LIBERAL SIN NEO
Salud afuera de la caja
En esta oportunidad quiero formular algunas propuestas para el tema de salud, sin describir la situación en el país, que a diario recibe cobertura. Hay que mencionar que el estado de la salud está altamente correlacionado con el nivel de ingreso, especialmente en nutrición, sanidad y prevención.
Propongo que los objetivos más fundamentales serían ampliar la cobertura, aumentar la inversión, disminuir los costos y bajar los precios de servicios de salud. Dados estos objetivos, pensaría deseable promover la competencia y la innovación en servicios de salud, así como reducir la reglamentación y obstáculos. Es axiomático que si se quiere menos de algo en una sociedad, se prohíbe y encarece su producción y oferta, y se facilita y abarata si se quiere más. Es necesario pensar “afuera de la caja” y salirse del paradigma que todo se resuelve dándole más dinero al mismo modelo.
Aunque para muchos es una idea radical, hay que desmonopolizar el IGSS. No me refiero a privatizarlo ni eliminarlo, sino abrirlo a la competencia. Esto significaría que los trabajadores cotizantes puedan elegir su seguro médico y que haya libertad para que empresas privadas puedan competir en igualdad de condiciones. El IGSS no se va a componer con un cambio de autoridades; es necesario someterlo a la disciplina de la competencia y la preferencia del consumidor. Con más de 60 años de monopolio, es imperativo que las cuotas de trabajadores y patronos dejen de ser una piñata para la rapacidad de la clase política y monedero del Gobierno. Agrego que también habría que desmonopolizar el sistema de pensiones.
La desmonopolización del IGSS solo puede funcionar si se desregula y libera el mercado de seguros, bajando la barrera de entrada para que surja la competencia e innovación disruptiva. No soy capaz de imaginar toda la clase y variedad de seguros médicos que surgirían, si se eliminaran los obstáculos y se abriera el espacio competitivo. Pero sì sé que habría mucha inversión, en cantidad, variedad y amplitud. Sería imprescindible abrir el espacio y desregular para promover la competencia en servicios médicos. A quienes objeten que la salud no debe ser objeto de lucro, respondo que es todo lo contrario; si se quiere más, mejor y más barato, es indispensable el lucro y la competencia.
Para quienes caen fuera de la red del seguro médico obligatorio sugiero que se subsidie al paciente o usuario con un algún tipo de vale de servicios médicos. Esto significaría que las personas necesitadas recibirían vales que podrían canjear con médicos, clínicas y hospitales que estuvieran dispuestos a recibirlos. De esta manera, el paciente tiene el control y la capacidad de elegir y surgirían muchas diferentes modalidades de servicios médicos compitiendo en el mercado. Otro tema sería concesionar la gestión privada de instituciones de salud pública, así como desregular y fomentar los patronatos de salud. Las grandes compras de equipamiento y medicinas por parte de instituciones públicas, podrían ser subastas públicas con sobre cerrado, televisadas. En lugar de alquilar médicos cubanos, diseñar campañas de prevención, abriendo oportunidades para programas de “turismo estudiantil y médico”, atrayendo talento voluntario de todo el mundo.
Estas son tan solo algunas ideas, que estoy seguro tendrían muchos problemas, aunque serían menos de los actuales. El principio de fondo es aumentar la oferta, cobertura e inversión. Esto se logra diseñando políticas y estructuras institucionales que promueven la empresarialidad, competencia, innovación y la elección del consumidor.
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