¿Canibalismo?
Esto fue reproducido por muchas personas e incluso por algunos periodistas. La noticia decía que un restaurante de Tokio practicaba el canibalismo y que era legal. Es una mentira, ya que el establecimiento, que supuestamente se llama Resu ototo no shokuryohin, no existe, ni en Japón se permite el consumo de carne humana.
Puro Photoshop
Otra de las mentiras que circuló como pólvora fue el caso de Sahar Tabaar, quien supuestamente se había operado 50 veces para parecerse a la actriz Angelina Jolie. La misma chica desmintió la información, ya que dijo que había usado excesivo maquillaje y luego distorsionó la imagen por Photoshop. Lo que descubrió fue que la gente se traga con facilidad lo que ve en internet.
La foto de Mujica
Esta foto corrió por las redes sociales con información que aseguraba que el exmandatario uruguayo estaba esperando humildemente su turno en la sala de espera de un hospital público. La verdad es que José Mujica estaba en la investidura del ministro de Economía Mario Bergara. Lo cierto es que el expresidente llegó desarrapado.
Desaparece la hache
La Revista D, en su edición del 27 de diciembre del 2009, publicó que la letra hache iba a ser eliminada por la Real Academia Española. “Aora en vez de escribir hembra, será embra; hermano, ermano; humor será sustituido por umor, mientras que elado ará las veces de helado”.
Al día siguiente, muchos correos electrónicos llegaron a nuestra Redacción, exponiendo su indignación e inconformidad, así como reclamando que habíamos difundido información falsa. Y en efecto, aquello había sido una broma por el Día de los Inocentes, pero también nos percatamos de que muchos no terminaron de leer la nota y se quedaron con el principio; incluso, a mitad del artículo aclaramos el asunto. De aquí surge otro consejo: hay que leer la totalidad de la noticia y no quedarse con el titular, pues, en redes sociales, suele suceder que muchos comentan sin estar enterados.
Consejos para no caer en las trampas
Fake news. Esta frase ha sido popularizada en tiempos recientes. Para desenmascarar este tipo de mensajes es fácil, ya que a menudo provienen de sitios ficticios diseñados con el fin de que parezcan serios.
Engañosos. Descubrir la veracidad de esta información es complicado, ya que a menudo tienen algo de verdad, como una frase que ha sido puesta fuera de contexto.
Satíricos. La información no pretende ser real y cumple un propósito de entretenimiento. Muchos caen en estas páginas de internet porque no se dan cuenta de que, en efecto, su objetivo es la sátira y comparten los datos como si fueran verdaderos.
Cuidado. Hay que poner especial atención con los titulares alarmistas o insólitos, sobre todo cuando las fuentes de información son dudosas. También hay que dudar cuando los datos acerca de un tema son escasos.