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1 de enero: se celebra la solemnidad de María Santísima, Madre de Dios

El 1 de enero se celebra en la iglesia católica la Solemnidad de María Santísima, Madre de Dios. Una madre y discípula que la convierten en una de las más influyentes y veneradas hasta hoy.

La "Piedad" de Miguel Ángel en la Basílica de San Pedro. A lo largo de los años, la virgen María ha inspirado a grandes artistas.  (Foto Prensa Libre: EFE)

La "Piedad" de Miguel Ángel en la Basílica de San Pedro. A lo largo de los años, la virgen María ha inspirado a grandes artistas. (Foto Prensa Libre: EFE)

La Virgen María es venerada en Guatemala y el mundo. El doctor en historia Johann Melchor Toledo explica que la devoción a la Santísima Virgen llegó a Guatemala en el siglo XVI, a raíz a la evangelización posterior a la Conquista.

Los dominicos, mercedarios y franciscanos fueron órdenes que trajeron su devoción mariana a la Virgen del Rosario, señora de Las Mercedes y Virgen de Concepción, respectivamente. Los conquistadores también trajeron a la Virgen del Socorro, refiere Melchor Toledo.
“Tanto españoles como indígenas tenían rituales previos a la batalla. Los primeros hacían una misa donde se encomendaban a la Virgen, a Santiago y a Jesús, mientras los indígenas hacían sus rituales prehispánicos antes de la batalla”, dice Melchor Toledo.

En el siglo XVI se hizo una reducción de pueblos y el obispo Francisco Marroquín designó una región a diferentes órdenes religiosas, con lo que cada pueblo fue tomando diferentes advocaciones de la Virgen o santos. Así surgen Santa María de Jesús o la Asunción Jocotenango. Esta última advocación se convierte en la patrona de la ciudad.

Con el paso del tiempo, la Virgen del Rosario se convierte en unas de las devociones más fuertes y pasa a ser la patrona de la República de Guatemala. De las primeras imágenes en plata que se mandan a esculpir en el siglo XVI.

Los jesuitas también trajeron a la Virgen de la Luz. Otra advocación que ha crecido es la de la Virgen de Candelaria, que trajeron algunos inmigrantes.

“Se crearon cofradías porque eran las actividades de época, cuando tampoco existían otras distracciones”, explica Melchor Toledo.
De esa manera existieron las cofradías de la Virgen en diferentes iglesias. Las dedicadas a Jesús Nazareno y a la Virgen de Dolores proliferaron en la historia del país.

En Guatemala se veneran varias advocaciones de la Virgen María en los diferentes departamentos del país. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

“Por los decretos liberales de la época de Justo Rufino Barrios se prohíben las cofradías y así cambiaron de nombre a sociedades y hermandades para cumplir con las normas y seguir con la devoción”, explica el historiador.
En la época colonial, parte de las cofradías eran integradas por hombres, y con el paso del tiempo mujeres empezaron a integrarlas.

Un proyecto llamado Altare Dei (IG: @altaredei_), que nació como un medio alternativo sobre costumbres y tradiciones religiosas en Guatemala, ha explorado la veneración a la Virgen en diferentes localidades de Guatemala.

Sus investigadores y quienes hacen las propuestas son Francisco Zurita (fundador), Alejandro Perdon, Joel Chew y José Rodríguez. Por ejemplo, en su investigación titulada Las Alhajas de la Purísima, iconografía de las tallas de la Inmaculada Concepción en el país. Piezas de esta advocación en Guatemala; Ciudad Vieja, Sacatepéquez; Villa Nueva y San Marcos. “Guatemala es un país mariano, y ella es vista como un consuelo y se le reconoce por su amor de madre”, agregan algunos de los fundadores.

Solemnidad de María, Madre de Dios

Cada 1 de enero, la Iglesia Católica inicia el año celebrando la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios.

El sacerdote Tobías Zúñiga, de los Misioneros de la Divina Redención, explica que por lo regular se oficia una misa el 31 de diciembre, en honor de la Virgen. “Para la Iglesia el día festivo es el 1 de enero, dedicado a la Madre de Dios”, dice.

La agencia católica de informaciones, ACI, Prensa, describe que esta solemnidad es la primera fiesta mariana que apareció en la Iglesia Occidental, su celebración se comenzó a dar en Roma hacia el siglo VI, probablemente junto con la dedicación —el 1 de enero— del templo “Santa María Antigua” en el Foro Romano, una de las primeras iglesias marianas de Roma.

