Empecemos por lo establecido por la Unesco donde ICOMOS considera como patrimonio arquitectónico “lo que se puede entender de un edificio, un conjunto de edificios o las ruinas de un edificio que con el paso del tiempo han adquirido un valor mayor al originalmente asignado y que va mucho más allá del encargo original”. Razono esto en relación a que en la ciudad se han desarrollado varios movimientos urbanos y arquitectónicos, no solo los que se presentan en la zona 1, hoy llamado Centro Histórico. Zona que se pretendió conservar, pero que implica, a la vez, un proceso participativo de la gestión con una estructura técnica adecuada que manejara planes urbanos, restauración, conservación de los edificios directamente y los fondos, y no dejarlos en manos solo de sus propietarios.

La Ciudad de Guatemala de la Asunción a partir de los Terremotos de 1917-18, desarrolló otra ciudad que arquitectónica y estructuralmente ya no estaba basada en las Teorías Temáticas originales, solo se mantuvieron los trazos originales de Antonelli. Por lo que esas decisiones poco pensadas desde el punto de vista urbano para el Siglo XX, constriñó su desarrollo con lo que actualmente se está desmoronando su arquitectura residencial, convirtiéndola en estacionamientos ante la demanda urbana.

Esta área actualmente es importante para la ciudad que había florecido con una arquitectura basada en las Teorías de Síntesis, con una serie de valiosos edificios contemporáneos que bien podrían haber continuado. Pero fue a partir del terremoto del 76 cuando a finales de los 90 se establecieron una serie de restricciones que produjo una fuerte emigración hacia el sur de los antiguos residentes pertenecientes al sector Terciario de la Economía creando un problema económico. Este vacío la dejó sujeta a la inmigración del Sector Primario rural que con una economía informal buscó los servicios urbanos y de vivienda, pero ante las limitaciones regulatorias y sin planes de vivienda por el Consejo Consultivo se establecieron en los barrancos de oriente, que son zonas de alto riesgo por pasar un ramal de la Falla de Mixco. (Atención: El Basurero y el Cementerio). Pero también han sido base para el desarrollo de la violencia urbana que actualmente se sufre. (P.L.: 15-7-16)

El Funcionalismo, enfatizó los requisitos de la industria de la construcción, buscó su economía. Estas fueron expresiones que se dieron a partir de los edificios del Centro Cívico y que influyeron en la nueva arquitectura de la Zona 1 y del Sur. En el siglo XX y XXI con las Teorías de Síntesis todo cambió con las enseñanzas que provenían de Gropius, Bauhaus, F.L.Lloyd Wright; así como el concepto de Ciudad Jardín de Howard con sus Chalets de la zona 10 (Santa Clara) y 9 (Tívoli), (¿Otro Patrimonio?). En estas zonas existen obras arquitectónicas de gran valor que se están destruyendo para construir torres en un afán económico. (P.L. Majadas). Este urbanismo verde tuvo como base el Boulevard de la Reforma, concebido originalmente por el Presidente Reyna Barrios, como una copia de los Champs Elysees, pero con la concentración de servicios urbanos existentes se ha convertido en una Arteria Colectora, modificando su concepto original cuando se debería haber considerado su calidad de Patrimonio.

Ahora en el Siglo XXI existen otros instrumentos a partir de Friedman y Negroponte, quienes intentaron usar un ordenador diseñando con algoritmos programados, con el nombre de “máquina de arquitectura”, el fin era desarrollar una “máquina de diseño para no seguir usando papel, libros y lápiz cuando lo podemos hacer nosotros mismos”. Todo esto ha cambiado el desarrollo de la arquitectura actualmente.