PLUMA INVITADA
¿Qué lecciones puede aprender Guatemala del mundo para impulsar la agroindustria?
El año pasado abrimos las oficinas de McKinsey en Guatemala y, como parte fundamental para integrarnos y establecernos en este país, hemos trabajado en entender de qué manera podríamos apoyar en su desarrollo. En esta ocasión nos enfocamos en la agroindustria, por lo que realizamos, junto con Agexport, institución privada con más de 40 años de impulsar el crecimiento de las exportaciones guatemaltecas, un estudio para comprender cuáles son las oportunidades con mayor potencial, tomando como punto comparativo los países de CAC y también países similares de otras regiones como Ecuador, Perú, Malasia, Indonesia y Tailandia.
Para ello tomamos en cuenta datos de competitividad frente a países pares en la agroindustria, un benchmarking de indicadores de competitividad y se entrevistó a expertos de nueve sectores para poder determinar cuáles eran las industrias y áreas que tienen mayor posibilidad de mejora. Con base en estos resultados, encontramos que principalmente son: infraestructura, transporte y logística; capital e inversiones; promoción y acceso a mercados; ciencia, tecnología e innovación; y talento humano.
Con esta información delineamos algunos caminos a seguir para aprovechar las oportunidades identificadas, como, por ejemplo, en el caso de la infraestructura vial, donde el bajo mantenimiento de las carreteras dificulta el acceso a las zonas de cosecha y afecta la eficiencia en el transporte de productos agrícolas; o también la falta de modernización de la infraestructura portuaria y la brecha tecnológica en el sector agrícola entre las empresas grandes respecto de las medianas y pequeñas. Resulta vital invertir en la mejora y reparación de infraestructura para facilitar el transporte de productos y reducir los costos logísticos; invertir en tecnología y equipamiento adecuado en los puertos para agilizar los procesos de carga y descarga; y adoptar tecnología avanzada, capacitación y acceso a financiamiento para que los agricultores puedan modernizar sus métodos de producción.
Otro ejemplo se encuentra en la oportunidad identificada respecto del capital e inversiones, ya que contar con mayor apoyo hacia el sector agrícola disminuiría la percepción de riesgo que existe por parte de los bancos, la cual dificulta el acceso a créditos a largo plazo. Además se observa una escasa inversión extranjera, lo que limita su capacidad para adquirir tecnología, expandirse en áreas productivas, comprar insumos de calidad y desarrollarse en general.
Tomando en consideración este análisis, vemos que priorizar los esfuerzos y recopilar prácticas observadas en países exitosos con el objetivo de implementarlas en el país podría dar más luz sobre los pasos a seguir. Aquí algunas de las acciones que vemos en otras geografías:
' Priorizar los esfuerzos y recopilar prácticas de países exitosos con el objetivo de implementarlas en el país podría dar más luz sobre los pasos a seguir.
Santiago Carbonell
• Tanto Tianjin, en China, como Cochin, en India, cuentan con una Zona de Procesamiento y Exportación Agroindustrial (ZPEA) para facilitar la exportación de productos agrícolas con beneficios fiscales y aduaneros.
• La Corporación Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), en Brasil, y Agri-Business Incubation Center, en India, son buenos ejemplos de impulsores de alianzas con centros de investigación que promueven el desarrollo agroindustrial.
• Otra práctica muy interesante para observar es el desarrollo de un programa estatal de becas para estudios agrícolas y agroindustriales en universidades nacionales e internacionales, como el Programa Nacional de Becas en México y el Australia Awards.
• La creación de un fondo público de inversión como el Fondo para el Apoyo a Proyectos Productivos en Núcleos Agrarios (FAPPA), en México, y Agri-Investment Fund, en Canadá, permite financiar proyectos agrícolas de pequeño y gran tamaño y estimular el crecimiento del sector.
• La implementación de un programa de incentivos fiscales como el de Incentivos Tributarios para el Desarrollo Agroindustrial, en Colombia, e Investment Allowance for Productivity and Innovation, en Singapur, impulsaría la atracción de inversiones en infraestructura.
El aprovechamiento de los recursos y la implementación de acciones estratégicas son parte clave para el aumento de las exportaciones en Guatemala, permitiendo la posibilidad de mayores oportunidades para todos los involucrados en esta industria, desde los empresarios hasta los productores y la población guatemalteca en general. Si queremos mejorar la situación económica del país y posicionarnos como una futura potencia, es importante enfocarnos en nuestras fortalezas y disminuir nuestras debilidades a través del uso de tecnología, innovación y, principalmente, de replicar las acciones que han sido exitosas en otros países. Lo que es un hecho es que el momento de comenzar es ahora.