BIEN PÚBLICO
Nueva Guatemala de la Decepción
Hoy que se celebra la fiesta patronal de esta ciudad colapsada por el caos urbano, el tráfico, el desempleo, la inseguridad y el enmohecimiento de la gestión municipal tras 13 años de la misma dirección, me he puesto a buscar cómo estamos con respecto al resto del mundo.
El índice, Cities in Motion, elaborado por el Instituto de Estudios Superiores de la Empresa de la Universidad de Navarra, en su edición para 2017, revela que la Ciudad de Guatemala se encuentra en el puesto 149 de 180 ciudades evaluadas. Nueva York, Londres, París, Tokio y Berlín aparecen en los primeros lugares, mientras que en el contexto latinoamericano las mejor posicionadas son Buenos Aires (83), Santiago de Chile (85) y Ciudad de México (87).
El índice es la suma de 68 variables priorizadas a partir de la revisión de ciudades exitosas, así como de entrevistas con planificadores urbanos, empresarios, académicos y expertos vinculados con el desarrollo de ciudades. Las variables evaluadas están divididas en diez dimensiones: capital humano, cohesión social, economía, gestión pública, gobernanza, medioambiente, movilidad y transporte; planificación urbana, proyección internacional y tecnología.
La posición de la Ciudad de Guatemala en cada una de estas esferas con respecto a las 180 ciudades evaluadas es: Gestión pública (97), Medioambiente (103), Cohesión social (117), Gobernanza (121), Tecnología (125), Economía (134), Planificación urbana (158), Proyección internacional (162), Movilidad y transporte (165) y Capital humano (175). Valga decir que las dos esferas en las que peor le va a la Ciudad de Guatemala es en aquellas que se refieren a la gestión de la educación de los vecinos, así como la existencia de museos, bibliotecas y otras formas de ocio y recreación. La otra peor evaluación es la que se refiere al desplazamiento por la ciudad de personas y productos.
Los resultados de las ciudades, en cada una de las dimensiones, nos recuerda que no hay centros urbanos perfectos y que estos no son únicamente resultado de una buena gestión municipal: las relaciones humanas, económicas y políticas sobre las que se fundamenta cada ciudad determinan su presente y su futuro. Por ejemplo, la ciudad más cohesionada es Helsinki, capital de Finlandia, pues tiene una baja tasa de desempleo, un distribución de ingresos equitativa y un alto porcentaje de mujeres en puestos de responsabilidad. La mejor evaluada en tecnología es Tokio, con un 90% de usuarios de banda ancha.
Por su parte, Ottawa (Canadá) es la ciudad con la mejor gobernanza, destacando los índices de fortaleza en los derechos legales y la baja percepción de corrupción. En materia de movilidad y transporte es Londres la ciudad en el primer puesto. La capital de Inglaterra y la mayor ciudad de la Unión Europea, con 8.9 millones de habitantes, cuenta con un sistema de transporte público que integra metro y trenes, buses, taxis y bicicletas. El peaje urbano, un cobro que desincentiva el uso de vehículos privados, ha generado recursos para ampliar vías y horarios de la red pública de transporte, aumentar la seguridad y mejorar los espacios públicos y recorridos a pie y en bicicleta.
Lo cierto es que la Ciudad de Guatemala debe crecer con más bibliotecas, teatros y museos; más bicicletas y mejor transporte público. Debe construirse sin muros, con servicios públicos universales y de calidad. Debe recordarnos a nuestros héroes, no a los tiranos. Debe basarse en el respeto, el diálogo, el empleo y la seguridad para todos. No es tarea fácil, pero solo así pasaremos de la actual decepción a un compromiso vecinal renovado.