IMAGEN ES PERCEPCIÓN
Señor Morales, mejor lea sus discursos
Con el nuevo enunciado filosófico creado por nuestro ilustre presidente Jimmy Morales se abre un nuevo esquema de pensamiento, donde las cosas cobran vida propia y el sujeto es un ente neutro inimputable. Este mundo maravilloso en el que vive el presidente encaja más en una esfera cómica, tipo el “Chavo del ocho”, que con las palabras que debería pronunciar un estadista.
Aunque ya a nadie le extrañan los constantes errores cometidos por el presidente Morales, su último discurso fue el colmo, porque muestra insensatez con sus palabras cantinflescas, que provocan todo tipo de burlas en las redes sociales.
Y no es la primera vez que esto ocurre, cada vez más las afirmaciones del mandatario van subiendo de tono ridículo. ¿Quién no recuerda cuando hace tan solo unos meses dijo que los actos de corrupción eran “normales”? ¿cuando frente al periodista Jorge Ramos, de la cadena Univisión, quería defender a toda costa a su hermano e hijo, sindicados en el caso Botín Registro de la Propiedad?
La frase —ahora célebre— de “no castigar al delincuente, sino al delito”, más que ignorancia en materia penal, es un disparate emotivo, provocado por el ferviente deseo de Morales, queriendo seguir en pugna contra las acciones realizadas por el MP y la Cicig. Él insiste en seguir liderando la batalla para obstaculizar la lucha contra la corrupción.
Acciones como estas siguen dañando irreversiblemente la imagen pública del presidente, porque no solo lo hacen quedar en ridículo, sino que manda un mensaje a la población de no estar de acuerdo en frenar la impunidad. Con sus palabras sigue generando conflicto y propiciando un ambiente de inestabilidad en el país.
El mismo día de las lamentables palabras de Morales, también el vicepresidente insulta a todo el pueblo, diciendo que casi todos los guatemaltecos son corruptos y merecerían el retiro de la visa estadounidense. Pareciera que la pareja presidencial, con este tipo de declaraciones, quiere hacerse cada día más repudiable. Uno obstinado en deshacerse de la Cicig y el otro que nunca piensa en la gravedad de lo que dice, cometiendo grasos errores. Como dicen por allí: “Calladitos se ven más bonitos”. Y si Jimmy Morales “tiene que hablar”, es mejor que se rija estrictamente al discurso que le escriben sus asesores, para evitar seguir siendo blanco de burlas.
Ya es tiempo de que estos dos funcionarios entiendan que tienen que empezar a trabajar por el país, en lugar de estar perdiendo el tiempo hablando desatinos, insultos y palabras estériles, que no construyen en nada, considerando que Guatemala descendió a BB- en la escala de calificación de riesgo según la agencia Standard & Poors (S&P), debido a la inestabilidad política y debilidad institucional, que se ha agravado en los últimos meses.
BB significa “constante incertidumbre y exposición ante situaciones económicas adversas, lo que puede llevar a que tenga una capacidad inadecuada para cumplir con sus compromisos financieros”. Agregado el signo menos para indicar su vulnerabilidad ante los cambios económicos.
Todo esto provocado por la declaración de non grato a Iván Velásquez y el Pacto de Corruptos que hicieron 107 diputados, al intentar aprobar reformas al Código Penal para favorecer a políticos señalados de financiamiento ilícito, originando una crisis político-judicial que mantiene al país estancado económicamente, sin certeza jurídica ni desarrollo integral.
¿Será que este es el inicio de una desaceleración económica profunda que nos sumirá aún más en la pobreza y subdesarrollo? Si los mandatarios no actúan con cordura, cambian de actitud y de discurso, seguramente les esperan consecuencias catastróficas a todos los sectores del país.
@Brensanchinelli