PLUMA INVITADA
No hay simetría, Palestina e Israel
El titular de hoy del periódico El País de España es “Israel comete otra masacre contra la población civil palestina”, otro titular del Le Monde francés habla de “1,4 millones de palestinos desplazados en la Franja de Gaza”, The Guardian británico tiene un titular de que los “muertos” palestinos oscilan en más de 5,500 personas, 2000 de ellos niños (los palestinos son muertos y los israelíes son asesinados). Todo esto muestra que el mundo está viendo en directo el genocidio al que el pueblo palestino está sometido, una vez más; un joven de Gaza de 16 años ya ha vivido 6 guerras, con miles de muertos y decenas de miles de heridos. Gaza, este territorio de 365 km cuadrados y con 2,3 millones de almas, el 70% de ellos refugiados en su propia tierra.
Todo esto no empezó el 7 de octubre con la incursión de Hamás; empezó en 1948, cuando se crea el Estado de Israel sobre territorio de la Palestina histórica, y son expulsados y desplazados dos terceras partes de la población palestina de entonces (Vean Limpieza Étnica de Palestina, del escritor israelí Illan Pappe), empezó con una injusticia e ilegalidad que se culminó en 1967 con la ocupación militar de Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este (aparte de los Altos del Golán sirios y el Sinaí egipcio). Los palestinos veníamos advirtiendo a la Comunidad Internacional de que la ocupación solo puede provocar violencia y sufrimiento. Nuestro presidente advirtió hace pocas semanas en su discurso en Naciones Unidas de todo esto, y de que hay que buscar una solución justa y duradera para este mal llamado conflicto. La ocupación no puede seguir; sin embargo, el primer ministro Netanyahu mostró en su discurso un mapa de la región donde no existía Palestina. Su preocupación para blanquear su imagen era normalizar relaciones con más países árabes, olvidando que con quien tiene que llegar a acuerdos es con los palestinos, primero. Por mucho que Israel tenga relaciones con países árabes, nunca habrá paz y seguridad en la región si los palestinos no tienen libertad e independencia.
' No hay soluciones con bombas y muertes, las soluciones vienen con negociaciones y diálogo.
Marwan Burini
No hay simetría entre las dos partes, los palestinos somos ocupados y los israelíes, ocupantes; no hay dos ejércitos enfrentados, una potencia militar (nuclear) israelí apoyada incondicionalmente por EE. UU. contra un pueblo indefenso. Esto lo vemos en Cisjordania a diario, donde Hamás no tiene presencia, y mueren jóvenes palestinos, tierra palestina es anexionada ilegalmente, asentamientos ilegales en expansión, Estado de Apartheid (Según HRW, Amnistía Internacional, ONU y B´tselem), decenas de resoluciones de la ONU instan a Israel a poner fin a la ocupación, y condenas por parte de la Corte Penal Internacional, pero la ocupación sigue y aumenta a diario.
Anhelamos la paz, paz con justicia, poder vivir en nuestra tierra sin ocupación ni asentamientos ni muros, queremos ser vecinos de Israel y no un país ocupado por Israel, y nunca nos cansaremos de pedirlo, pero en el lado israelí no hay una contraparte que responda a nuestras expectativas, las expectativas del Derecho Internacional y las resoluciones de la ONU. Hubo un líder israelí valiente que tenía fe en la paz, Isaac Rabin, y lo asesinó un militante del Likud, partido de Netanyahu. No hay soluciones con bombas y muertes, las soluciones vienen con negociaciones y diálogo, los palestinos hemos aceptado la creación de un Estado palestino en el 22% de la Palestina histórica, que son los territorios que fueron ocupados en 1967, el mundo abogó por esta solución, aunque sea injusta para nosotros, pero aceptamos, demos una oportunidad a la paz, porque todo lo que ocurre estos días fortalece al radicalismo en los dos campos, y se volverá a suceder si no hay fin a la ocupación. La paz y la justicia son el camino, no las bombas.