También es conocida como “espejo del cielo”.Dista de la Ciudad de Guatemala a 350 kilómetros, por lo que el viaje puedetomar unas ocho horas. Su nombre se deriva de los vocablos q’eqchi’ li, chu, hácuyo significado es “agua hedionda”, en referencia al azufre que contiene.
La calcita permite que el agua de esta lagunase observe diáfana, y se pueda ver una variedad de peces, nada tímidos, que se acercan con curiosidad a quien sesumerge.
Su profundidad se calcula en 222 metros, porlo que no se recomienda nadar a más de 50 metros de la orilla.
“El país tiene muchos lugares que no seconocen, y el aumento del interés del viajero nacional ha provocado que segestionen viajes a donde antes no se iba con tanta regularidad“, indica KenethBatres, director general de la agencia Xplorando Guate.
¿Cómo llegar?
Desde Cobán, tomar la carreta a Chisec ycruzar hacia Playa Grande, aproximadamente 60 kilómetros. Casi toda la rutaestá asfaltada.
Al ingresar se deben cancelar Q10 y, antes deemprender el recorrido final, un grupo de guardarrecursos recibe al turista conuna amena plática sobre el origen del parque, su naturaleza y las normas quedeben respetar.
Para llegar a la laguna aún hay que recorrercuatro kilómetros, a través de un sendero bien delimitado que goza de la sombrade una espesa vegetación de bosque lluvioso tropical. Frente a la laguna losvisitantes pueden acampar o pasar la noche en el hostal, con capacidad para 21personas, y equipado con cocina, servicios sanitarios, duchas, vestidores, pilay agua purificada. El costo es de Q50 por persona, por noche.
En este lugar convive una gran cantidad deespecies de aves y fauna propias del país como jaguares, tapires, monossaraguate y cocodrilos, además de 35 clases de peces en el sistema hidrológicoformado por ríos Lachuá, Peyán e Icbolay, y la Laguna, que son parte de la grancuenca del río Usumacinta.
