Los nombres de Cristiano y Messi sobrevuelan el firmamento de los grandes mitos, elevados desde hace temporadas a los altares con dioses como Pelé, Maradona, Di Stéfano, Cruyff… El astro portugués y el crac argentino se reparten los mejores títulos y premios del balompié, compiten por liderar el ranquin mediático y nadie tiene dudas de que serán los reyes del balón, al menos durante un decenio. Todos los focos se dirigen hacia ellos. La movilización marquetiniana a su alrededor maneja millones de euros de las principales firmas internacionales. Si uno de los dos se perfuma con una colonia, en pocos días el otro hará lo mismo para televisiones y cartelería de todo el mundo. Si Cristiano posa en ropa underwear con su físico imponente, Messi le hará la competencia en idéntica desnudez de inmediato. Su imagen pública se encuentra en feroz competencia mutua.
Cristiano y Messi coinciden en su función aniquiladora sobre el césped, derribando defensas y burlando porteros. Suman y suman cifras goleadoras próximas al centenar en una temporada, en cotas nunca antes vistas, sorteando con sus virtudes atléticas los campos minados de las áreas enemigas. Pero aún persiguiendo el mismo objetivo de la red contraria, curiosamente uno y otro son, a la vez, muy diferentes en sus
CUALIDADES Y RECURSOS
Es esta diversidad la que provoca la división del gusto de los aficionados al futbol, ya de por sí están generalmente enfrentados por los colores de las camisetas que ambos defienden.
La historia está cargada de ejemplos en los que dos genios están condenados a compararse: ¿Goya o Velázquez? Seguramente la balanza se decantará por cuestión de mínimos detalles. Aspectos técnicos, físicos, psíquicos, ambientales y de grupo que vamos a analizar y que pueden ayudar a responder a la pregunta más escuchada en el mundo del futbol actual: ¿Cristiano o Messi?
LIDERAZGO
Cristiano y Messi tienen un peso específico en sus equipos, pero curiosamente utiliza más su capacidad de liderazgo el argentino que el portugués. A Messi todo el Barsa le hace caso, lo acompaña, lo atiende y se acopla a lo que reclama para conseguir su mejor cota de juego. Es cierto que compite en esta función con Xavi, Piqué y Puyol, pero estos tres capitanes quedan en segundo plano en el campo cuando el argentino levanta un brazo y reclama respuestas de su equipo. Los otros tres capitanes tienen un gran peso en cuestiones de club y de equipo, pero en el juego, en la hierba, la “messidependencia” es evidente por los cuatro costados en el Barsa.
Cristiano Ronaldo maneja su cuota de liderazgo en forma indiscutible, pero no ejerce con auténtico mando sobre el césped. El portugués es un jugador “para él”, concentrado en su tarea, metido en sus jugadas, obsesionado con hacerlo cada vez mejor. Dialoga con los compañeros, pero no es el futbolista que contagie entusiasmo, sino que su imán y admiración están fundamentadas sobre todo por la capacidad para aparecer cuando los partidos se ponen feos. En el Madrid, el liderazgo tiene nombre propio: Casillas, Ramos y Xabi Alonso.
IMAGEN
La cuestión de imagen ha sido una de las pugnas en las que Cristiano le gana a Messi en los últimos tiempos. Curiosamente, la tendencia se ha invertido a golpe de evidencias y de casualidades más o menos relacionadas con el futbol. Si durante varias temporadas era Messi el jugador idealizado, con un comportamiento discreto, serio y aparentemente intachable, los acontecimientos han querido que ahora Cristiano supere al argentino. A Messi le han perjudicado situaciones concretas como desplantes al público fuera del Camp Nou, enfrentamientos con futbolistas de la cantera o recién ascendidos al primer equipo, y también otros asuntos turbios fuera del campo, como la causa abierta con Hacienda por impago de impuestos. Cristiano tiene un áurea, algo divo que no termina de gustar, pero es cierto que ha ganado en imagen desde que renovó con el Real Madrid. Es el hombre de la permanente sonrisa, del buen rollo con sus compañeros y con la afición madridista. Según un estudio efectuado en el 2013, Cristiano y Messi habrían alcanzado unos 50 millones de euros cada uno en concepto de publicidad. No son los deportistas mejor pagados, pero sí los futbolistas en activo con más tirón para las marcas.