“La antigüedad de la celebración mariana se constata en las pinturas con el nombre de María, Madre de Dios (Theotókos, que significa “da a luz a Dios”), que han sido encontradas en las catacumbas, cavados debajo de la ciudad de Roma, donde se reunían los primeros cristianos para celebrar la misa en tiempos de las persecuciones”, refiere la publicación.

“Descendimiento de la cruz” de “Rogier van der Weyden”, de extraordinaria mezcla de realismo y artificiosidad propio de la pintra flamenco, muestra en el centro la figura ingrávida de Cristo sostenida por José de Arimatea y Nicodemo, mostrando un cuerpo bello, pero no apolíneo, con corona de espinas pero sin huellas de la flagelación, y donde la fidelidad anatómica se sacrifica por la elegancia y el preciosismo de las formas. (Foto Prensa Libre: EFE)

Más adelante, el rito romano celebraba el 1 de enero la octava de Navidad, para conmemorar la circuncisión del Niño Jesús. Tras desaparecer la antigua fiesta mariana, en 1931, el papa Pío XI, con ocasión del XV centenario del concilio de Éfeso (431), instituyó la fiesta mariana para el 11 de octubre, en recuerdo de este Concilio, en el que se proclamó solemnemente a Santa María como verdadera Madre de
Cristo, que es verdadero Hijo de Dios, pero en la última reforma del calendario —luego del Concilio Vaticano II— se trasladó la fiesta al 1 de enero, con la máxima categoría litúrgica, de solemnidad, y con título de Santa María, Madre de Dios.

En la iglesia

En su libro María, nuestra Auxiliadora, del padre Hugo Estrada s. d.b. refiere que, según los especialistas en el estudio de la Iglesia, ningún concilio había presentado una síntesis tan extensa y completa acerca de la devoción a la Virgen María, como el Concilio Vaticano II.

El documento de Pablo VI, El culto mariano, vino a complementar y definir los carriles por los cuales debe deslizarse esta devoción. El documento de Puebla resaltó a la Virgen María como una gran evangelizadora en América Latina y Juan Pablo II, en su enclíclica La madre del Redentor, aumentó el material de reflexión acerca de la devoción mariana.

“La historia de María es la historia de la sencilla mujer que se especializó en decirle a Dios que sí en todo. María estuvo pendiente de la voluntad del Señor…”, explica Estrada.

El papa Francisco, actual cabeza de la Iglesia Católica también se ha declarado seguidor de María.

La revista Time publicó un artículo en el cual hace referencia a la devoción del Papa hacia María.

Según el artículo, el papa Francisco dijo que reza el Rosario tres veces al día y eso le da paz y bienestar, incluso lo ayudó a a mantener la calma durante su elección como pontífice, en marzo de 2013. “Doce horas después de su elección como sucesor número 266 de San Pedro, el papa Francisco fue a la Basílica de Santa María la Mayor, para venerar al famoso ícono de la Salus Populi Romani, ante la cual colocó un pequeño ramo de flores y cantó la Salve Regina”, indica la publicación.

En diciembre trascendió que Francisco reveló que no será enterrado en las grutas vaticanas, como el resto de pontífices, porque desea que sea en la basílica Santa María la Mayor, de Roma.

Foto de archivo del papa Francisco ofreciendo una misa en la basílica de Santa María la Mayor, en Roma. (Foto Prensa Libre: EFE)

Antes de su nombramiento asistía a menudo a este templo los domingos, y afirmó que siente una “unión muy grande” con esta basílica situada en el centro de la capital italiana, donde reposan siete papas, según Vatican News.

El jesuita argentino tiene por costumbre rezar en este lugar antes y después de cada viaje al extranjero. También fue a la basílica en junio, a su salida del hospital, después de haberse sometido a una operación quirúrgica en el abdomen.

Menciones en la Biblia

No existen grandes detalles sobre María. El 8 de septiembre fue fijado como su fecha de nacimiento por el papa Sergio I, en el siglo VII.
Tampoco se sabe con exactitud dónde nació, aparecen referencias de Nazaret, Jerusalén y Belén. En ese tiempo las jóvenes contraían matrimonio a edad muy temprana, así que un cálculo aproximado es que, en promedio, María nació entre los años 18-16 antes de Cristo.

Otto Larios, doctor en Teología y licenciado en Historia y magíster en Teología Pastoral, comenta que el nombre de María era bastante común en ese tiempo. Entre los elementos por contemplar sobre ella es importante reconocer que se esperaba un mesías y una profecía que estaba en Isaías 7:14: “ Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel”, mencionan las escrituras.

