UCHA´XIK El escurridizo
Cuando algún gobierno extranjero habla de las mafias y del poder paralelo que existe y que por lo visto continúa manteniendo en su administración, el Presidente de Guatemala literalmente se escurre, se esconde en otro país. Ahora que vino Dan Fisk, enviado del Gobierno de los EEUU, a ratificar la preocupación de su país por el narcotráfico, la corrupción y el crimen organizado que aquí imperan, Alfonso Portillo metafóricamente se metió debajo de la alfombra para que no le vieran la cara y envió a ?su? Chapulín Colorado, Reyes López, a hablar con el señor Fisk. El Vicepresidente dormilón, con el ego que tiene, ni lento ni perezoso, tampoco desperdició la oportunidad para la foto y gustoso sirvió de tapadera al Presidente, con el agravante de decir que los militares, amigos de Portillo, señalados de gravísimos delitos ?eran funcionarios de otras administraciones?, como si con esto hubiera podido engañar a Fisk y se justificara la putrefacción gubernamental existente.
De lo anterior se deduce que Portillo no es tan baboso como podría imaginarse porque primero ?compró? a su segundo de a bordo con un diploma para que este saliera a dar la cara por él. Francisco Reyes López cayó en la trampa, y en agradecimiento porque al fin alguien le hizo un reconocimiento aunque fuera a puerta cerrada, sale muy contento a defender lo indefendible.Y pensar que algunos pensaron que a Reyes López lo habían condecorado por haber tratado de engañar al Papa vistiendo a sus nietos de ?inditos?, cuando la verdad es que eran ?ladinitos? disfrazados como seguramente los veremos de nuevo el próximo día de Guadalupe. De esa ridícula condecoración, el que salió más beneficiado fue obviamente Portillo.
Por supuesto que Dan Fisk no se tragó la píldora y ha dicho que ?retóricamente? los funcionarios guatemaltecos expresan buena voluntad para enfrentar los problemas aludidos, pero que espera acciones concretas. No sirvió de mucho, pues, que Reyes López saliera a presentar su cara de bravucón cuando lo que se espera es la captura y procesamiento de los amigos y asesores mafiosos de quien ahora anda paseándose por algún lugar del planeta con dinero público. Qué bueno fuera que ese turista siguiera conociendo el mundo con el dinero de sus amigos; pero no, lo hace con el dinero de nuestros impuestos. Y a todo esto, el Gobierno trató de hacer una espectacular redada de narcotraficantes durante la visita de Fisk, pero sólo se incautó una pistola, un chaleco y municiones. Hasta para hacer un show este Gobierno no sirve.