Principios y desprestigio
Cuando hay incumplimiento de la aplicación de la justicia, por falta de investigación, de interés o por intereses particulares, se está cometiendo un delito grave por parte de las autoridades, sean estas gubernamentales o no, en cualquiera de nuestras actividades, entre ellas: culturales, ambientales, educativas; es decir, en todo lo relacionado con la persona humana y su medio.
El sistema educativo nacional es la continuación de la educación brindada en el hogar, y entre todas ellas, las máximas responsables del sistema son las universidades, donde se preparan los jueces, fiscales, abogados mediadores y defensores por conflictos entre seres humanos y/o personas jurídicas.
El ejemplo para la sociedad, después de las personas religiosas y sus iglesias, lo deben dar las autoridades gubernamentales, y muy especialmente nuestras casas de estudio universitarias, ya que son las que preparan a todos los profesionales del país.
Las autoridades que dirigen nuestra centenaria casa de estudios deben ser un ejemplo del cumplimiento de los principios de integridad que deben regir a la sociedad, evitando el desprestigio de la misma.
Todos podemos cometer errores o pecados, pero si los cometemos, debemos arrepentirnos, pedir perdón a quien ofendimos y dar la cara enfrentando la consecuencia de los mismos.
Todos los profesionales de la Usac nos sentimos agraviados; nuestros títulos, que conseguidos a través de años de estudio, especialmente los de profesionales que personalmente admiro, porque han tenido que trabajar en turnos nocturnos para mantenerse a sí mismos, a sus esposas, hijos, e incluso a sus padres, para tener el reconocimiento de nuestra casa de estudios.
Nos hemos esforzado, pasado exámenes y presentado la tesis, cuyo objetivo es demostrar la capacidad profesional para realizar un trabajo.
El asesor tiene toda la responsabilidad, inclusive mayor que el nuevo profesional, de velar porque el futuro profesional esté haciendo un trabajo adecuado.
La terna examinadora debe estar formada por profesionales conocedores del tema y capaces de investigar el contenido de la misma, y no solamente presentarse como lo haría cualquier ignorante a examinar el trabajo.
Ante las acusaciones de copia en una tesis doctoral, parece que hay varias, la respuesta pública sin principios, estúpida y cobarde de quienes estudiaron el caso, requiere la intervención de todos los estudiantes, profesionales y colegios profesionales de Guatemala.
Jfarimany@hotmail.com