El nuevo camoTSE
Si el objetivo desde el inicio es robar y abusar del poder, difícilmente alguien tendrá entre sus premisas “respetar la ley” para lograrlo.
Por otro lado, siempre he argumentado que nuestro sistema electoral está diseñado para que los partidos políticos sean solo “vehículos electorales”, por las restricciones que impone para realizar actividades partidistas en períodos no eleccionarios. Los anteriores magistrados del TSE no habían hecho valer estas restricciones, pero los nuevos sí lo hicieron y entonces llegamos a la situación actual.
Un amigo me decía que esta era una estrategia del partido oficial para eliminar la publicidad de los demás mientras ellos seguían promocionando a su candidato a través de la publicidad gubernamental. Aunque no creo que este sea el caso —implicaría la complicidad de los magistrados del TSE—, esta teoría se reforzó cuando el TSE le contestó al partido Líder que Sinibaldi no hacía propaganda anticipada porque no salía nada relacionado con un partido político. Para poner esta respuesta en contexto, un mes antes Roxana Baldetti declaró públicamente que Sinibaldi seguramente sería el candidato presidencial oficial.
Ante esa respuesta del TSE, los de Líder diseñaron su estrategia: si Sinibaldi puede salir en la propaganda gubernamental porque no está ligada a un partido político, Baldizón también podría realizar las actividades que quiera, siempre y cuando no estén “vinculadas” a su partido. De allí su renuncia al partido.
Entiendo que Baldizón no es santo de la devoción de muchos y yo mismo estoy convencido de que su megalomanía, sus ansias de poder y sus pocos escrúpulos pueden ser muy peligrosos. Sin embargo, también considero que está en todo el derecho de promocionarse a sí mismo, una vez no lo haga ligado al partido, que es lo que establece nuestra legislación positivista.
Si lo que a muchos preocupa son las barbaridades que creen que Baldizón podría cometer de llegar al poder —temores que comparto—, deberían dedicarse a cambiar el sistema para acercarnos a una verdadera república en la que por malo o loco que sea quien llegue al Ejecutivo, los pesos y contrapesos no le permitan reinar cual dictador. Mientras no cambiemos el sistema para reducir el poder de los gobernantes, siempre podremos estar peor, como lo hemos visto en los últimos 30 años.
@jjliber