Esta semana nos brinda, entre otras opciones, tres presentaciones que ponen de relieve la nutrida actividad local en el ámbito de la música académica. Por un lado, dos recitales de cámara, con dos dúos de artistas nacionales. Por el otro, un evento que combina cinematografía y música a cargo de un dúo de artistas de familia argentina.

Se trata, en primera instancia, del recital que ofrecen Telma Díaz y Minor Estrada. En su calidad de intérprete del fagot y principal de su registro en la Orquesta Sinfónica Nacional, desde temprana edad la maestra Díaz se ha destacado como la primera guatemalteca que ha obtenido reconocimiento general en la ejecución de un instrumento tradicionalmente reservado a los varones. Su vocación la ha llevado a difundir la música escrita para fagot, en su condición de solista, en su condición de integrante de diversos conjuntos y como conductora del programa radial Díaz de Fagot. Esta vez presentará un programa de piezas guatemaltecas y europeas en mancuerna con el también joven músico Minor Estrada, al piano. El maestro Estrada ha despuntado en temporadas recientes como arreglista en diversos montajes sinfónicos de música popular.

Por su parte, el Dúo Quezada se luce en un recital que igualmente combina obras de los siglos XIX y XX. Este ensamble está compuesto por Alfredo Quezada, violín concertino de la Sinfónica Nacional, y Vinicio Quezada, uno de los pianistas acompañantes más solicitados del país. Juntos representan a una familia de abolengo musical en el medio. Los dos maestros son, además, docentes de amplia experiencia y su trayectoria constituye garantía de calidad sobre el escenario.

Ambas audiciones se llevarán a cabo en el Palacio Nacional, en conmemoración de los tres cuartos de siglo que cumple de haber sido inaugurado, un noviembre de 1943. El edificio es paradigmático de la relación entre poder y cultura en nuestra nación. Mandado a construir por un jefe de gobierno que se entronizó durante 14 años en la administración pública, apenas unos meses después de su inauguración fue testigo de su renuncia como mandatario y pasó a servir de sede presidencial durante el resto del siglo. No se convirtió en un palacio de “La Cultura” (sic) sino hasta principios de este milenio, en el que sigue siendo objeto de consideraciones contradictorias debido al anacronismo de su arquitectura junto con su importancia monumental e histórica; un centro de protocolo y, a la vez, un centro cultural.

En un ambiente muy distinto, el del auditorio Juan Bautista Gutiérrez de la Universidad Francisco Marroquín, tendrá lugar el evento intitulado La Calle de los Pianistas, bajo el valioso auspicio del Festival Internacional Bravissimo. De acuerdo con el comunicado de prensa, se proyectará el filme del argentino Mariano Nante, en el que se retrata la intimidad de una familia de tres generaciones de pianistas que vive en una misma calle de la ciudad de Bruselas. Seguidamente, los asistentes podrán gozar de un concierto a cargo de dos de las protagonistas de la cinta: la argentina Karin Lechner y su hija belga Natasha Binder. Prodigio del piano, a sus 18 años de edad Natasha es digna legataria de una herencia que incluye a su abuela y a su tío, músicos también. El repertorio augura una velada agradable y variada.

Tres invitaciones para una semana. Martes 6, dúo de fagot y piano; viernes 9, dúo de violín y piano. Ambos a las 18 horas, en el Palacio Nacional de la Cultura. Admisión libre. Jueves 8, película y dúo de pianos, a las 19:45 horas, en la UFM. Admisión, desde Q50 hasta Q300.

presto_non_troppo@yahoo.com