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Trescientos años después, conmemorar este momento parece no ser casualidad que los católicos guatemaltecos clamen nuevamente la ayuda divina para lograr protección contra otra epidemia y calamidad, el covid-19.
El primer viernes de Cuaresma, hace trescientos años, a las nueve de la mañana , los once miembros del cabildo de la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala y también cofrades de Jesús de La Merced, se arrodillaron ante la sagrada escultura y con las manos sobre los santos evangelios hicieron una promesa.
“En nombre de Dios Nuestro Señor y ante la santa cruz y la devotísima imagen de Jesús Nazareno” ofrecieron perpetuar esta designación los Martes Santos en la mañana a las 9 de la mañana, durante la función de “La Reseña” en el interior del templo Nuestra Señora de Las Mercedes. Por eso razón actualmente la procesión de Nazareno mercedario es en un acto de fe en la que las actuales generaciones de guatemaltecos imploran y renuevan la protección y bendición de Dios invocada en aquella ocasión.
La jura
Dos sucesos marcan la historia de Jesús de La Merced: la consagración acaecida el 5 de agosto de 1717, a cargo de Fray Juan Bautista Álvarez de Toledo y el juramento mencionado. La consagración tiene preeminencia sobre la distinción del Ayuntamiento por ser de orden religioso, no civil. Sin embargo hasta hoy no se ha ubicado en archivos eclesiásticos el protocolo de autorización para la consagración.
Por aparte “La jura” quedó registrada en varios documentos: en el libro de actas del cabildo, también en el libro de aumentos de la cofradía y en un testimonio incluido en la Recordación Florida, obviamente insertado después de concluido el texto por su autor Antonio de Fuentes y Guzmán, según refiere el historiador Walter Gutiérrez. Las dos distinciones están basadas en las mismas justificaciones: la belleza de la escultura, la religiosa piedad y devoción de autoridades y pueblo en general y la fama de sus milagros más allá de la ciudad de Guatemala.
Aparte de la significancia religiosa para la población común y de la piedad y sumisión hacia la sagrada escultura expresada por los integrantes del cabildo al reconocerla como su patrón y abogado, este nombramiento fue usado para revalidar la supremacía del Nazareno mercedario y del grupo económico a su cargo.
La sociedad colonial pasaba por momentos de desacuerdos entre cofradías de españoles y criollos, mestizos a cargo de Jesús de la Cruz del Milagro, indígenas responsables de Jesús de Candelaria, gremios e instituciones colegiadas, todos buscando estatus social y preeminencias a las que según cada uno tenía derecho por méritos de sus antecesores o por actos en favor de la corona.
Gerardo Ramírez, en su trabajo de tesis de licenciatura en historia advierte: “Es interesante anotar que todos los miembros del cabildo eran hermanos (integrantes) – 11 – de la cofradía de La Merced, es decir que quienes aceptaron la solicitud del patronazgo y la autorizaron formaban parte del mismo grupo social de la élite colonial.
La ceremonia aparece registrada en el libro de actas del cabildo, con fecha 28 de marzo de 1721, un mes después de realizada. En el libro de la cofradía, el mayordomo Juan Colomo, no consigna gastos en lujos o magnificencia en la decoración, ni en otros aspectos. Los documentos existentes relatan una ceremonia sencilla, apegada a la liturgia y relativamente breve. A excepción de la presencia de los maceros o guardias pareciera ser que el acto se limitó a reunir al cabildo como ejecutor de la jura.
El pasar de los siglos y posteriormente la división de poderes entre el estado y la iglesia, que se acentuó en la Nueva Guatemala de la Asunción, disipó la intención política y de clase de “La jura”. En la ideología de los guatemaltecos se fortaleció el significado espiritual, de veneración y amor que hoy en día posee Jesús de La Merced.
¿Qué es La Reseña?
En la actualidad muchos devotos hablan los martes santos de “ir a la procesión de la Reseña”, pero poco se conoce del origen de esta palabra. “La función de la Reseña”, en la época colonial empezó a celebrarse en 1702. Tenía como propósito hacer revista, inspeccionar y exhibir los enseres que la imagen del Nazareno portaría en su procesión, por ejemplo: aureola y corona de espinas de plata sobredorada y con piedras preciosas, túnica bordada con hilos de oro, cíngulo, cruz y otros, explica el historiador el investigador Gutiérrez. Desde 1721 las autoridades del ayuntamiento se comprometieron renovar todos los años el patronazgo asistiendo obligatoriamente a la Reseña. Con el tiempo esta disposición cayó en desuso.
