Segunda copia
No se conoce el original del Popol Vuh, mas se considera que fue escrito cerca de 1550 en el altiplano occidental. El libro es relevante para la cosmovisión de los pueblos prehispánicos, pues reúne mitos y relatos históricos.
La versión más antigua que se conserva es la transcripción del quiché al castellano que el dominico Francisco Ximénez hizo en el siglo XVIII. Su manuscrito forma parte del acervo de la Biblioteca Newberry, en Chicago. Con anterioridad este centro entregó una reproducción a la municipalidad indígena de Chichicastenango y otorgó recientemente un segundo facsímil al Museo Popol Vuh.
Valls menciona que la pieza es una de las destacadas en la nueva muestra temporal dedicada al texto, vigente por al menos un año más, la cual se complementa con una docena de objetos arqueológicos, un video y una tabla electrónica interactiva para conocer acerca del documento.
“Se solicitó en junio a los cofrades de Chichicastenango que colocaran simbólicamente el libro y, a partir de julio, podrá ser apreciado por los visitantes”, agrega la directora, en lo que considera es una actividad fundamental para el museo, por ser ellos custodios del primer duplicado cedido por la Biblioteca Newberry.
La impresión dice, es fiel al original, inclusive se reprodujeron detalles como los bordes de las páginas, que no están uniformes, o las marcas que la tinta deja con el paso del tiempo en el reverso de las hojas.
Además, 32 dibujos de una serie de 37 hecha por Guillermo Grajeda Mena (1918-1995) fue distribuida en el recinto; estos versan sobre el Popol Vuh y tienen el agregado de estar en el lugar para unirse también al año del centenario de nacimiento del artista plástico guatemalteco.
Otras áreas
Las exposiciones, tanto las temporales como la permanente, constituyen uno de varios programas que se desarrollan en el museo. La museografía recorre la historia del país desde la época prehispánica hasta la colonial y las explicaciones están a cargo de los guías que forman parte del voluntariado, quienes abordan varios temas, en atención a las necesidades del grupo que solicita un paseo, este puede ser desde estudiantes de preprimaria hasta universitarios, así como académicos o turistas.
Cincuenta y tres personas integran dicho equipo, todas capacitadas para dar charlas como Platería colonial guatemalteca, Arte rupestre en Guatemala, Música precolombina, Maíz y cacao, Popol Vuh e Imaginería colonial guatemalteca, entre otros paquetes que suelen incluir un taller al final de la actividad.
El eje educativo es una prioridad que acompaña al museo desde su fundación, aunque atiende a todas las audiencias se enfoca en los niños debido al deseo de los fundadores, Jorge y Ella Castillo, quienes no tuvieron descendencia.
Adicionalmente, hay servicio de biblioteca, la cual es consultada por académicos y estudiantes, así como una línea editorial que entre otros títulos ha publicado Arqueología subacuática Amatitlán y Atitlán, Imágenes de la mitología maya, Kakaw: El chocolate en la cultura de Guatemala, Los dioses del Popol Vuh en el arte maya clásico o Un Invierno en Centroamérica y México.
Cuenta, además, con un catálogo virtual en su página y lleva a cabo cada mes conferencias y cursos libres de temas históricos, antropológicos o arqueológicos.
Condecoraciones
El Museo creó en 1998 la Orden del Pop, para honrar los méritos de quienes han contribuido a la conservación, investigación, o difusión del patrimonio cultural de Guatemala.
También instituyó, en el 2003, el Premio Huun para reconocer las publicaciones sobre Arqueología en los medios escritos. Ambas distinciones se entregan anualmente, en julio, cuando tiene lugar el Simposio sobre Investigaciones Arqueológicas en Guatemala. Este año la ceremonia será especial para el recinto debido a que durante el año celebrarán cuatro décadas de trayectoria.
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> 30 mayo, Día Nacional del Popol Vuh.