ZONA DE JUEGO
Cristiano y Messi no pisan los mismos territorios en el campo, aunque en la finalización de la jugada buscan idéntico objetivo. Cristiano se somete a la disciplina de un esquema con tres puntas —Cristiano-Benzema-Bale— ubicando su punto de partida en el extremo izquierdo, aunque puede considerarse un jugador diestro que maneja igual las dos piernas. El portugués tiende a buscarse la frontal de la portería rival, con diagonales que lo pongan en óptima posición de remate. Es su jugada favorita antes que el desborde del uno contra uno, suerte que manejó mejor en su esplendor en el Mánchester United. Cristiano busca la pared, la entrada al área apoyado en el compañero y la definición. Messi ha ido enganchándose cada día más a la posición de falso 9 en el Barsa. No es un ariete al uso, pues su arrancada parte desde la zona de medios propia, saltando desde cualquier posición en la referida franja. Su ideal es recibir un poco más allá del círculo de campo rival, para llegar a la frontal y sortear defensas con su dribling bajo y eléctrico o buscar al apoyo y la entrada en diagonal ya dentro del área. Messi gusta de finalizar con balones tocados sorteando al portero y buscando los palos.
VELOCIDAD
La velocidad punta es una de las virtudes excepcionales de Cristiano Ronaldo. Su ritmo de carrera es propio de un atleta de cien metros, con una zancada rapidísima con la que pocos defensas consiguen igualarlo. Cristiano es un jugador ideal para el contragolpe, aprovechando los espacios a la espalda de defensas adelantadas. Puede desbordar con balón o sin él, buscando el pase largo. En cualquiera de las dos situaciones, el portugués muestra una velocidad espectacular. Según datos de la Uefa obtenidos en la última Eurocopa, Cristiano llegó a alcanzar una velocidad punta de 29.41 km/h.
Messi es un futbolista más eléctrico que veloz. No tiene el mismo recorrido de tramos largos en velocidad que Cristiano, pero destaca por la rapidez en el movimiento, en la salida de tres metros, en la chispa para sortear enemigos cuando le salen al paso. El argentino aparenta más velocidad con el balón en el pie que en carrera abierta con un defensa. La zancada no es su mejor virtud.
RESISTENCIA FÍSICA
La constitución física de Cristiano es propia de un atleta completo. Reúne cualidades diferentes a las de Messi. Esta complexión le ha permitido hasta la fecha evitar ciertas lesiones musculares que sí han castigado al argentino. Los infortunios del portugués ocurren en los tobillos. Desde el 2009, cuando Diawara, defensa del Marsella, le hizo una terrible entrada, se ha quedado con cierta fragilidad en el tobillo derecho. No obstante, pocos partidos se ha perdido Cristiano en los cinco años y se sitúa en una media de unos 53 a 60 encuentros por temporada, con excepción del 2009, con 35 encuentros. En cinco temporadas, el portugués ha dejado de jugar 16 duelos por lesión. Messi vive últimamente la otra cara de la moneda. Desde diciembre del 2012 a noviembre del 2013 arrastra problemas musculares, algunos por repetición, que le han mermado el rendimiento, a tal punto que la última rotura del bíceps femoral le ha llevado a una recuperación de un mes en Argentina. Pero ya antes, en febrero del 2005, comenzó un historial de rotura de fibras, elongaciones y sobrecargas que le impidieron jugar más de 40 partidos por temporada. Por fortuna, entre el 2008 y el 2012 vivió un período de 20 meses sin lesiones, llevando en volandas al Barsa hacia sus mejores cotas de éxito. Ahora vuelven los nubarrones en la condición física de la Pulga. En todo caso, físicamente Messi es un jugador más frágil que Cristiano, con menos potencia muscular, aunque en el Barsa se han esmerado por cuidar desde su juventud su crecimiento y complexión muscular.