Mateo utiliza esta profecía para empalmar la idea de la virginidad de María: “No podemos minimizar el papel de importancia que desarrolló en el nacimiento de Jesús… y a pesar de ser un personaje tan importante, es mencionada apenas una veintena de veces”, agrega Larios.

A ella se le atribuye la intervención para que Jesús hiciera su primer milagro en las bodas de Caná y también en la Cruz, cuando es entregada a Juan como su madre.

Otra mención destacada es la perseverancia de ella y los discípulos en la oración.

“El Descendimiento” (1602-1604), de Caravaggio, una excepcional pintura en la que San Juan y Nicodemo sostienen con esfuerzo el cuerpo muerto de Jesús que ocupa el centro del lienzo. Un cuerpo inerte, de realismo sobrecogedor, donde la carne blanda del brazo se desploma evidenciando el peso de muerte, sin ningún signo de divinidad. (Foto Prensa Libre: EFE)

El papa Francisco agrega que María se caracteriza por ser “humilde sierva del Señor”. “Este es el rol que ha ocupado durante toda su vida terrena y que conserva para siempre”. Después explica que, a un cierto punto, en los Evangelios, “ella parece casi desaparecer, pero vuelve en los momentos cruciales, como en Caná, cuando el Hijo, gracias a su intervención atenta, hizo la primera “señal” y, después, en el Gólgota, a los pies de la cruz”.

Jesús extendió la maternidad de María a toda la Iglesia, cuando se la encomendó al discípulo amado, poco antes de morir en la cruz. “Desde ese momento todos nosotros estamos colocados bajo su manto, como se ve en ciertos frescos y cuadros medievales”, agrega el Sumo Pontífice.

Por su parte, Estrada agrega que “la devoción de la Virgen María no consiste en buscar mantos, flores y piropos para María, sino en aprender —como María— a fiarse en todo de Dios; a creerque Dios ha hecho maravillas en nosotros, que nos ha llenado de muchos dones y nos ha equipado para que podamos ser felices, aquí y ahora, y para que nuestra felicidad culmine en la vida eterna”, agrega.

Entre los grandes mensajes que María nos da con su ejemplo de vida está que, aunque era inmaculada, sin mancha y la eligida, “ella sufrió todo lo que nosotros sufrimos… dio un sí y esto la llevó a ser madre soltera, a ser migrante, huir, que su hijo naciera en un pesebre… el lugar donde comen los animales”, comenta madre Esperanza de la Trinidad, fundadora de la Comunidad Trinitaria en Guatemala.
“Su sí fue eterno, aunque es casi seguro que no entendía todo lo que pasaba”, dice la religiosa.

Madre Esperanza de la Trinidad es promotora del rosario como un espacio de meditación de la vida de Jesús. (Foto Prensa Libre: Ingrid Reyes)

Madre Esperanza menciona también el rosario como una manera de meditar en la vida de Jesús. “No se trata únicamente de repetir una oración, tiene una riqueza grande porque se medita en el evangelio… Uno puede vivir cada etapa de la vida de Jesús… incluso cuando se sintió solo”, expresa.

En el libro Investigación sobre María, de Corrado Augias se mencionan, además, las apariciones de la Virgen. Un fenómeno extendido en el mundo. Pero de las miles de apariciones de la Virgen reportadas en diferentes lugares, la Iglesia solo ha reconocido 14, entre ellas Guadalupe (en México, en 1531), Kibeho (Ruanda, 1981), Lourdes (Francia, 1858) y Fátima (Portugal, 1917), por mencionar algunas. Entre los expertos también hay debate entre su virginidad o, si tiene, o no hijos.

“Es mejor limitarnos al testimonio bíblico porque a veces la imaginación nos juega mal. El impacto de Jesús en la humanidad cambió la historia y ahí radica la importancia de María. También fue el vehículo de transición de Jesús, le enseñó sus primeros pasos, él no nació con conocimiento, sino fue desarrollando su ministerio y en esa alianza ella jugó un papel importante”, dice Larios. “Ella es una discípula modelo, deberíamos complicarnos menos la vida reconociendo si creemos o no. Ella es el modelo a seguir y tendríamos que perseguir el ser como como ella”, concluye Larios como reflexión.

ESCRITO POR:

Ingrid Reyes

Periodista de Prensa Libre especializada en periodismo de bienestar y cultura, con 18 años de experiencia. Premio Periodista Cultural 2023 por el Seminario de Cultura Mexicana y premio ESET región centroamericana al Periodismo en Seguridad Informática 2021.