contusiones antes de ser dado de alta.
El martes recién pasado, en el primer encierro de las fiestas, dos estadounidenses y un británico sufrieron cornadas y otras ocho personas resultaron heridas. Todos salvo los dos estadounidenses fueron dados de alta el mismo día.
Uno de los estadounidenses que seguía hospitalizado era Mike Webster, terapeuta de 38 años procedente de Gainesville, Florida. Webster sufrió una herida por asta de toro en la axila cuando corría en las calles de Pamplona en su 38vo encierro en 11 años, según dijo en su lecho de hospital.
El martes recién pasado dijo que no había decidido si volvería a intentarlo.
Por su parte, el otro hospitalizado, identificado sólo por sus iniciales R.H.O., de 25 años y vecino de Tempe, en Arizona, sufrió heridas en el rostro.
En el encierro diario, que se emite en directo en la televisión nacional, seis toros bravos recorren 850 metros desde un corral hasta la plaza de toros. Luego los lidian a muerte toreros profesionales en las corridas por la tarde. La fiesta de nueve días en Pamplona, que ganó fama por la novela de Ernest Hemingway “Fiesta” (The Sun Also Rises) de 1926, atrae a miles de turistas.
Los encierros son parte tradicional de los festivales de verano en todo el país. Decenas de personas resultan heridas, sobre todo al sufrir caídas.
Dos hombres murieron recientemente de cornadas en los festivales: uno el sábado en Grao de Castellón, en el este del país, y el otro el 24 de junio en Coria, en el suroeste.
En total, 15 personas han muerto por cornadas en los Sanfermines desde 1924, cuando se empezaron a llevar cuentas.