RECURSOS TÉCNICOS
La valoración técnica de Messi y Cristiano se diferenciaría por apenas décimas en cualquier puntuación de un jurado. Si uno tiene dribling —Messi—, el otro finta —Cristiano—; si el argentino lleva el balón pegado al pie, el portugués es una locomotora con el esférico por delante; si Messi es capaz de zafarse de rivales en cadena en apenas cuatro metros, Cristiano lo puede conseguir con la potencia de su físico inigualable; y si el azulgrana tiene habilidad para colocar la pelota donde desea en la finalización, el madridista elige el golpeo contundente, seco, letal y añade a sus virtudes de remate la de un salto prodigioso, de 80 centímetros en posición parada —el mismo que un jugador NBA—, que cuando es en velocidad se multiplica para elevarse hasta casi los tres metros para sus espectaculares goles de cabeza. El juego aéreo es una baza en la que Cristiano no tiene enemigo en Messi. Sin embargo, algunas cifras de la presente temporada benefician en la media al argentino en aspectos de juego cuantificables. Por ejemplo, destaca por su capacidad de regate, ya que tiene un 45 por ciento de acierto, frente al 32 por ciento de Cristiano; asimismo, en los pases al compañero, es más preciso Messi con un 80 por ciento contra el 77 por ciento del portugués. Pequeñas diferencias que cambian de vencedor si decimos que Cristiano lleva una media de un remate a puerta cada 12 minutos y su rival azulgrana busca portería casi cada 14 minutos; y el madridista pierde un balón cada 8 minutos, mientras que la Pulga lo hace cada siete minutos.
PRODUCTIVIDAD
Probablemente se puede afirmar que en la presente temporada Cristiano Ronaldo mantiene un índice de productividad más alto que Messi, si consideramos las estadísticas de goles y minutos jugados. Las lesiones vienen minando al argentino, dejándolo atrás en este sprint particular con el portugués. Es cierto que en las dos temporadas pasadas Messi consiguió en la Liga mejores números que Cristiano —46 y 50 por 34 y 46—, pero en la presente campaña, el delantero madridista ha doblado al azulgrana en cuenta goleadora, si bien es cierto que también suma el doble de minutos jugados por los infortunios del crac barcelonista. Estamos hablando, no obstante, de dos fenómenos cósmicos de cara al gol. Messi es el máximo goleador en la historia del Barsa, el quinto en el ranquin de la Liga y consiguió el récord de celebrar 91 tantos en un año natural —2011-2012—. Pero Cristiano no se queda atrás: logró cien goles en solo 92 partidos con el Madrid, es el máximo goleador de la historia de la Champions y en apenas cinco temporadas ya es el mejor quinto goleador de la historia del club. Pero para hacer una valoración más exacta del pulso que ambos mantienen por ser el rey del gol, contrastamos las cinco temporadas en las que llevan compitiendo cara a cara en la Liga, y el resultado es tremendamente parejo. Mientras que Messi estaría en una media de 33.8 goles por campaña, Cristiano se quedaría en 32.8. Es decir, prácticamente un empate técnico que habla de la igualdad en la productividad de los dos astros en la tabla de goleadores. Si nos referimos al histórico de anotaciones en todas las competiciones en las últimas cinco campañas firmados por uno y otro, también Messi superaría por muy poco a Cristiano, con una media por temporada de 49.4 por 45.2. La valoración global es la de dos extraterrestres del futbol.
