Explica que la nutrición en el deporte existe desde la antigüedad. Ya en las antiguas Olimpiadas se seguían unas pautas determinadas en temas alimenticios. “No era acertado. Se pensaba que había que comer carne que nutriera al músculo y con el tiempo se ha rechazado este método. Además, se cometían varios errores. Qué comer, cuándo comer y cómo comer. No se guardaba tiempo entre el almuerzo y el ejercicio. Y la cantidad de ingesta iba unida al ejercicio que se iba a hacer”.
Hoy en día la mayoría de los deportistas de élite se vuelca en mantener su estado físico, sobre todo cuando llega a una determinada edad. Las lesiones comienzan a aparecer y en determinadas ocasiones se atribuye a estas malas conductas alimenticias. Messi es uno de los casos más conocidos. Mucho se ha hablado del argentino y de sus nutricionistas. En la era de Pep Guardiola, como técnico del Barcelona, el crack argentino controlaba su alimentación al máximo y así llegó a su más alto nivel como futbolista. Tras la marcha del entrenador, las lesiones de Messi se acentuaron y muchos vieron el origen de ellas en la mala alimentación que el astro volvió a retomar: carne roja, Coca Cola, conguitos y choripán, entre otras. ¿Acusan los músculos de Leo su mala alimentación?
Escribano no duda en dar su opinión sobre Messi y sus lesiones musculares: “Un club como el Barcelona está pendiente de la alimentación de sus jugadores. Cuidan cada detalle de cada jugador. A Messi no se le produce la lesión por comer mal, a ningún jugador se le genera una lesión por la mala alimentación. Creo que con este tipo de comentario lo que se ha querido es dañar la imagen del argentino”. Entonces, ¿cuáles son las consecuencias de una mala alimentación?, “El aumento de peso, y la más importante, que el combustible no funciona. A veces nos alimentamos de comida inútil que no ayuda a que nuestra máquina actúe a la perfección para la actividad que se realiza”, desvela Escribano.
En el caso del piloto Fernando Alonso, estricto la alimentación, no se trata solo del miedo a lesiones, sino de mantener el peso ideal acorde con el monoplaza que tiene que pilotar. En la pretemporada del 2011 se sometió a una dieta alimenticia para perder 3 kilos y llegar perfecto a la temporada.
Son muchos los deportistas de élite que cada día están más concienciados por cuidar la salud, el descanso y la alimentación para rendir al máximo. Rafa Nadal, al que vimos cenando pizza, hamburguesa, pasta y varias tartas el día que ganó su primer Roland Garros. Usain Bolt basa su alimentación en un nutriente llamado ñame, rico en hidratos de carbono, aunque el jamaiquino confesó durante los Juegos Olímpicos de Pekín que se alimentó varios días de nuggets de pollo.
Pero el caso más curioso es el del medallista olímpico por excelencia: Michael Phelps. El nadador estadounidense seguía una dieta hipercalórica. Mide 1.93 metros, pesa 184 libras, nadaba 80 kilómetros a la semana y se nutría de unas 12 mil calorías al día. ¿Es imprescindible cuidar la alimentación para llegar a lo más alto? Phelps fue un fijo en el McDonald’s de la Villa Olímpica de los Juegos de Londres 2012. Parece que comparte los mismos hábitos con su compatriota Ryan Lochte, ya que en Pekín 2008 comía al menos una hamburguesa al día.
Unos no lo necesitan y otros no viven sin cuidarse. Luis Lavrador, jefe de cocina de la selección portuguesa de futbol, reveló las buenas costumbres que Cristiano Ronaldo tiene en temas de nutrición. El delantero del Madrid basa su alimentación en pescado y fruta, y nada de dulce. “Sus menús aportan tres mil calorías al día, basadas en pasta, arroces, frutas y frutos secos. Se cuida al milímetro”.
Javier Arbizú lleva años siendo el cocinero de la Selección Española. Entre otros campeonatos, dirigió la dieta que siguieron los jugadores cuando se proclamaron campeones del mundo en Sudáfrica. El navarro, que sigue siempre las instrucciones de un nutricionista, desvela algunos de los secretos: “Siempre comen cinco horas antes del partido, y nada de salsas y grasas. Eso sí, más pescado que carne. Una copita de vino sí está permitida, porque no le hace daño a nadie. Es mejor eso que una Coca Cola, aunque la mayoría bebe agua”, declaró Arbizú.
Pizza tras los partidos
En cambio, cuando se le pregunta al doctor Escribano sobre los alimentos prohibidos, esos que son nocivos para el deportista, solo señala el alcohol. “Yo les digo a los jugadores que una gota de alcohol es mala. ¿Para qué tomarla? Es un enemigo del deporte y recomiendo no consumir nada”.
En numerosas ocasiones los equipos de futbol dan de comer a sus jugadores pizzas tras acabar los partidos. Puede parecer sorprendente. Pero el doctor Escribano da las claves: “Tras un partido se debe hacer una comida de recuperación. La pizza es harina; es decir, hidratos de carbono, lo adecuado. Por lo tanto, es práctica y eficaz cuando los jugadores deben irse corriendo a coger un avión. Es igual de bueno que comer un bocadillo de jamón. Si tuvieran el tiempo necesario, se haría una comida de recuperación más calmada”.
Cuidar los hábitos en la alimentación parece estar de moda. “Yo comencé a trabajar en este terreno a finales de los años de 1970 y principios de 1980 y era muy difícil concienciar a los jugadores de que siguieran una rutina. No lo entendían. Hoy en día está asumido y es una parte más dentro de la rutina de un deportista”, explica el doctor Escribano. Además, la mayoría de los clubes de futbol en España cuenta con personas preparadas en el tema.
España es uno de los países precursores de que un buen deportista debe cuidar su alimentación, unido a un buen entrenamiento y a un correcto descanso. En otros países como Inglaterra, pecan de utilizar salsas, mantequillas, salchichas Algo impensable en España. Nuestra dieta se basa en pasta, arroz, mucha fruta y verdura. “Son métodos reafirmados y muy exportables”, concluye el doctor Escribano. Buenos comedores, buenos deportistas.