No es el único
“Nombrar esculturas o pinturas de santos como protectores y patronos de las poblaciones coloniales era una práctica común, Jesús Nazareno de la Merced no es el único protector de la ciudad de Guatemala”, comenta Gutiérrez: “San Sebastián, también lo es desde 1565; La Virgen del Socorro es patrona de las lluvias; la Inmaculada Concepción, del templo San Francisco, es patrona tutelar del ayuntamiento; la Virgen de la Asunción es patrona del nuevo asiento de la capital del reino y posterior república.
Otros ejemplos: Santiago Apóstol es patrón del cabildo metropolitano y civil desde 1524; Santa Cecilia fue considerada por los españoles patrona de la ciudad porque el día que la iglesia celebra a la mencionada mártir, vencieron definitivamente a los kaqchiqueles, el 22 de noviembre de 1526; Santa Rosa de Lima y Santa Teresa de Ávila también fueron copatronas de la ciudad, sus efigies estuvieron en la cima de la Catedral Metropolitana destruida en 1918.
¿Qué es una imagen del Nazareno?
El nombre de Nazareno se aplica a la escultura que representa a Jesús camino hacia El Calvario, llevando sobre sus hombros el madero donde sería crucificado. El hecho se narra en el evangelio del apóstol San Juan, capítulo 19, versículos 16 y 17, explica Miguel Alfredo Álvarez Arévalo, cronista de la ciudad de Guatemala. La talla describe el momento en que Jesús “abraza la cruz con ternura”, dirían los ascetas del siglo de oro español.
“Es la imagen de Cristo con túnica talar (hasta el talón), de color morado púrpura y el pelo tendido” (largo y suelto), describe el erudito Sebastián de Covarrubias, en El Tesoro de la lengua castellana o española, primer diccionario de este idioma publicado en 1611.
Este tipo de escultura tiene encarnado solamente el rostro, manos y pies, técnica escultórica sevillana, por lo tanto no son valiosas por su forma sino por su significado, explica Álvarez Arévalo. La cabellera es de pelo natural y su cuerpo se cubre con vestiduras de telas finas, lo que “humaniza” a la imagen.
El “mero mero”
Esta expresión popular significa ser el principal o más importante en cierto lugar y circunstancia.
“El más parecido a Jesús”, comentaban los abuelos al referirse al Nazareno de La Merced y confesar su devoción. Este reconocimiento se origina de la prédica en la ceremonia de consagración pronunciada en 1717, por el Padre Fray Antonio de Loyola quien dijo: “con dos especies de imágenes se ha de encontrar cualquiera, la una es imagen nada más y la otra es imagen y semejanza, una imagen parecidísima. ¡Según tu especial hermosura eres la más parecida al Redentor Soberano! La semejanza más viva…pero por ser la más parecida has de gozar las prerrogativas del mismo Cristo que anda glorioso en los cielos… hoy te miramos consagrado y ungido como la superior de todas”.
Se dice que Jesús de La Merced fue el primer nazareno tallado en Guatemala. Aunque la fecha más antigua documentada de la existencia de una imagen de Jesús en nuestro país es 1582, posiblemente traída de España, propiedad de los padres mercedarios, que la cofradía procesionó hasta 1654.
Jesús de la Merced es obra de Mateo de Zúñiga. Su talla de 1.63 metros de estatura, fue la primera de estilo barroco en Guatemala . El giro de la cabeza, cuello, torso y la posición de sus manos y pies sugieren una columna salomónica en forma de espiral. La expresión de su rostro y mirada son de dolor pero de ternura y dulzura, que lo convirtieron en modelo artístico, en escultura, pintura, dibujo, grabado y platería.
El libro de la cofradía de Jesús de la Merced consigna que “se pagaron 65 pesos por la hechura, en blanco, a Zúñiga”, considerable cantidad de dinero comparada con los dos pesos que tributaba anualmente un mozo indígena. La encarnación y colores se los puso a la escultura don Joseph de la Serda. Acabada la imagen se colocó en su capilla el 27 de marzo de 1655.
Guatemala: una realidad inexplicable
Era el Viernes Santo 24 de marzo de 1989. El entonces estudiante jesuita de filosofía, hoy presbítero Orlando Aguilar Castrillo, actual párroco de La Merced de la capital guatemalteca, se propuso ver el ingreso al templo de la procesión de Jesús de La Merced. Nunca esperó ver tal multitud congregada alrededor de una imagen. Esto no existe en su país natal Nicaragua, ni en otros países.
