Compositor, productor, guitarrista, tecladista y vocalista, el guatemalteco ha navegado por la escena musical del país, en donde actualmente se encarga de promover aquellos proyectos de artistas independientes a través de sus plataformas digitales.
Su viaje inicia en 2011, cuando forma parte de la banda de surf rock Los Tiros, misma que se ha consolidado en la escena musical independiente de Guatemala por su sonido energético, divertido y llena de referencias a vaqueros y al viejo oeste.
En 2016, ante la necesidad de expresar aquello que guardaba en su interior, Alonso crea el dúo musical Dinosaur 88, en donde las guitarras pasan a segundo plano y el sintetizador toma un rol protagónico, así como el contenido lírico.
Además, ha trabajado con otras bandas guatemaltecas como El Sargento Pimienta, Phantom y Asimov, estas dos última actúa también como mánager. Y con su productora de audio, Durísimo, junto con su cofundador Sebastián Méndez, amplió su campo al ofrecer sus servicios para otro tipo de proyectos sonoros.
La producción y los proyectos musicales, en palabras de Alonso, son dos conceptos que no pueden desligarse o analizar de manera individual, ya que ambas actúan en conjunto con el propósito en común de lanzar un producto no solo de calidad, sino que logre conectar con las personas.
¿Cómo fueron tus inicios en la música?
Siempre he estado rodeado de músicos y artistas que se dedicaban a ello, tanto del lado de mi mamá como de mi papá. Mi abuelo materno era marimbista y tenía literalmente una orquesta de marimba, y mi abuelo paterno era organista en una catedral en España. A mis papás les gustaba cantar y estaban involucrados en diferentes coros.
Realmente no concibo un momento de mi vida en donde yo no esté haciendo ruido o música con algo. Mis primeros recuerdos es tener cuatro años y jugar con pianitos eléctricos.
¿Qué te impulsó a empezar a formalizarte como músico e iniciar tus proyectos musicales?
Creo que para conocer ese momento uno tiene que ser un poco más grande. Obviamente al principio me tomé la música más como un pasatiempo, como ese desahogo donde uno encontraba paz. Para mi el pasar tres horas tocando la guitarra era mejor que salir a jugar pelota en la calle.
El momento en que yo dije “quiero formalizarme y hacer proyectos musicales” yo me encontraba en secundaria, tendría unos 15 años, y fue cuando me di cuenta del género musical que a mi más me gustaba y que yo quería tocar: el Punk Rock.
En esa época veía muchísimo MTV y empezaban a sonar bandas como Green Day, Blink 182, The Offspring, etc. Realmente fue ese punto de inflexión en donde dije “Yo quiero hacer algo así”.
Al momento de formalizarme en la música y tener bandas de música punk rock, en ningún momento se veía la idea de internacionalizarlo. Era un proyecto serio, pero no profesional. Todo eso cambió cuando llegaron Los Tiros.
Cuando el guitarrista y baterista me ofrecieron estar en su banda, en un inicio me dijeron que no solo se iba a tocar, ensayar y grabar, sino también se se harían giras y se saldría del país, es decir, hacerlo en serio.
Ante el crecimiento exponencial de la banda (Los Tiros tocó en diferentes países como Honduras, El Salvador, Costa Rica, Colombia, México y tienen un historial de más de 500 presentaciones) decidí dejar de un lado otras cosas y dedicarme de lleno a ellos. Y de eso va de la mano estar de lleno en la composición y la producción.
¿Cómo se formó la productora Durísimo?
Yo venía de la cultura del Call Center, el cuál fue mi trabajo por varios años. Un trabajo totalmente respetable, que le tengo mucho cariño. Aún con eso, siempre estaba la espinita de querer dedicarme a la música y que se vuelva la prioridad.
Justamente en el 2016, Sebastián Méndez, baterista de Los Tiros, me dijo que tomáramos todas las herramientas que teníamos en ese momento y que creáramos nuestra propia productora. Ya teníamos la experiencia con Los Tiros en grabar y producir, ahora lo que faltaba era ofrecerlo como un servicio.
Con la productora ya no solo te enfocas en la música artística sino también debes prestarle atención a cosas como spots radiales, jingles, anuncios publicitarios, etc. Eso hace que se expanda aún más todo el panorama de la música.
¿Cuál fue tu formación respecto a la producción musical?
Desde que era pequeño si recibí clases de guitarra y de música. En la adolescencia era más de practicar y practicar todos los días, casi que tres horas diarias para mejorar la técnica.
