REGISTRO AKÁSICO

Sigue el anticomunismo sin comunismo

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La muerte llega sigilosa. El frío la acompaña. Se instala. Anuncio de cese de la jornada, del trabajo, del amor… Se puede dilatar su abrazo. Existen paliativos para detener las enfermedades catastróficas. En el autoenvenenamiento sanguíneo, la diálisis purifica la sangre para un rato. Pero, al final, sobrevendrá la muerte.

El Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS, durante 2018, provee diálisis peritoneal a 2,822 enfermos. Gasta alrededor de Q80 millones en servicios ambulatorios, es decir auto administrados por el paciente. Allí, para el efecto, el Comité de Adquisiciones seleccionó a PiSA, una empresa mexicana fundada en 1945 por Miguel Álvarez Ochoa. (https://goo.gl/Vbhtcy)

La empresa rival, Baxter, de Deerfield, Illinois maneja un negocio de US$10.6 miles de millones. Cuando perdió una licitación en Guatemala, el expresidente Otto Pérez Molina declaró que recibió a los representantes acompañados de funcionarios de la embajada de EE. UU. así como también atendió una llamada del ex Vicepresidente Joe Biden. (https://goo.gl/9H8o1Z)

En la guerra comercial instalada entre ambas empresas, en Puebla, el año pasado, hubo manifestaciones de pacientes y familiares para impedir que PiSA fuera la abastecedora de servicios al IMSS. Movilizaciones, carteles y acusaciones de provocar la muerte. No obstante, el delegado estatal del IMSS mantuvo el contrato y se negó a regresar la concesión a Baxter. (https://goo.gl/RFQr8u)

Todos sabemos lo ocurrido en Guatemala: la campaña en medios de comunicación para confundir la opinión pública. Sabido es la corrupción imperante durante el gobierno del general, de donde no se argumentará sobre el caso, ni sobre la oportunidad y amplitud de la persecución penal. Tampoco sobre la actuación de la Procuraduría de los Derechos Humanos, ni centros de difusión digital involucrados, en similares trámites oficiosos.

Sin embargo, cabe considerar la animadversión contra la dirigente sindical que ocupó un puesto en la junta directiva del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, IGSS. La dirigente Julia Amparo Lotán Garzola es vicepresidenta de la Federación Sindical Mundial, FSM, y era la secretaria general de la Unión Sindical de Trabajadores de Guatemala, Unsitragua. Oportunamente, Lotán Garzola frente a la campaña mediática contra PiSA, pidió que se investigara la situación, como consta en las actas de la junta directiva del IGSS. No obstante, el arrobamiento de la persecución legal, no le perdonó su representación.

Mientras muchos han salido libres bajo fianza; después de tres años, Lotán Garzola continúa en prisión. Su detención busca manifestar la inquina contra las organizaciones de los trabajadores que se nieguen a mantener la sumisión. No importa la falta de elementos de convicción para demostrar el involucramiento de la dirigente en las negociaciones. Mucho menos haber obtenido lucro. Hay que hundirla para que otros sindicalistas aprendan a ser dóciles.

Cuando existía la Unión Soviética, los asistentes guatemaltecos a las reuniones de la FSM, eran desaparecidos o asesinados en circunstancias sospechosas. La denuncia y protesta era llevada adelante por algunas centrales obreras y activistas por los derechos humanos y laborales. Pero, nada se aclaraba. Los Acuerdos de Paz y el cambio de las circunstancias de la rivalidad de las potencias mundiales, modificó esa ignominia.

Pero el odio anticomunista está instalado. La FSM está marcada y los que se acerquen a la misma deberán sufrir excesos represivos. Obviamente, bajo cobertura legalista, como dice el aforismo: summa lex, summa iniuria.

http://registroakasico.wordpress.com

ESCRITO POR:

Antonio Mosquera Aguilar

Doctor en Dinámica Humana por la Universidad Mariano Gálvez. Asesor jurídico de los refugiados guatemaltecos en México durante el enfrentamiento armado. Profesor de Universidad Regional y Universidad Galileo.