El premio por ascender en zigzag 1.5 km de gradas, las cuales fueron construidas por los vecinos con el apoyo de la Unión Europea, es contemplar un centro ceremonial maya y la cristalina lagunilla La Pila, rodeada de un bosque húmedo montano sub tropical.
Para disfrutar de esta experiencia se debe buscar la ruta que lleva de la ciudad de Huehuetenango al pintoresco municipio donde nació José Ernesto Monzón, el llamado “cantor del paisaje”, que se encuentra a más de 3 mil metros de altura sobre el nivel del mar.
El sendero se encuentra a 40 km de la cabecera departamental —a 310 km de la capital— y el viaje en vehículo no demora más de una hora y 20 minutos. También hay buses extraurbanos desde la ciudad de Huehuetenango y el recorrido podría durar unas dos horas.
En el trayecto abundan los paisajes propios de los páramos, como las plantaciones colectivas de papa, en las cuales se involucran todos los integrantes de una familia. Pero también hay riachuelos que nacen entre las rocas y son empleados para el riego de los cultivos.
En la maceta
Durante el ascenso se pueden apreciar bosques de pinabete, pino, ciprés y roble, donde vuelan infinidad de aves que con sus cantos relajan a los visitantes. Entre la maleza se dejan entrever, a veces, conejos, ardillas, zorrillos, armadillos y serpientes de distintos tamaños y colores.
El sendero conocido también como La Maceta, forma parte del área protegida del Parque Regional Municipal de Todos Santos Cuchumatán, a más de 3 mil 400 metros de altura.
En esta reserva, según el guía Esteban Matías, los principales atractivos son la variedad de flora y fauna, así como las rocas kársticas. “Esta es una zona que el pueblo cuida y con el sendero ecológico pretendemos que se conozca esta riqueza natural”, indica.
Abundan las especies endémicas como salamandras y arbustos de huito. Hay cuevas, lugares sagrados y las cataratas que originan la lagunilla La Pila. La caída de agua más grande mide, aproximadamente 35 metros.
Clima frío
Se recomienda llevar un buen abrigo, debido a que la temperatura es menor a los cinco grados, principalmente en esta temporada de fin y principio de año.
Para las familias que no desean pagar el servicio de guía, que cuesta Q30 por persona, el costo del ingreso es de Q20, también por persona.
Para evitar algún contratiempo se aconseja a los excursionistas coordinar con los pobladores, pues los lugareños son celosos de sus bosques, puesto que los consideran una parte importante en su vida.
Para reservaciones contactar al guía Matías al teléfono 5381-0540, o bien a la oficina de información en la aldea Chiabal, Chiantla, donde se ofrecen servicios de alimentación y hospedaje.