Cuando comencé con Los Tiros fue cuando decidí profesionalizarme al respecto. Si tomé cursos de grabación y mezcla de audio. Sin embargo, Youtube ha sido la universidad más grande a la que he podido confiar. Hay veces que me topo con un problema y Youtube me ha servido mucho, sobre todo porque, o bien aparece la solución al problema, u otra persona te encamina hacia la posible solución.
Algo que yo siempre digo es que la producción musical es 50% la técnica que uno aprende por medio de cursos o información, y el otro 50% es creatividad porque incluso en la edición y mezcla, hay tantos detalles que se van más para el lado creativo.
¿Por qué se decidió por ese estilo particular de Los Tiros?
Es un sonido bastante alegre de escuchar, muy animado y energético. Los otros miembros tenían ya la idea de la banda y me dijeron que si quería formar parte de ella. Al principio tenía esas dudas del por qué no iban a ponerle voces, ya que pensaba que se perdía la oportunidad de conectar con la gente.
Pero entendí todo, porque se trataba más de una banda conceptual, con cosas como que nos vestíamos de vaqueros y tocamos música del viejo oeste, pero le metíamos un sonido rockero. Cuando ves a Los Tiros en vivo te das cuenta que no hace falta las voces, porque es más un espectáculo teatral.
A la vez, al no tener letra, se convertía en una música más universal, porque se podía tocar donde fuera y que no peleaba con idiomas, solo era la música.
¿Y por qué Los Tiros decidieron aventurarse a crear un podcast?
Realmente fue muy curioso porque, nosotros empezamos a grabar el podcast a finales del 2019, pero creo que, el hecho de que nos hayamos topado con una pandemia hizo que creciera más porque más personas empezaban a consumir ese tipo de contenido.
En el podcast hablamos de muchos temas, obviamente la música es uno de los temas centrales porque somos una banda, pero en general hablamos de cosas de la vida.
Entonces pasó algo curioso: todo lo que no decimos en la canciones de Los Tiros, lo decimos en el podcast, entonces es como un tipo de balance.
¿Por qué surgió Dinosaur 88 si aún existían Los Tiros?
La música de Los Tiros me encanta y la disfruto mucho, pero a mi siempre me daba esa espinita de que quería cantar y que la gente pudiera cantar e identificarse con mis letras.
Quería expresarme, decir cosas y plasmar mis ideas en canciones, y que la gente se identificara. Además, quería probar otros instrumentos, porque con Los Tiros es una formación muy convencional, y yo quería meter sintetizadores, así como sonidos más ambientales, espaciales e incluso digitales.
¿Cómo nació la idea de recomendar propuestas de artistas guatemaltecos?
Todo inició realmente porque yo quería crear mi canal de Youtube. Me gusta mucho consumir esa plataforma y sobre todo análisis de música, para saber qué nuevas corrientes musicales hay.
Quería empezar a promover y recomendar artistas que luchan por salir adelante y que no tienen una plataforma de difusión tan grande como si tuvieron otros artistas populares de Guatemala.
Entonces me dije “Vamos a recomendar música y quiero que mis redes sociales se conviertan en el punto de encuentro para toda esta gente que quiere consumir música nacional”.
¿Qué has aprendido a lo largo de tu carrera?
En este proceso de crecimiento que he tenido en toda mi vida, tanto con mis grupos como en la producción es que definitivamente no se puede remar solo. Uno no puede tener un proyecto musical y querer hacer las cosas solo.
Lo mejor que puedo hacer es apoyar a la gente que hace lo mismo que yo, y que pasa por las misma situaciones que yo. Esa gente que trata de obtener espacios en conciertos, que tratan de obtener escuchas en Spotify, que trata de ver quienes les abre la puerta de su bar o restaurante para presentarse, etc.
Cuando uno empieza a hacer música, es la familia a veces la primera que a uno lo escucha, pero en muchos casos lo hacen casi por obligación.
Lugo están los amigos, porque lo quieren a uno un montón. Pero cuando ya llegas a gente que no te debe nada y que te escucha porque genuinamente le gusta lo que haces, a mi me llena muchísimo y estoy muy agradecido con ellos.
Yo siempre soy muy agradecido con la gente que no me debe nada ni me conoce y que consume mi música y la escucha. Me emociona mucho y pienso en lo bonito que es cuando a las personas conectan con la música que uno hace.