Según el experto en finanzas personales Eduardo Palacios, ocho de cada 10 guatemaltecos que generan ingresos tienen alguna deuda por tarjetas de crédito, préstamos bancarios u otro tipo de compras que les impide ahorrar.
De acuerdo con la Superintendencia de Bancos, durante el 2014 el endeudamiento con tarjetas de crédito —entre bancos del sistema y empresas que emiten este plástico— ascendió a Q13 mil millones, lo que representa un 11.5 por ciento más que en el 2013, que fue de Q11 mil 445 millones.
De acuerdo con Palacios, lo mínimo que una persona debe ahorrar es el 10 por ciento en sus ingresos mensuales, partiendo de un manejo ordenado del presupuesto familiar y evitar gastos innecesarios.
Los réditos de este hábito se podrán disfrutar cuando la persona llegue a la edad adulta, indica Palacios en su libro Cómo hacerla en la vida, el cual va por su 6ta. edición y recoge su experiencia de 17 años como conferencista en este tema. “Es libro de texto en cinco universidades del país y algunas de Honduras”, refiere.
Partir el billete en dos
La mayoría justifica que no ahorra porque su salario es insuficiente para cubrir sus necesidades básicas, pero se ha comprobado que lo que más incide es la mala administración del dinero, ya que las personas se exceden en sus gastos, explica Palacios.
A criterio del experto, acumular capital es una práctica para la cual no se requiere mayor nivel académico. “Independientemente de si se gana mucho o poco, si se guarda el 10 por ciento, se acumulará una cantidad”, asegura.
En su libro Cómo hacerla en la vida, Palacios cuenta la historia de una empresaria de San Pedro Sacatepéquez, San Marcos, cuyo lema es “billete ganado, mitad comido y mitad guardado”. Ella solo estudió hasta 6to. primaria y en la actualidad es una próspera industrial, gracias a su maquila de ropa y a su sentido común.
Disciplina
Rebeca Pérez, de 51 años, es una médica anestesista que reside en la capital, y un ejemplo de cómo el ahorro sistemático, permite disfrutar de un futuro con menos complicaciones económicas.
Ella cuenta que con el esfuerzo de su familia logró culminar la carrera de Medicina en la Universidad de San Carlos.
Cuando principió a trabajar en el Hospital Juan Pablo II adquirió una casa financiada a 20 años plazo, la cual gracias a la disciplina para manejar sus ingresos logró cancelar en la mitad del tiempo estipulado, así que adquirió otra casa, la cual aún está pagando.
“Mi madre me enseñó a ahorrar. Para mí es una meta que equivale al pago de un alquiler, no puedo dejar de hacerlo”, relata Pérez.
Más ganancias
Palacios explica que hay tres formas de acumular capital. La primera es a través de cuentas de ahorro en bancos o cooperativas, pese a que se sabe que las tasas de interés que pagan son muy bajas, pero de todas maneras funciona para reunir la cantidad que se necesita para el siguiente objetivo.
Otra manera de acumular riqueza es adquirir bienes inmuebles. “Compre un lote, construya, alquile, ponga un parqueo. Es lo más seguro”, aconseja el experto.
La tercera manera es abrir un negocio para lo cual es necesario tener, además del capital, conocimiento para no fracasar. “Es la opción que brinda más utilidades, aunque las tres posibilidades presentan riesgos. El comercio de comestibles es uno de los que mejores ganancias genera”, cometa Palacios.
Imprevistos y diezmos
Dos reglas para que siempre abunde el dinero son las siguientes. En el presupuesto familiar se debe contar con un rubro de ahorro para enfrentar gastos inevitables a lo largo del año como consultas médicas, útiles escolares, compromisos familiares y servicios de vehículo, entre otros.
El segundo caso se relaciona con la fe cristiana de aportar el diezmo a la iglesia (10 por ciento del salario) el cual, tanto para Palacios como para Pérez, se refleja en una abundancia familiar que muchas veces no tiene explicación.
Pérez enfatiza que al ayudar al prójimo se recibe una recompensa que no puede medirse.