El próximo lunes recibirá Jimmy Morales la lista de seis candidatos para elegir entre ellos al nuevo Fiscal General. Todos sabemos que de esta elección depende en buena medida el futuro del país. Lo preocupante es que el presidente ha sido prácticamente la cabecilla quien se ha opuesto al trabajo que realizan Thelma Aldana e Iván Velásquez, así que si de él depende, escogerá a la persona que venga con la consigna para obstaculizar todos los progresos que ha tenido el país en cuanto a la lucha contra la corrupción.

¿Qué puede esperarse de un presidente que se levanta en medio de una entrevista y deja con la palabra en la boca a su entrevistadora, será que por ser artista cree que puede darse el lujo de hacer lo mismo que hizo Arjona con Camilo en CNN? Siendo además incapaz de resguardar y proteger a los menores de edad a cargo del Estado, y estos son solo dos de los titulares de esta semana.

La imagen de Jimmy se ve realmente desencajada en este momento para tomar una decisión trascendental para el país. La clave es no dejarle opciones al presidente, depurando a todos los aspirantes y escogiendo seis profesionales de prestigio y reconocida honorabilidad.

Y es allí, en este punto donde debe comprenderse la importancia que se vigile minuciosamente en esta fase final todos los pasos de la Comisión de Postulación, ya que es bien sabido que en otras oportunidades este grupo ha sido manipulado por operadores políticos, estructuras criminales o grupos con intereses particulares, que representan la vieja política y se niega a los cambios anticorrupción.

Pero con una tabla de gradación que pondera más los títulos académicos que la reconocida honorabilidad e idoneidad para continuar el actual trabajo de Cicig, hay muchas dudas, porque algunos criterios pueden ser muy discrecionales y manipularse injustamente. En cuanto a las tachas deben tomarse en cuenta y no obviarse, aunque se argumente que la idoneidad y honorabilidad son temas subjetivos.

Así que si no excluyen a candidatos con tachas de escándalos previos que son vox populi y han sido publicados en los medios o también a otros que de ser electos fiscal general podrían tener conflicto de intereses, entonces ¿Para qué sirve esta Comisión de Postulación?

La Comisión Postuladora debe entender que su papel es realmente histórico y trascendental, por eso apelamos a los valores y al amor por Guatemala, para que no pongan en juego su prestigio y dignidad. Estando conscientes que, de colarse entre los seis candidatos, uno solo que represente al Pacto de Corruptos, el presidente podría elegirlo y entonces ellos traicionarían al pueblo de Guatemala. Ya que todos sabemos la camisa del equipo que está usando el presidente.

Si la Comisión Postuladora hace su trabajo como debe ser, con la mano en la conciencia, filtrando a los peores, entonces realmente podrán lavarse las manos y hacer recaer sobre Jimmy Morales toda la responsabilidad.

El país necesita una lista de seis candidatos capaces y correctos. Primero nada que huela a Mariscal Zabala, es decir, ligados a quienes se encuentran enfrentando en este momento casos de corrupción o algunos vinculados con quienes lideran el “Pacto de Corruptos”.

Porque de ser así sería un total retroceso a los avances que se han conseguido en cuanto a la justicia y quedaríamos fuera del estado de Derecho. Lo que está hoy en juego no es solo la lucha contra la corrupción, sino también el fortalecimiento institucional del país y esto implica nombrar a un fiscal que continúe el trabajo en equipo con Cicig, para que no retrocedan los avances que hemos tenido, ya que, si llega una persona con los intereses equivocados al MP, todo lo que se ha construido por años terminara en un segundo.

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