Viajar por Guatemala visitando y documentando historias de éxito entre los parajes más bellos de nuestro país es un privilegio. Hace unos días estuve en Huehuetenango, descubriendo una importantísima región cafetalera de Guatemala. Es allí donde antes encontrábamos jóvenes desertando las filas del ámbito cafetalero al no tener ningún interés en proseguir cosechando café. Fueron historias tristes, pues miles de jóvenes, hijos de cafetaleros, emigraron a Estados Unidos en busca del Sueño Americano.

No obstante, a Dios gracias, todo está cambiando. Ha sido la Fundación Hanns R. Neumann Stiftung (HRNS), una organización alemana, la que buscó mejorar la calidad de vida de los pequeños caficultores y me invitó a presenciar el cambio. De tal suerte que viajé hacia San Antonio Huista, Huehuetenango, para encontrarme con jóvenes productores de café que han asistido a campamentos organizados tanto por la propia Fundación Hanns R. Neumann Stiftung como por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

A dichos campamentos fueron invitados alrededor de 150 chicos —todos hijos de cafetaleros—, para convivir con baristas, tostadores, catadores de café y hasta empresarios de la industria, quienes compartieron sus historias personales y experiencias en prácticas de adaptación al cambio climático, tueste, procesos de cafés de especialidad, catación, barismo, mercadeo virtual y servicio al cliente. Un 48% de quienes se inscribieron en los campamentos de café fueron del sexo femenino y al final se incrementó la cifra en un 59%.

El trabajo de apoyo a los caficultores que realiza dicha fundación, FAO y Anacafé va más allá de la productividad y la calidad del café. Lo más importante es su énfasis en atender el potencial de la generación joven en las regiones cafeteras y ayudarles a aumentar sus ingresos y su posición competitiva. Importante hacer notar que la Fundación ha dado en el clavo al querer prestarles toda su atención a los futuros productores del café.

El nuevo movimiento Nueva Generación de Cafetaleros, compuesto por estos jóvenes, viene con ideas transformadoras y llenas de innovación y está teniendo un resultado asombroso. Chicos que antes habían estado completamente desinteresados en el negocio de sus padres empezaron a mostrar un entusiasmo singular al platicar con otros jóvenes cafetaleros venidos de Colombia que les contaron sus historias de éxito.

Ahora nuestros jóvenes están innovando nuevos productos de exportación y están formando cooperativas o pequeñas empresas, y promoviendo sus propias marcas; sobre todo, poniendo en práctica sus talentos y creatividad. Quizás parte del éxito ha sido que los chicos baristas, catadores y tostadores son ahora sus mentores y les han abierto la mente hacia todo lo que son capaces de hacer. Por ejemplo, un joven llamado José López creó la Cooperativa Vida y Café, y hasta logró tramitar un laboratorio de café. Él es considerado un verdadero líder dentro del grupo y es respetado tanto por los cafetaleros tradicionales como por sus jóvenes compañeros.

Quién sabe si los jóvenes que vieron como única alternativa irse de mojados hacia Estados Unidos quieran ahora regresar a Guatemala, al ver el éxito que actualmente está teniendo la juventud cafetalera.

La experiencia ha sido fenomenal, y si seguimos enfocándonos en los jóvenes con sus especialidades de café, como lo hacen Fundación Hanns R. Neumann Stiftung y la FAO, podríamos llegar a ser de los mejores exportadores de café de jóvenes del mundo. ¡Apoyémoslos comprando café de especialidades en la región Huista! Sintonice hoy y mañana Los secretos mejor guardados, por Guatevisión, 2.30 pm.

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