PRESTIGIO / TÍTULOS
Cristiano y Messi rivalizan en el reparto de títulos y premios desde hace temporadas. El mayor logro en este duelo a dos lo tiene Leo Messi, que suma cuatro balones de oro consecutivos —2009, 2010, 2011, 2012—, una marca que nunca antes consiguió un futbolista. Otros de gran porte y categoría como Ronaldo Nazario y Zidane pudieron levantar tres balones de oro, pero en temporadas alternas. Sin embargo, no solo puede presumir la Pulga argentina de este brillo internacional. También suman en su prestigioso currículum las seis ligas obtenidas en nueve años, las dos copas del rey, las seis supercopas de España y, sobre todo ello, las tres ligas de campeones —2006, 2009 y 2011— , que le dan esplendor. Estamos ante un auténtico coleccionista de títulos, ya sean particulares o de equipo, pero siempre con un papel protagonista defendiendo la elástica azulgrana. Se puede decir que para emparejarse con el mito de Diego Armando Maradona le quedaría por levantar una Copa del Mundo, objetivo que perseguirá con toda su energía en el Mundial de Brasil.La vitrina de Cristiano Ronaldo también se encuentra repleta de reconocimientos por su trayectoria, aunque en menor medida que Messi. Al portugués le entregaron el Balón de Oro en el 2008, ha sido Fifa World Player, Bota de Oro por dos veces y ha sumado numerosos galardones individuales durante su carrera, especialmente en el futbol inglés. Esta será su quinta temporada en el Real Madrid, con una Liga, una Copa y una Supercopa en el palmarés. El gran objetivo de CR7 es conseguir en esta campaña la Champions, que sería la añorada décima del Real Madrid. Al igual que Messi, su sueño último sería lograr la Copa del Mundo, pero Portugal no es una de las favoritas para Brasil 2014.
PRESENTE Y FUTURO
El año llega a su fin con la rivalidad viva entre Cristiano y Messi. A pesar del mes de baja que sufre el argentino por su última rotura muscular y que lo mantiene lejos del escenario del futbol, la rivalidad con Cristiano permanece. La pugna por el Balón de Oro es un pulso abierto, pero tanto como la competencia por los títulos de equipo y los premios individuales del año. El portugués y el argentino se encuentran ante una temporada de muchísima carga, con la cima en el Mundial de Brasil 2014. Pero en el camino, los dos pelearán por hacer el triplete —Liga, Copa y Champions— con sus clubes. Cristiano tiene como obsesión la Décima Copa de Europa, además de levantar su segundo título de Liga. Asimismo, el portugués está lanzado en la carrera por ser máximo goleador, sprint en el que Messi ha perdido el paso por problemas físicos que le impide jugar partidos y sumar goles. La situación indica que Cristiano lleva cierta delantera a Messi en el perfil de la temporada, tanto por la línea de rendimiento ascendente del madridista como por el estado global del equipo blanco, a pesar de que el Barsa está sobrellevando la baja del argentino apoyado en la figura emergente de Neymar.
Messi ha crecido y se ha formado como futbolista en el Barsa. Desde el 2004 está en la primera plantilla y ahora solo tiene 26 años. Su ADN podría considerarse barcelonista sin discusión. Sin embargo, los acontecimientos sobre sus continuas renovaciones en el último año han permitido que se haya especulado con una posible salida en junio próximo. Una posibilidad remota, se diría, cuando el barcelonismo considera a Messi su líder. En febrero se le renovó hasta el 2008, pero la entrada en el vestuario de Neymar ha provocado la reacción del argentino pidiendo mejor ficha que el brasileño. El presidente Rosell tendrá que esmerarse en la situación contractual de su estrella, para evitar sobresaltos a final de temporada. La cláusula de rescisión es de 250 millones de euros. En el Camp Nou han de estar muy alerta en los próximos meses por el contrato de Messi.Cristiano, por el contrario, tiene a sus 28 años su futuro pactado y firmado con el Real Madrid para las próximas cinco temporadas a razón de 17 millones de euros netos por cada una. Después de una larga negociación que empezó en la primavera del 2013, la entidad y el crac llegaron a un acuerdo en octubre. Así, Cristiano será madridista al menos hasta el 2018.