A las puertas de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, presentamos la siguiente selección de esos instantes.
Del 5 al 21 de agosto será la XXXI Olimpiada, la primera en América del Sur, con la participación de más de 10 mil atletas.
Malos perdedores
El cubano Ángel Mateos, al ser descalificado de una competencia de taekwondo, le pateó el rostro al árbitro. Tanto el competidor como su entrenador fueron vetados de por vida. Esto sucedió en Pekín 2008.
En Londres 2012, ocho jugadoras de bádminton fueron expulsadas por dejarse ganar. La decisión la tomó la Federación Internacional de Bádminton y fueron sancionadas las chinas Wang Xiaoli y Yu Yang; las surcoreanas Jung Kyung Eun, Kim Ha Na, Ha Jung Eun y Kim Min Jung, así como las indonesias Greysia Polii y Meiliana Jauhari.
Keith Walker, en su calidad de réferi, le quitó puntos al boxeador Byung Jong-il por pegar con la cabeza. Su entrenador, Lee Heung-Soo, saltó al ring y golpeó al árbitro. Hicieron lo mismo otros funcionarios presentes e, incluso, arrojaron sillas al cuadrilátero. Llegó la seguridad, pues varios jueces resultaron heridos. Esto sucedió en los Juegos Olímpicos de 1988, en Seúl.
Fraudes
Las reglas de la marcha exigen que los corredores siempre pisen el suelo. Los jueces de esta disciplina, en los juegos de Helsinki 1952, habían descalificado a Fritz Schwab (plata) y Bruno Junk (bronce), pero las reglas de entonces indicaban que tal decisión debía ser notificada durante la competencia. Sabiendo eso, cuando los jueces se acercaron a los atletas, ambos aceleraron su paso para evitar ser alcanzados.
Frederick Lorz, maratonista estadounidense, ganó la competencia en los juegos de Saint Louis 1904, pero se descubrió que recorrió parte del trayecto de 42 kilómetros en un auto y fue descalificado
Boris Onishchenko, del equipo soviético de esgrima, tenía un dispositivo electrónico en su equipo para marcar más puntos a su favor durante los encuentros. Los jueces descubrieron el engaño al examinar su espada, en los juegos de Montreal 1976.
Polin Belisle figura en el registro de los juegos de Barcelona 1992 por no haber completado una maratón. El atleta corría con el equipo de Honduras, donde nació. Antes, representó a Belice en los juegos de Seúl 1988, y se descubrió en su historial que, si bien iniciaba y llegaba a la meta, nunca corría las competencias. Al quedar en evidencia, fue expulsado.
La atleta puertorriqueña Madeline de Jesús, debido a una lesión, pidió a su hermana gemela que tomara su lugar, quien clasificó. Pero denunciaron el fraude y el equipo fue descalificado de los juegos de Los Ángeles 1984.
Medallas
El maratonista brasileño Vanderlei Cordero de Lima llevaba la delantera en los juegos de Atenas 2004. Pero fue empujado por alguien del público y terminó en el tercer lugar. Aunque el Comité Olímpico de Brasil apeló, el deportista se quedó con el bronce, pero recibió la medalla Pierre de Coubertin, por su valor y espíritu olímpico.
La presea Coubertin fue concedida en Seúl 1988 al canadiense Larry Lemieux, quien disputaba la cabeza en regata individual junto con el español José Luis Doreste. Lemieux abandonó la competencia para rescatar a Joseph Chan, de Singapur, cuya embarcación había naufragado.
Cuando el remero ruso Vyacheslav Ivanov ganó el oro, saltó con tanto entusiasmo que su medalla cayó al fondo del lago Wendouree, en los juegos de Melbourne, Australia, 1956. Incluso se sumergió, pero no la recuperó. Por suerte, el Comité Olímpico Internacional le dio un reemplazo, después de los juegos. No tuvo la misma suerte el remero italiano Davide Tizzano, quien también vio caer su medalla al fondo del río Han, durante los juegos de Seúl 1988.
De 1912 a 1948 los Juegos Olímpicos desarrollaban un programa artístico para los atletas. En los celebrados en Londres 1908, Walter Winans, tirador, obtuvo oro en el primer concurso de esculturas que hubo en una Olimpiada.
El nadador estadounidense Michael Phelps es el atleta que más medallas ha ganado, 22, sumando las obtenidas en Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012. Tiene 18 de oro, dos de plata y dos de bronce.
El velocista jamaicano Usain Bolt ganó oro en Pekín 2008 y Londres 2012, en las categorías de 100 metros, 200 metros y 400 metros relevos. Es el primer atleta en lograrlo de manera consecutiva.
En la maratón de Londres 1908, el italiano Dorando Pietri tomó una ruta equivocada cerca de la meta. Los jueces le advirtieron y la corrigió. También le asistieron las cinco veces que se desplomó, debido a la deshidratación. Aunque Pietri llegó primero, el estadounidense Johnny Hayes, quien llegó segundo, se quejó de esa ayuda y el italiano fue descalificado. Pero la reina Alejandra de Dinamarca lo recompensó obsequiándole una copa de plata.
