ESCENARIO DE VIDA

¿Quién dice que todo es malo en Guatemala?

Quien ama los bosques y aún no ha terminado de comprender de qué se trata Probosque, he de decirles a mis queridos lectores que es uno de los más importantes programas de incentivos forestales que he visto alrededor del planeta hecho en Guatemala.

La Ley de Fomento al Establecimiento, Recuperación, Restauración, Manejo, Producción y Protección de Bosques en Guatemala, que conocemos como Probosque, nos da una oportunidad única, cuyo resultado será reverdecer Guatemala, apoyar nuestra economía, contribuir con la seguridad alimentaria y contrarrestar el cambio climático.

Es importante resaltar que se buscan proyectos que aporten para cumplir con los objetivos de la Ley Probosque, enfocados a dinamizar economías rurales, incrementar la productividad y diversificación forestal y contribuir con garantizar los medios de vida, la seguridad alimentaria, la seguridad energética y la mitigación de los efectos del cambio climático.

Según el Ing. Herless Martínez Recinos, coordinador de Probosque, “el gran beneficio de Probosque es ser un mecanismo financiero real y disponible para los diferentes actores del sector forestal que se atrevan a apostarle a la inversión en proyectos forestales productivos y de conservación”.

A pesar de no haber sido aún publicitado ampliamente por falta de fondos, es interesante notar que para el año 2018 ya se ha registrado un incremento en la demanda de proyectos nuevos en un 204%, equivalente a 3,471 proyectos nuevos en un área total de 71,026 hectáreas de plantaciones y bosques naturales incorporados al manejo forestal sostenible.

Si mis lectores aún no le han entrado a Probosque, permítanme decirles que pueden participar con diferentes tipos de proyectos, no solo de reforestación y manejo de bosques naturales —como era el caso de Pinfor—, sino que nos da la oportunidad de implementar sistemas agroforestales, y otros proyectos de restauración de tierras forestales degradadas. También está la producción de semillas forestales en rodales semilleros, la conservación de fuentes de agua, la conservación de la diversidad biológica, la conservación de sitios sagrados y áreas potenciales para el ecoturismo. Probosque está hecho para que productores forestales individuales, empresas forestales, municipalidades, asociaciones y cooperativas hagan sus gestiones.

Adicional a los proyectos nuevos, Probosque piensa certificar un total de 3,146 proyectos en fases de mantenimiento, equivalentes a 46,242 hectáreas de plantaciones y bosques naturales bajo manejo. De tal suerte que la inversión que el Estado ha programado ejecutar a través de Probosque en el año 2018, es de Q200.97 millones, equivalente al 82% del presupuesto asignado, con lo cual se mantendrán e incorporarán un total de 117,276 hectáreas de plantaciones, sistemas agroforestales y bosques naturales bajo manejo.

¿Lo ven? ¿Quién dice que todo es malo en Guatemala? ¿Quién dice que vamos para atrás y no para delante? Quienes aún no hayan entrado en “el aro”, no lo deben pensar más para ser beneficiarios de este gran programa que nos honra como guatemaltecos.

Si tenemos cuatro dedos de frente y tierras disponibles para ello, Probosque es un mecanismo financiero real y disponible, al que le pueden entrar. Si mis lectores creen poder gestionar proyectos de restauración de tierras forestales degradadas, producción de semillas forestales, conservación de fuentes de agua, diversidad biológica, sitios sagrados o áreas para el ecoturismo, están frente a una grandiosa oportunidad. Contáctense lo antes posible con el INAB al 23214646.

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