“Durante años nos preguntaban cómo nace el jade, cómo era las minas y si podían ver las piedras en su estado natural”, refiere.
En un acuerdo con la Hacienda Santiago se creó un lugar para que los visitantes vivan la experiencia a lo largo de las placas tectónicas y de la Sierra de las Minas, así como de explorar el jade, además de otras amenidades como caminatas, cabalgatas, recorridos en bicicleta, visitar lagunas o acampar”, agrega Pérez.
“Es una finca ganadera y rica en minerales y una locación ideal para disfrutar de la naturaleza”, subraya.
Al caminar por la finca se puede ver diversidad de piedras, y los guías explican que se toman solo las piezas que afloran a la tierra. Los turistas tienen la oportunidad de tomar un martillo, golpear las piedras y a través del sonido reconocer si son de jade.
Estas piedras son de diferentes tamaños, así que se deben transportar de diferentes maneras, según el peso.
En el lugar se instaló una fábrica de jade en la cual los jóvenes artesanos crean piezas y además hay un pequeño museo con réplicas y una tienda de exhibición y venta.
En un futuro se espera que las personas lleguen a crear su propia pieza, guiados por los expertos.
Este lugar está ubicado en el km 153 de la carretera Jacobo Árbenz, en Gualán, Zacapa. A finales del 2023 abrió sus puertas para ser un nuevo sitio turístico donde sea posible descubrir la fauna, flora y los minerales de la Sierra de las Minas y uno de los sitios donde se obtiene el jade.
Con reservación es posible pasar la noche en el lugar, que está preparado para hacer una fogata, y durante la estadía se puede coordinar una comida con platillos locales como caldo de gallina, tortillas con chicharrón y otras opciones gastronómicas.
La hacienda fue acondicionada como una reserva natural privada. Tiene más de 200 años. Según el registro pertenecía a un allegado al gobierno de Jorge Ubico. Después se vendió a José María Paiz, quien la administró por más de 50 años con actividades de compra y venta de ganado vacuno. Tras su muerte, sus hijos, quienes no vivían en la región, decidieron vender la tierra y en el 2003 la adquirió la familia Vargas Aldana, quienes restauraron la casa.
La finca es rica en flora debido a la profusa área boscosa que posee. Entre las especies de árboles que conserva se encuentran el roble, conacaste, pino, pinabete, abeto y otras plantas coníferas maderables en condición de bosque protegido. En la caminata encontrará árboles frutales de mango o lima, que crecen en la localidad.
También cuenta con una gran variedad de fauna, como armadillos, tacuazines, pizotes, iguanas, ardillas, mapaches, tepezcuintles, venados, cotuzas y zorrillos, entre otros.
Por allí discurren los ríos Santiago y Los Achiotes, a cuyas orillas se encuentra el jade, además de ser lugares para relajarse y tomar un descanso.
Estos ríos abastecen de agua a las comunidades aledañas. Según información de los organizadores, el río Los Achiotes tiene una extensión de 15 km y presenta abundantes quebradas. El otro río llega a unos 10 km.
En total el área tiene más de 40 caballerías con alturas que van desde los 200 hasta los 1,800 msnm, lo cual favorece la diversidad de la naturaleza.
Predomina un clima cálido por las mañanas y pos las tardes es un poco más moderado. Esto se debe a que la brisa de los ríos que circundan el municipio brindan a los habitantes un ambiente más agradable, con temperaturas que oscilan entre los 21 °C y 33 °C durante el año.
Para más información se puede comunicar al número telefónico 3241-8769.