En 1897, a los 19 años, fue nombrado jefe político en grado de segundo teniente de Infantería de Tactic, Alta Verapaz. A los 28 años ya era general de Brigada. Después fue jefe político de Retalhuleu. Al caer Estrada Cabrera, según el historiador Hernán Valle, hasta el mismo Ubico, quien había sido nombrado ministro de Fomento, renunció al cargo al asegurar que estaba en contra de la tiranía.
En el gobierno de José María Orellana alcanzó el grado de general de División y fue nombrado primer designado a la Presidencia y jefe de la Policía secreta en 1922; sin embargo renunció un año después.
Al morir Orellana, inesperadamente, en 1926 -cuando estaba considerando postularse para un nuevo mandato-, su sucesor, el general Lázaro Chacón, convocó a elecciones pero también fue candidato y ganó.
También le puede interesar
Jorge Ubico impuso un modelo de supervisión de obras y desempeño de funcionarios a través de visitas sorpresivas a localidades y dependencias. Fomentó la delación y el espionaje entre maestros y grupos obreros. No toleraba la libertad de expresión o las disidencias. En el ámbito escolar se impusieron medidas de disciplina, incluso física, en los planteles escolares. Dentro de los proyectos de obra física que desarrolló hay puentes y carreteras, así como edificios públicos como el palacio de Correos, de la Policía Nacional, el Palacio Legislativo y el Palacio Nacional.
Ubico participó como aspirante del Partido Liberal Progresista, sin éxito. Chacón sufrió un accidente cerebrovascular el 12 de diciembre de 1930, tras lo cual hubo rencillas por la sucesión.
El 30 de diciembre se aceptó la renuncia de Chacón, por incapacidad para desempeñar el cargo, y firmada por su esposa. El 2 de enero asumió José María Andrade, quien convocó a elecciones, que se celebraron del 6 al 8 de febrero.
Debido a la división de las facciones conservadoras, el único candidato que participó fue Jorge Ubico, con el Partido Liberal Progresista, quien para entonces tenía 53 años. Obtuvo 305 mil votos. La toma de posesión estaba programada para el 15 de marzo, pero por la inestabilidad política se adelantó para el 14 de febrero.
La situación financiera del Estado era precaria y Ubico tomó una serie de medidas de austeridad, así como refuerzos para la recaudación. Por otra parte, buscó tener un mayor control sobre el Ejército. Los cuerpos de la Policía y otros relacionados quedaron bajo un mismo reglamento disciplinario.
Ubico, quien había estudiado en la Escuela Politécnica pero sin llegar a graduarse, puso en los puestos principales de mando militar a algunos antiguos jefes cabreristas. Esta decisión revivió el conflicto entre los oficiales de carrera, de la Politécnica y los de línea, por escalafón de antigüedad. En el plano educativo implantó un sistema de disciplina y vigilancia a los maestros, supervisados por jefes políticos e intendencias. Algunas escuelas se militarizaron. Se dio inicio a una campaña contra el analfabetismo, con la enseñanza forzosa del español como único idioma. En el campo de la obra pública comenzó con la sustitución del empedrado por pavimento en calles de la capital y se erigieron nuevos edificios públicos.
Con información de la Historia General de Guatemala
Serie histórica (73)