Ucha´xikLa paloma de la paz
Hoy se cumplen cinco años de que se firmó la llamada ?paz firme y duradera?, que por lo visto sólo duró lo suficiente para que las fuerzas contrainsurgentes se reacomodaran y la ex insurgencia se sometiera a las exigencias de las primeras. En un momento, esa paz se calificó como victoria militar para el Ejército, victoria política para la ex guerrilla; pero todo está terminando en triunfo económico para la institución armada que sigue beneficiándose de aquel show del 29/12/96. La ahora ex insurgencia está totalmente neutralizada.
El Ejército, en nombre de esa paz y de una soberanía que no defiende, sigue recibiendo fondos y transferencias mientras que la población civil carece de los servicios mínimos en salud y educación. En esta paz de papel, obviamente el gran perdedor es el pueblo de Guatemala, y en especial las poblaciones indígenas que si bien ya no están siendo masacradas, sus derechos fundamentales continúan siendo violentados. Guatemala en general no disfruta de paz, seguridad y tampoco de justicia. En el plano económico, salud y educación vamos de mal en peor. Metafóricamente hablando, el Ejército y la oligarquía fueron los primeros en comerse a ?la paloma de la paz?.
A cinco años vista, quizás sea mejor declarar ?muertos? aquellos acuerdos para que el gobierno a través de la SEPAZ, FONAPAZ y cuanta organización estatal relacionada a la paz exista, desaparezcan y no sigan recibiendo fondos internos y externos en nombre de unos acuerdos que no se implementan. Que para regocijo de conservadores y neoliberales se irían de ?cola? varias ONG?s y MINUGUA, pues sí. Fue un error de la ex insurgencia y de la ONU no dejar una fuerza que obligara al Estado a cumplir con sus compromisos. Es mejor aceptar que los acuerdos no se van a cumplir, que seguir alimentando ilusiones y endeudando al país. En el caso de FONAPAZ, por ejemplo, su director no tuvo vergüenza de malgastar Q46 mil en fotocopias, y la SEPAZ a saber qué hace.
Ciertamente los acuerdos de paz pudieron orientar la creación de una patria incluyente; pero está visto que esto no se va a lograr. De esa cuenta, si a la ciudadanía en general esto no importa, a los mayas y en especial a sus dirigentes les iría mejor retomar las ideas de los años 80?s, cuando se propuso la creación de un Congreso paralelo al Congreso de la ?República-excluyente?, repensar seriamente en los conceptos de autonomía y autogestión. Y es que como me dijo un amigo de Sudáfrica: ?if we can?t get in, we better get out?. Sin embargo y para no terminar el año con una nota amarga, me gustaría recordar unos versos del recién desaparecido Luis Alfredo Arango que dicen: ?¡Aquel pueblo tenía/ tanta hambre/ que se comió a la paloma de la paz…!? KAQIL BA KIB KAJIJ!