Para la historia
Los últimos Juegos Olímpicos de la antigüedad se disputaron en el año 394, mientras que la era moderna empezó en Atenas en 1896. Hacía 1502 años que los últimos juegos se habían celebrado y el primer atleta en ganar en una de estas justas fue James Connolly, quien obtuvo medalla de plata para el primer lugar. En esa época aún no se otorgaban medallas de oro.
Al repasar los Juegos Olímpicos no se puede dejar de mencionar lo ocurrido en Múnich (Alemania), en 1972. El asesinato de 11 integrantes del equipo israelí por terroristas palestinos opacó el encuentro.
En otros juegos que se disputaron en Alemania, en Berlín 1936, en plena era nazi, el atleta afroamericano Jesse Owens, obtuvo cuatro medallas de oro en las categorías 100 metros, 200 metros, salto de longitud y relevos de 4×100 metros. De esa manera burló el racismo que Hitler pretendía al desaprobar la participación de afrodescendientes.
En los juegos de Seúl 1988, en un salto, el clavadista estadounidense Greg Louganis se golpeó la cabeza en el trampolín. Después de ser atendido por los médicos, reanudó sus competencias y ganó oro en dos ramas.
En los juegos de Roma 1960, el atleta etíope Abebe Bikila, no halló calzado de su talla cuando la marca Adidas patrocinó a los competidores. Bikila corrió descalzo y marcó un nuevo récord mundial.
Más hechos
La velocista polaca Stanislawa Walasiewicz ganó oro en los 100 metros de Los Ángeles 1932 y logró récord mundial. La atleta falleció en 1980, cuando radicaba en Estados Unidos. Al realizarle la necropsia se constató que era hombre.
El ugandés John Akii-Bua obtuvo oro en los 400 metros con vallas en Munich 1972. Al volver a su país lo celebró con toda su familia. Su padre, un jefe de tribu, tenía ocho esposas y más de 50 hijos, sin incluir los de sus relaciones con amantes.
En Pekín 2008, el equipo de hockey de Nueva Zelanda tuvo que cambiar de improviso su uniforme de negro a blanco. Muchos no tenían ropa interior que combinara y, de acuerdo a las reglas olímpicas, eso se penaliza. Para evitar que su equipo fuera suspendido, el entrenador Kevin Marr, aceptó que lo sancionaran con una ausencia de los juegos. El contrincante de los neozelandeses era Alemania, los jugadores teutones y su entrenador pasaron por lo mismo.
En una competencia de remo de Francia 1900, los competidores Antoine Brandt y Roelof Klein, al ver a sus rivales franceses, optaron por cambiar al timonel porque pesaba mucho y tomaron del público a un niño de unos siete u ocho años. Ganaron, con lo que convirtieron a su pequeño y anónimo guía en el ganador olímpico más joven. De quien sí se tiene registro es de la clavadista estadounidense Marjorie Gestring, quien ganó oro en Berlín 1936, a la edad de 13 años y 268 días.
El estadounidense Walter Dray logró un récord mundial de salto con garrocha, en los juegos de San Luis 1904. Pero no participó en Londres 1908 y a los 22 años puso fin a su carrera porque su madre le prohibió seguir practicando la disciplina.
De Oscar Pistorius, velocista sudafricano, se dice que es el primero que participó en los Juegos Olímpicos (Londres 2012) con extremidades artificiales. Pero en 1904, George Eyser ganó para Estados Unidos seis medallas en gimnasia, este atleta tenía una prótesis de madera en su pierna izquierda. Obtuvo tres preseas de oro, dos de plata y una de bronce.
En Sídney 2000 participó el nadador de Guinea Ecuatorial, Eric Moussambani quien fue el único que no hizo salida falsa, sus rivales de India y Tayikistán fueron descalificados. Era la primera vez que el ecuatoguineano nadaba en una piscina olímpica, antes solo pudo practicar en una de 22 metros. Por ello demoró 1:52.72, el doble de lo usual, para completar los 100 metros de estilo libre. Al terminar, con dificultad el tramo de ida, creyó que había completado el trayecto pero el público lo animó a llegar a la meta. Moussambani no obtuvo medallas y se le recuerda como “Eric, la Anguila”.
En Ámsterdam 1928, el remero australiano Henry Robert Pearce detuvo su marcha para dejar pasar a una familia de patos que nadaba en el canal Sloten. Lo seguía de cerca su contrincante francés, quien lo pasó. Pero no fue problema para Pearce sacarle ventaja y ganar la prueba eliminatoria. En esas olimpiadas el australiano obtuvo el oro.
Antes de llegar a Hollywood, donde interpretó a Tarzán en una docena de películas, Peter Johann Weissmüller, fue atleta olímpico en París 1924.