Las andas de Jesús estaban en el atrio. Para llegar a ubicarse en ese lugar debía atravesar una multitud cerrada. No es necesario describir ese momento, todos los devotos de Jesús lo conocen. A empujones logró llegar a las gradas del atrio. De repente casi cae al tropezar con un bulto en el suelo. “Me di cuenta que era una persona y al inclinarme, pude ver a un hombre viejo y desvalido que sin éxito se esforzaba en defenderse de los pisotones de la gente”, refiere el religioso.
“Como pude”, dice Aguilar, “traté de ayudarle, pero con una expresión inexplicable en los ojos el hombre me dijo: “¡Siga, siga, que no lo va a alcanzar..!”.
“Este gesto de inconcebible olvido de sí mismo, de desprendimiento sin nombre, de generosidad que a nada se parece, por encima del más legítimo de los egoísmos y sacrificando hasta el instinto de conservación más elemental, me hizo penetrar en el alma de esta devoción y sus misterios. El hombre rechazó mi mano para no privarme de la dicha de ver el rostro de Dios”, concluye el padre Orlando.
Protección perenne
Durante siglos Jesús Nazareno de La Merced ha consolado a su pueblo. Es la imagen sagrada más demandada por la fe popular para implorar auxilio en calamidades. por medio de procesiones de rogativa.
1717
23 de agosto, 6 y 7 de septiembre: cese de erupción del volcán de Fuego
29 de septiembre: terremoto de San Miguel
1718
Semana Santa: se suspendieron todas las procesiones. Solo salió Jesús de la Merced.
1724
30 de mayo: cese de la plaga de chapulín, a petición del Cabildo. En junio cayeron lluvias que terminaron con la plaga.
1773
30 de julio: por terremoto de Santa Marta. Se bajó la imagen de Jesús de su altar para consuelo espiritual de la población.
1774
2 de mayo: cese de la plaga de chapulín
7 de mayo: rogativa alrededor del templo mercedario con masiva asistencia de fieles.
1783
28 de septiembre: Primera rogativa en la Nueva ciudad de Guatemala, en el valle de la Ermita
Por cese de temblores. Con la presencia del Ayuntamiento y dos coros.
1789
Cese peste del ganado. Durante los siete años anteriores los hacendados perdieron su vacas y caballos como consecuencia de una epidemia que llamaron “accidente”. El Nazareno llegó a la primera catedral de la ciudad, hoy templo Santa Rosa, donde permaneció tres días.
1801
28 de julio: cese de plaga de langosta sobre cultivos de jiquilite o añil en El Salvador. Ayuntamiento y cofrades trasladaron la imagen al templo Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, Capuchinas, en donde se colocó en un trono iluminado con ochenta luces y música diez días.
1856
Petición del entonces presidente Rafael Carrera. Por la paz y cese de la guerra en Centro América. Nicaragua fue invadida por cincuenta filibusteros y el norteamericano William Walker quien se autonombró presidente de ese país. Brotó una epidemia de cólera morbus, que se expandió a Costa Rica y Guatemala. Jesús de La Merced fue recibido en la plaza de armas con cañonazos y saludo militar. A los pies se le colocó una espada, lo que el pueblo confundió con que a la sagrada imagen se le había conferido el grado de coronel.
1976
7 de marzo: cese de temblores a causa del terremoto de San Gilberto, del 4 de febrero.
2001
5 de enero: por cambio de milenio y clausura del Año Santo de Jubileo 2000. La procesión salió a las 15:45 y retornó a las 20:45 horas.
Procesiones Extraordinarias
2004
22 de Agosto: velación Anual y conmemoración de 350 años de veneración (En procesión a recorrer calles del Centro Histórico de la capital de Guatemala).
2005
24y 26 de febrero: Traslado a la Antigua Guatemala en conmemoración de los 350 años de veneración
2017
5 de agosto. Conmemoración del tricentenario de consagración.
Fuentes: Licenciado Walter Enrique Gutiérrez Molina, secretario Académico y catedrático Titular de la Escuela de Historia de la USAC. Libro: Jesús de La Merced, de Panchoy a La Ermita, 1655-1178. Historiador Miguel Alfredo Alvarez Arévalo. Año 1997. Libro: Imaginería Colonial, Nazarenos de la Merced y Candelaria. Historiador Miguel Alfredo Álvarez Arévalo. Año 2011. Folleto cuaresmal Patrón y Abogado, 1721 – 2021. Ejemplar del año 2020. No. 44. Parroquia Nuestra Señora de La Merced.