Con esta frase empieza Humberto Ak’abal su nuevo libro, el primero para público joven. Pocos son ajenos a estas historiasy a los secretos que se guardan en las mentes de los más ancianos y que salen aluz en momentos precisos que marcan la infancia de cualquier niño que losescucha.
El libro, editado por Piedrasanta para lacolección K’uhul Tun, reúne 15 cuentos que hacen de la vida un universo másrico y variado, lleno de leyendas, sueños, posibilidades y misterio.
“Parto de lo real y también de lo ficticio”,confiesa Ak’abal, quien sustenta su narrativa en una analogía cultural.
El libro es parte de una colección infantil;sin embargo, indica su autor, fue escrito pensando en jóvenes y adultos, aunquesu riqueza convence a cualquiera que quiera leerlo.
Entre los referentes americanos del misteriose encuentran Édgar Allan Poe y H. P. Lovecraft, quienes pintan un panorama aterrador en medio de las acciones más cotidianas, y en el paisaje más común,al igual que el escritor nacional.
Vida y muerte
En la mitología griega, la diosa Deméter rescata a su hija Perséfone del inframundo, adonde Hades, el dios de la muerte,la ha llevado raptada.
El Popol Vuh también cuenta cómo los gemelos Hun Hunahpú e Ixbalanqué vencen a los señores de Xibalbá y vuelven a la vida para convertirse en el Sol y la Luna.
“¿Es posible que en la vida real alguien puedavolver de la muerte?”, plantea Ak’abal.
Y el poeta responde con el cuento El anillo de oro. Al fallecer, doña Eulalia fue ataviada, según la tradición, con sus mejores galas y las joyas que gustaba llevar en vida. Luego del sepelio, su hijo adoptivo regresa a la tumba y la abre, tratando de robar un anillo. Viendo que se le dificultaba el proceso, saca un cuchillo e intenta cortarle un dedo al cadáver. Doña Eulalia grita de dolor y el vivo brinca de la tumba, casi muerto del susto.
Hombre y bestia
La licantropía —señala Ak’abal— es la habilidad de cambiar de hombre a lobo. Los egipcios van más allá y creen en la teriantropía, que les brinda la posibilidad de transformarse en cualquier animal hasta llegar a convertirse en hombre bestia.
Win es el nombre que la cultura quiché da a esta habilidad. “El calendario maya señala el día y la hora en la que debe realizarse el ritual, luego del cual el hombre se cambiará en el animal que hapensado”, afirma.
Este es el tema del cuento La cosa negra, quese desarrolla en un camino, de noche, con una luna inmensa como fondo. Abuelo ynieto apuran el paso en busca de una curandera para que atienda a la abuelaenferma. De pronto, el pequeño percibe la presencia de una especie de animalque los sigue. Alerta al abuelo. Ambos apuran el paso y esperan en la curva quela cosa aparezca. El anciano apresta el machete y cuando está por lanzar elgolpe la difusa figura se transforma…
Sueños y destino
“Mis abuelos me enseñaron a orientarme por los sueños, aún hoy sigo practicándolo”, dice Ak’abal con una sonrisa franca en loslabios.
El autor no está lejos de las teorías de Erick Fromm, quien asegura que aunque los sueños pasan desapercibidos para lamayoría, son nuestros, están libres de las leyes lógicas de tiempo y espacio,escritos en un lenguaje simbólico que nos transporta en un vehículo parecido alde los mitos y que si les ponemos atención pueden sorprendernos más de lo quesuponemos.
“Hetenido un sueño y he visto tu vida”, le confiesa el abuelo a su nieto, quien ha sido dotado con la habilidad de ser artista. Esta es parte de la trama de La campana muda, un relato de la corta vida de un joven artista que tiene el destino trazado.
Para todos
En opinión de Raúl Piedrasanta, autor de las ilustraciones que acompañan el texto, “en los relatos, la fauna y floranacional realzan el paisaje rural. Ak’abal mantiene la tonalidad de horror gótico, al estilo de Édgar Allan Poe, y añade elementos románticos de la campiña guatemalteca, siniestros árboles que comen gente, bailadores con máscaras, camionetas sin rumbo, manadas de chuchos en celo, entre otros. De talforma que la cosmovisión maya se materializa con las transformaciones de nahuales, que en ocasiones protegen a la humanidad de una suerte siniestra”.
La colección K’uhul Tun incluye, además, los títulos El pájaro que limpia el mundo y Pixán, el cargador del espíritu, de Víctor Montejo; La misión del Sarimá, de Miguel Ángel Oxlaj, y De cómo el Sol cortejó a la Luna, una visión q’eqchí’ de la creación, de Darío Caal Pop.
Otras obras de Ak’abal publicadas poreditorial Piedra Santa son El animalero, Entre patojos, Otras veces soy jaguary De puro pueblo.