PLUMA INVITADA
¿Y la ética profesional?
Ética deriva del griego éthikos, que quiere decir: ciencia de la moral, la cual se define como la ciencia que enseña las reglas sobre el bien y evitar el mal. ¿Será que los profesionales están actuando conforme la ética o han inventado una nueva moral para hacer de sus actos aceptables como éticos?
En una conversación salió esta historieta: Un médico le dice a otro, fíjate que tuve que operar de emergencia. Y el otro lo increpa diciéndole: ¿Hubo alguna complicación? No, le contesta, la razón de la intervención urgente fue que yo tenía que pagar la letra de mi automóvil.
Es común escuchar a los abogados decir que el caso es muy delicado y motivo para ir a la cárcel. Pero para evitarlo habrá que presentar un memorial o hacer un recurso de apelación. Por supuesto, todo debe ser remunerado anticipadamente para convencer al oficial y al juez, ya que de no ser así su caso podrá pasar lustros en una gaveta o ir usted a prisión por el resto de su vida.
Por otro lado, se ha dado el caso de la señora que consulta al médico y este le dice que tiene una infección gravísima y necesita un chequeo completo. La cuenta para esta confiada mujer será de unos cuantos miles, pero el respetado galeno únicamente cobrará Q150 por la consulta. Sin percatarse la ingenua dama de que el aludido doctor tiene un porcentaje de ganancia en todos los exámenes que le ordenó y, además, participación en el sanatorio donde serán realizados.
Sucede también cuando se busca la asistencia de un mecánico, por mal funcionamiento del automóvil. Aquel, en vez de arreglarlo, deja alguna pieza intencionalmente mal colocada para que la persona regrese.
Los ejemplos anteriores son para hacerse las siguientes conjeturas:
1. No todos los profesionales se comportan como los casos mencionados, pero algunos individuos solo buscan cómo empobrecer a sus clientes. 2. No solo en las profesiones referidas se dan estos casos, sino en todas las que requieren de servicios especializados. 3. Es deshonroso saber que una profesión no se utiliza para servir, sino para lucrar, aprovechando la ignorancia de la persona que solicita los servicios. 4. Todo individuo que se dedica a un oficio técnico no tiene el derecho de cobrar por considerarse privilegiado.
Para hacer dinero se pueden utilizar otros recursos, como la venta de artículos no indispensables que no comprometen la vida del cliente. Hay que servir a nuestros semejantes en situaciones difíciles para las que no están preparados a resolver sin nuestra ayuda. Es comprensible que esto en la antigüedad se pagaba a manera de trueques o favores, cosa que no puede ser real hoy en día, pero se pueden cobrar honorarios justos, acordes a la dificultad y al tiempo ocupado en el servicio prestado.
Exdirector de la Escuela de Química Biológica de la Universidad de San Carlos y exjefe de Laboratorios del IGSS