Aunque con el tiempo estos frutos dejaron de ser piezas decorativas, la manzana se ha convertido en la reina, entre las frutas, de la temporada de fin de año. Su importación creció 184 por ciento en los últimos 12 años.
aumentó la importación de uvas del 2002 al 2014.
En el 2002, por ejemplo, el país importó US$6 millones 583 mil 768. La cifra casi se triplicó en el 2014 —US$18 millones 673 mil 948—, según el Banco de Guatemala (Banguat).
Del 1 de enero al 30 de septiembre de este año le compró a Chile US$6 millones 687 mil y US$6 millones 241 mil a Estados Unidos.
297 mil 529 sumaron las importaciones de uvas en el 2014.
Producto nacional
“Debido al bajo precio y la fuerte competencia que ha generado la manzana del país del sur, el cultivo nacional ha dejado de promoverse, indica el estudio Control biológico del áfido lanígero del manzano, publicado por el Centro de Estudios Agrícolas y Forestales de la Universidad del Valle.
La manzana guatemalteca se cultiva sobre todo en los Cuchumatanes, Huehuetenango; Quiché, Quetzaltenango y San Marcos.
Las variedades más populares son Red delicious, Doble red delicious, Jonathan y Juárez.
Es el medio de subsistencia de los campesinos de esas áreas. Algunos, con más tecnología a su alcance, producen jaleas, compotas y néctares, según Manuel Porres Arreaga y Luis Andrés Arévalo, autores de la investigación.
928 mil
es lo que le pagó, hasta septiembre, Guatemala a Chile y a Estados Unidos.
La princesa
Si las manzanas son las reinas, las uvas son las princesas. Su importación creció 118 por ciento en los últimos 12 años.
En el 2002 la compra fue de US$7 millones 932 mil 862; en el 2013, US$16 millones 104 mil 471 y en el 2014, US$17 millones 297 mil 529.
Estas bayas ocupan un lugar especial en la dieta de los nacionales, indica el estudio Inteligencia de consumo de productos agrícolas, de la Cámara del Agro, gracias a que contribuyen a eliminar del organismo la oxidación celular y aportan azúcar, glucosa, fructosa, potasio y manganeso.
Para un año próspero
Durante la época navideña las góndolas de los supermercados lucen saturadas de este fruto en colores violeta, rojo, negro, verde azulado, y con o sin semilla, porque además de formar parte de la gastronomía, alrededor de este se teje el rito de las 12 uvas.
Esta creencia, que posiblemente se originó en España, indica que cada persona debe comer 12 uvas —una por cada campanada— antes de llegar a la medianoche del 31 de diciembre y pedir un deseo distinto en cada bocado.