Cristian Rodríguez, delegado de la Conred en Sololá, informó que hasta la semana recién pasada el tránsito vehicular por ambos tramos no había sido suspendido, pero vigilan las 24 horas para advertir de eventuales derrumbes.
Detalló que el suelo de La Catarata es rocoso, por lo que el desplazamiento de las fisuras es más lento.
En el cerro Lec el terreno es más lodoso, debido a que cerca del lugar hay manantiales y corren varios riachuelos, cuyo caudal aumenta cuando llueve, lo cual socava el suelo, explicó Rodríguez.
Agregó que líderes comunitarios monitorean constantemente la cumbre del cerro, para informar si hay riesgo.
Rodríguez indicó que, debido a que es un sitio turístico, tienen planes de contingencia y rutas alternas en caso de desastres.
El jueves último hubo un deslave que interrumpió el paso por varias horas.
Transporte
Catalino Lacán, propietario de microbuses del servicio interurbano, comentó que cuando llueve fuerte suspenden los viajes en esos tramos, para prevenir tragedias.
“Qué bueno que las autoridades estén informando sobre cómo se encuentra el paso, pues esto nos hace tomar precauciones”, expresó.
El gobernador Luis García Chutá informó que coordinaron con instituciones encargadas para tomar medidas en caso de derrumbes y habilitar el paso al Lago de Atitlán y comunidades aledañas.
Pidió a los conductores que tomen precauciones, ya que las rutas se tornan peligrosas durante la época de lluvia.