Ucha´xikLos cohetes
Ha llegado la época que la gente, con o sin dinero, gusta quemarlo. Muchos probablemente no tienen para comprar un tamal y ya no se diga un pavo si es que se quiere celebrar la navidad al estilo gringo, pero casi todos se las arreglan para comprar cohetes.
Para muchos y quizás debido a la crisis económica, o en el peor de los casos por una identificación bélica encuentran cierto gozo con el estruendo y el olor a pólvora. Encuentran una manera de huir de su realidad. Se envuelven en nubes fétidas para sentirse parte de un conglomerado que termina celebrando la contaminación ambiental que van a heredar a sus hijos.
Otros, de la manera más absurda, queman cohetes entre edificios y ambientes cerrados para que el ruido sea más estridente, no importándoles que a otros tenga sin cuidado su celebración. A esta gente, ya se les ha sugerido que si tanta es su ansiedad por quemar dinero, ¿porqué no mejor quemarlo en sus propias habitaciones, para que así ellos y nada más que ellos lo disfruten?
Y es que hay que decirlo claro, a mucha gente le importa lo más mínimo ?joder? al vecino. Compran y desenrollan unas enormes ametralladoras y las queman a media calle o en medio de complejos habitacionales como si todos debieran tener la obligación de festejar lo que ellos celebran.
Desde ahí arranca el menosprecio al otro; sin embargo se predica paz y amor cristiano. Ni siquiera el principio que dice: ?no hagas a otro lo que no quieres para ti? se practica. A los más paganos que cristianos, por lo que se ve, les importa poco interrumpir la tranquilidad del otro. A los más irracionales o sádicos, no sólo no les importa eso, sino que torturan a sus propias mascotas.
Los perros y gatos, por ejemplo, son mucho más sensibles al ruido, que los humanos, ¡ah pero viera usted!, en este gesto de ?amor cristiano? los animales terminan siendo los más atormentados. En estas fiestas a la gente le importa poco quemar cohetes cerca o alrededor de estas criaturas de Dios, que si pudieran protestar quizás atacarían a sus dueños como se ilustra en el Popol Wuj. Pero bueno, hay que aceptar que de irracionales está compuesto el mundo y por eso estamos como estamos.
Si no, recuérdese a aquel ex ministro de Lucas García que literalmente pavimentaba las calles alrededor de su casa con ametralladoras que a media calle encendían sus guardaespaldas a la vez que afinaban su puntería disparando a las nubes. No hay mejor celebración cristiana que tratar de demostrar cierto amor al prójimo dejándolo de ?joder? un poco. ¡Que tenga una tranquila navidad!.
WE KAKAJ ALAQ kak?ut jutzij loq?olaj chike ri k?ulja la, jas ri xubij kan ri a Jesucristo, man itzelaj ta ba la ri usilanik. Ri loq?olaj christano?il man kak?ut taj ruk? ri upoq?sanil ri ut?us ri nimalaj Itzel.