La señora Lucas García nació en una familia acomodada de la ciudad de Lechería, al noreste del estado de Anzoátegui, Venezuela.
“Es una mujer amable de amplia sonrisa”, escribió el periodista Pedro Pop Barillas en un reportaje publicado en exclusiva para Prensa Libre, el 11 de julio del 2003, luego de su visita a la residencia de la pareja en el país sudamericano, unos días antes (30 de junio). “Ella dirige las empresas de la familia, de ancestros italianos”, añadió.
Para entonces, Lucas García ya estaba postrado en una cama, derrotado por el alzhéimer que le fue diagnosticado en 1985, luego de que Cirigliano notara que a su esposo se le olvidaban algunos hechos de manera frecuente, al punto de desconocer a familiares cercanos.
En 1988 falleció su madre, Concepción García, suceso que lo deprimió y profundizó su padecimiento. Ese año perdió totalmente la memoria.
Desde entonces, la vida de la familia tuvo cambios radicales. Se modificó la casa para que pudiera desplazarse de mejor forma. Suspendieron su participación en actividades sociales y, con ello, su asistencia a bailes, en los cuales Lucas y Cirigliano eran los primeros en salir a la pista.
La residencia también atestiguó los constantes cambios en el comportamiento del exgobernante, algunas veces ausente, y otras, agresivo. Aunque era serio, su esposa tenía la cualidad de hacerlo reír.
Amor por la venezolana
Lucas García viajó a Venezuela en 1956 a un curso de especialización militar. En esa ocasión conoció a Cirigliano. El amor floreció resistente, y se casaron en secreto el 12 de octubre de 1978, en la Casa Presidencial.
Lo decidieron así por el conflicto armado interno; públicamente se mantuvo la imagen del presidente soltero.
El 23 de marzo de 1982 fue derrocado por los militares.
Según Cirigliano, a su esposo le dolió entregar el gobierno al general Efraín Ríos Montt. “Ellos se conocían desde que estudiaron en la Escuela Politécnica. Se enemistaron luego de que Romeo le prestó a Ríos un vehículo de la institución y este lo chocó. Cuando los superiores de la escuela preguntaron qué había ocurrido, Ríos acusó a Romeo, quien supuestamente era su amigo”, contó la venezolana.
Luego del golpe de Estado, Lucas y Cirigliano vivieron en Puerto La Cruz, Anzoátegui, Venezuela.
Su esposa nunca se pronunció sobre los señalamientos de violaciones a los derechos humanos que pesaban sobre su pareja, fallecido el 27 de mayo del 2006, a los 81 años, sin haberse presentado a los tribunales de justicia.